En 3 años de gobierno perredeísta se ha comprobado que Peña Gómez engendró una organización vendida a la reacción y enemiga de los masas populares

 

Solo han sido suficientes tres años para que se pusiera totalmente de manifiesto que las churrias orales de Peña Gómez en torno a que el PRD era una organización al servicio de los intereses populares, y que las masas empobrecidas y explotadas del país debían depositar sus esperanzas en este partido y en sus estamentos dirigenciales, no eran más que una estafa y un engaño propio de contrarrevolucionarios contumaces y de agentes anticomunistas activados y financiados directamente por los centros internacionales del imperialismo y de la reacción nativa.

No existe un solo aspecto ni una sola área de la vida nacional y de todo el ámbito social en los que no se haya comprobado que el PRD es una organización podrida, vendida y puesta al servicio exclusivo de los peores y mas recalcitrantes enemigos de los pobres y de la libertad y la democracia, así como de la independencia y la soberanía nacionales.

El gobierno de Rafael Hipólito Mejía tiene el mismo carácter de traidor al pueblo y al país que tuvieron los de Antonio Guzmán Fernández y el de Salvador Jorge Blanco.

Todo partido político, tal y como formula categóricamente el marxismo-leninismo, tiene inevitablemente o un carácter popular o un carácter explotador y lacayo del imperialismo. Los partidos políticos se juzgan por su programa, por su propaganda y sus actividades bajo la luz de un solo y determinante criterio: a qué clase sirve y busca representar a través de sus consignas y sus actos el partido político. Y éste queda irremesiblemente definido así a la luz de: al lado de qué clase de la sociedad están los dirigentes de dicho partido.

El PRD desde que arribó al país en el 1961 ha estado en manos y ha servido los intereses de tránsfugas, traidores y mediatizados cuya aspiración suprema es la de vivir a costillas del pueblo y vendidos en cuerpo y alma a los reaccionarios y explotadores. Y Peña Gómez, agente de la CIA y al servicio de los grupos antidominicanos, fue el mejor ejemplo de esto, después del de ese architraidor que fue Juan Bosch.

 

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