LA CONFERENCIA DEL EPISCOPADO DEL PATIO SUELTA SUS PERROS DEL FUNDAMENTALISMO CONTRA LA EDUCACION Y LA CIENCIA Y A FAVOR DE SUS PRIVILEGIOS Y PARASITISMO MIENTRAS APLICA EL ENGAÑO DE LA SOFISTICA ESCOLASTIZADA Los Pelegrín Castillo la delirante esquizofrénica Xenia Castillo y la asociación de abogados católicos la emprenden contra el proyecto de ley de educación y salud sexual en las escuelas 15-07-2015
Sólo recurriendo a los despojos de la sofística, escolastizada y sacralizada por las prácticas, tanto parasitarias, ignominiosas como infames, de los jesuitas y su innata condición de sociópatas vesánicos, como amorales y contrarios a todo principio de la ética científica, es que el conjunto de la llamada Conferencia Episcopal de la sucursal del patio del cartel del opio Iglesia Católica-Vaticano, devenida, dicha Conferencia, en atajo de degenerados y depravados aberrados, negadores por idiosincrasia de la libertad humana, de la ciencia y consagrados, por esquizofrenia, a las concepciones supersticiosas y oscurantistas que constituyen la Iglesia Católica-Vaticano y se arropan en el cristianismo, el opio de la humanidad, especial y particularmente occidental, y alma del imperio-capitalismo, sobre todo del yanqui y de los capitales monopolistas buitres de los imperialistas de la Unión Europea, con Alemania como su cabecilla principal; religión que, de hecho, y como creencia mágico-fantástica, es una religión de culpables, de sanguinarios criminales, genocidas sangrientos de lesa humanidad, sadomasoquistas, de ladrones, estafadores y sociópatas; por lo que es la síntesis religiosa suprema de la infamia y la vileza máxima-extrema de las peores miserias humanas; sólo así, en base al cascarón inmundo de la sofística, la desacreditada Conferencia de obispos del patio, casi todos convictos y confesos homosexuales y pedófilos, si no bestias, por cuyas venas no corre sangre humana, sino concupiscencia y lascivia, pueden tener la desvergüenza, y el olímpico descaro, de presentarse con un tan hipócrita como indigente alegato, en defensa de su cavernaria y retrógrada oposición recalcitrante, no sólo ni únicamente a la educación sexual, basada estrictamente en la ciencia biológica y la sexología, sino opuesta a esas ciencias; y culpable y responsable del atraso y el nivel medieval que tiene la educación nacional, la que, por el Concordato, inconstitucional, ilegítimo e ilegal, que aún así imponen, le fue arrebatada, de manos del Estado Nacional, junto con la libertad y la soberanía estatal al mismo Estado Nacional, al que, por igual, están empeñados, la sucursal del patio, Conferencia Episcopal, y la matriz, Iglesia Católica-Vaticano, con sus retrógrados puntos de vista, en pisotear y conculcarle a la República Dominicana la soberanía, como propiedad de la independencia nacional y expresión auténtica de la voluntad del pueblo consciente, así como arrebatarle todo cuanto signifique autodeterminación nacional de los dominicanos. Hay que ostentar un nivel de amoralidad, común con las crápulas más inmundas, para presentar, desfachatadamente, ante toda la opinión y la vista de una nación, de una sociedad y de un Estado Nacional, que han tenido que sufrir los vejámenes oscurantistas e inquisitoriales de esa misma Iglesia Católica, que presume y se cimbrea, ufanándose, de llamar proceso de cristianización y evangelización, al mismo de la esclavización y exterminio, primero de los aborígenes del país y de toda América, y, por igual, al de la captura, como animales, de los negros africanos, para traficarlos como artículos comerciales, creando el más horroroso negocio como el de la trata de negros, con fines expresos, convictos y confesos, para su martirio y exterminio, bajo la esclavitud, en segundo término. De una entidad tan infame y canalla, como la Iglesia Católica-Vaticano y su religión de culpables, que es el cristianismo, no se puede ni hay que esperar que actúen con honestidad, decencia y honradez, y mucho menos apegados a la verdad, a la ciencia ni a la cultura de la humanidad; si no, así como lo han vuelto a hacer ahora, con motivo de un Proyecto de Ley, presentado por un diputado de la prostituida Cámara congresional pertinente, llegando al colmo de manifestar, esas crápulas inmundas de la sucursal del cartel vaticano católico y romano en nuestro mancillado país, víctima ancestral de semejantes buitres y parásitos ensotanados, bajo el flamante título de Conferencia Episcopal Dominicana, que la Iglesia Católica-Vaticano, la misma que ostenta la imposición colonial esclavista, y fideicomiso castrador de la soberanía nacional y del Estado Nacional Dominicano, como ya hemos afirmado, que llaman Concordato, para, en virtud de dicho adefesio apócrifo, jurídica y constitucionalmente, adueñarse de la educación nacional, para convertirla en el revolcadero de puercos de la ignorancia oscurantista de la Iglesia Católica-Vaticano y del cristianismo, una auténtica brujería vulgar con ínfulas de calidad cultural. Por lo que, si como esos desvergonzados de la llamada Conferencia Episcopal, compuesta por los alias obispos y monseñores de la sucursal del cartel católico vernáculo, o sea, del patio, afirman textualmente, en su mamotreto saturado de mentiras, calumnias y espíritu hipócrita redomado, que presentan como su comunicado del 14 del presente mes de julio, donde textualmente dicen, con tinta negra sobre papel blanco: La Conferencia Episcopal Dominicana -sucursal del cartel Iglesia Católica-Vaticano en República Dominicana- “aspira a que se elabore una ley que tome en cuenta la educación integral de la persona”; con lo que se están incriminando e, inescrupulosamente, lanzando asquerosos escupitajos para arriba, para su placer morboso vesánico de sentir cuando, de vuelta, se les estrellan en su misma cara; una vez que, el Concordato suyo, el de la Iglesia Católica-Vaticano, es una ley mediante la que se despoja al Estado de la responsabilidad de impartir y velar por la educación nacional; y, de hecho, y por acción de facto, son los de la Iglesia Católica-Vaticano y su sucursal del Episcopado, como su sucursal aquí, quienes detentan el patrimonio de la educación nacional; más bien desde que el diácono y tirano alimaña Joaquín Balaguer era Secretario de Educación de la dictadura católica-yanqui del tirano Trujillo en el 1952; cuya Ley de Educación del 1953 ya entregaba las escuelas a la nefasta Iglesia Católica-Vaticano. Por lo que, mal puede decir. la Conferencia Episcopal de marras, sin quedar dando el más trágico y patético drama de hipocresía y ridiculez, que abogan por una ley que tome en cuenta la necesidad de una educación integral. Lo que equivale a la admisión, entre dientes, de que, efectivamente, la educación nacional, en manos de la nefasta Iglesia Católica-Vaticano, ha resultado el más escandaloso y estrepitoso fracaso, sin poder ofrecer la necesitada educación integral. Pero, por otra parte, eso mismo que afirman los de la Conferencia Episcopal, se hace evidente que es con fines de usarlo como una hoja de parra para cubrir su desvergüenza; puesto que, la Iglesia Católica-Vaticano y los componentes de base de la Conferencia Episcopal en cuestión, desplegaron durante todo el día del 14 de julio, y que aún prosigue, una campaña arremetiendo, sin miramientos y furibundos, como posesos endemoniados, contra todo cuanto sea derechos a la educación sexual y al correcto usufructo de las relacione sexuales; lo que incluye, tanto su aspecto de fuente y medio de reproducción y perpetuación de la especie, como fuente de placer y esparcimiento espiritual de los seres humanos. De hecho, los curas y los fanáticos religiosos suyos, esto es, de la Iglesia Católica-Vaticano y del cristianismo, poco o nada pueden hablar, con responsabilidad, respecto a las relaciones sexuales; igual que con respecto a las actividades políticas, en las que, como intrusos, intervienen, con sus imbecilidades y necedade,s en procura de privilegios y, como siempre, fuentes de su inveterado e incorregible parasitismo. Así, mientras la Iglesia Católica-Vaticano, a través de su llamada Conferencia Episcopal del patio, que es como una sucursal del Banco Mundial en el país, por ejemplo, pero que en el caso en cuestión, la sucursal criolla es del cartel del opio Iglesia Católica-Vaticano, dice que no es contraria a la educación sexual científica en las escuelas, sus perros, como el opusdeísta Pelegrín Castillo, y una asociación de abogados católicos, ladran y aúllan, con rabia y botando babas por la boca y los hoyos de sus narices; pudiendo encontrar a una coprófaga, de esos imbéciles diplomados o descerebrados titulados, que se presenta, sin importarle hacer de ridícula, pues se trata de una esquizofrénica delirante, con una cruz, el símbolo clásico de la infamia, y del maldecido en anatema imperdonable, colgándole del pescuezo y cubriéndole la mitad del endeble pecho, y ufanándose de decirse pediatra neonatóloga, condenó frenéticamente el proyecto de ley, en síntoma inequívoco de su esquizofrenia galopante en el nivel crítico de paranoia. Así, la descerebrada y huérfana de capacidad para discernir, y de hecho pensar, de nombre Xenia Castillo, que se ampara en el sobrenombre de “doctora”, desparramó, a título de seguidora y componente del Opus Dei: Ese proyecto de ley para impartir educación sexual y abordar los asuntos de la sexualidad y sus consecuencias “es una perversidad” dijo. Agregando: es un invento e infamias, es un boicot rastrero y vulgar mentira al comunicado en el que los abogados católicos rechazan ese anteproyecto de marras, sobre salud sexual. Pasando, de ahí, al fundamentalismo propio de los impensantes y fanáticos, la tal Xenia Castillo, con un símbolo de la infamia colgándole del pescuezo, que no dudamos sufra de tortícolis a consecuencia de ello, continuó desparramando, confundiendo sus creencias supersticiosas religiosas con el Congreso Nacional y la sociedad dominicana, y prosiguió en sus embarres: Las desafortunadas palabras de ese diputado responsable del anteproyecto contra los abogados católicos, fue una ofensa a todos los cristianos dominicanos, y queremos dejar claro que el candidato que se declare a favor del aborto, sean cuales sean las razones a las que se apelen, hemos decidido en las iglesias católicas y evangélicas (o sea, entiéndase en el ecumenismo, del que es partidario el maricón, renegado revisionista y jesuita Rafael Chaljub Mejía), lo denunciaremos e invitaremos a no votar por ellos”. Con esto basta y sobra para corroborar, que lo dicho por los degenerados ladrones, homosexuales y parásitos inveterados de la sucursal del patio, a título de Conferencia Episcopal, del antro colonial esclavista, oscurantista, supersticioso e imperialista, criminal y genocida, cartel Iglesia Católica-Vaticano, es una ensarta de hipócritas mentiras, sustentadas en base a la sofística escolastizada por Agustín de Hipona y los jesuitas, que los obliga a mostrar su indigencia cultural y su negación de la ciencia, como su falta de honradez, de honestidad y decencia; puesto que, todo alias cura y todo alias monseñor, alias obispo, alias cardenal o alias Papa es una crápula y rata apestosa. Estamos por una educación sin curas, sin vagabunderías oscurantistas, como esa del supuesto cristo o el invento dios. Estamos por una educación nacional laica, estrictamente apegada a la ciencia, en su servicio incondicional al hombre y a la humanidad. ¡Abajo y fuera la superchería y la brujería católico-cristiana!
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