Los 4 que echaron a Pedro (el pueblo) entre el pozo, Fernando Pérez Memén, Luis Scheker Ortiz, César Mella y Leonidas Martínez, al servicio del nocivo grupo parasitario de Josecito Hazim y la perversa Iglesia Católica, reclaman una nueva avalancha de impuestos sobre el pueblo trabajador
Después de los comentarios expuestos en anteriores ocasiones respecto al comunicado de la Fundación San Pedro de Macorís Incorporada, que no es otra cosa que la plataforma del poco o nada inteligente, aunque un avivato en todo el sentido de la palabra, que es Josesito Hazim, candidato a la Senaduría por la Provincia que dice representar la Fundación de marras, hay que sopesar con extrema meticulosidad la peligrosidad bestial que para el país, y en particular para esa Provincia, encarna ese personaje, por lo que no es difícil demostrar que Josesito Hazim sería el más nocivo y recalcitrante representante senatorial, opuesto a los vitales intereses de los electores petromacorisanos, puesto que no sólo es que Josesito Hazim encarna un muy nocivo grupo parasitario que tiene sus raíces históricas más profundas en la intervención yanqui del 1916 (a la que sirviera el tronco directo y padre suyo como informante de las tropas de ocupación que mancillaron la soberanía nacional y sembraron de cadáveres el territorio nacional, como consta en documentos fidedignos que, por ciertos motivos, son parte de un expediente judicial sepultado por la impunidad aún vigente como patente de corso, o más bien relativamente congelado, puesto que, según aporta la experiencia, en la historia no hay crimen que perima), sino que, además, en esa plataforma, que fuera suscrita y asumida como suya por los cuatro que echaron a Pedro -al pueblo- en el pozo, esto es, por Leonidas Martínez, Fernando Pérez Memén, César Mella y el distinguido personaje éste que responde al nombre de Luis Scheker Ortiz, hasta hace poco incumbente del grupo de presión de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID)-Embajada yanqui e Iglesia Católica-banda de Agripino Núñez-Ucamaima que opera como una agencia al servicio de potencias extranjeras, lo que bien permite colocar sobre el tapete, aunque no sea nuestro objetivo ventilarlo en esta oportunidad, si el movimiento caamañista, del que fuera parte dicho personaje de marras, era o no en realidad sólo y nada más únicamente un movimiento neotrujillista, y sus miembros y objetivos no eran otros que restablecer bajo nuevas condiciones la restauración de dicha dictadura, que es lo que, en definitiva, duélale a quien le duela y moléstese quien tenga a bien hacerlo, constituye nuestra más serena, objetiva y firme convicción al respecto; lo que Josesito Hazim les oferta como propuesta electoral a los electores de San Pedro de Macorís no es otra cosa que garantizarles que no descansará hasta crearles otra más descomunal montaña de gravámenes de impuestos sobre la insoportable que ya existe. Si partimos de lo expresado textualmente por el comunicado, que es la plataforma electoral de dicho candidato, no sólo para esta campaña electoral al Congreso, sino que es la piedra angular de su plataforma como pre-candidato presidencial por el Partido Reformista Social Cristiano, tal cual se conoce, la formulación que está postulada en el comunicado de aquella Fundación dice y proclama que la gran mayoría, y por gran mayoría se sobreentiende y se reconoce a la casi totalidad de la población, que hace lo que se llama el pueblo dominicano, no paga impuestos, y ubica en que, como supuestamente el pueblo no paga impuestos y de ahí el enorme déficit fiscal que como mal endémico arrastra el Estado dominicano, su meta -la de Josesito Hazim y su banda- es acrecentar las cargas impositivas sobre dicha población, pues con ello se hará justicia y se aplicará el precepto de que todos somos iguales ante la ley. Tal formulación, que aparece de manera inconfundible e inequívocamente expresada en el comunicado de la Fundación de San Pedro de Macorís de Josesito Hazim, dice textualmente así: “Leyes e impuestos: “Las leyes y los impuestos deben ser aplicados a todos por igual. Actualmente, sólo pagan unos cuantos y las leyes son aplicadas a una minoría. Ejemplo: leyes de tránsito, impositivas, corrupción, impunidad social, etc. El irrespeto a la ley es una norma social”. Y si la misma es un monstruoso adefesio criminal, que es lo menos que cabe decirle, no se sabe si la carga de perfidia, perversidad y de mentiras de la misma se puede equiparar con la cínica, por perruna, ignorancia que la misma encierra y estila, puesto que nadie ignora que el país del mundo donde más carga el pueblo de abajo, del campo y la ciudad, no importan las áreas en que desenvuelvan los sectores sus actividades y su vida, con impuestos directos e indirectos, sin recibir servicios de calidad algunos, ese país es la República Dominicana; en tanto es en este mismo país donde se tiene que los sectores tipo Josesito Hazim, reciben todo tipo de privilegios, donaciones, financiamientos gratuitos, regalos, subsidios, justificación de robos y depredaciones del territorio nacional, de las riquezas y bienes nacionales, así como coartadas para no pagar impuestos. Para prueba un botón. La clínica privada conocida como la UCE, no sólo le fue obsequiada a este personaje, que ahora anuncia una plaga apocalíptica de impuestos contra el pueblo, sino que la misma está exenta del pago de impuestos al Estado, tal y como tienen que hacerlo las demás clínicas privadas, a excepción de la Plaza de la Salud del Cardenal, paradigma y ejemplo del parasitismo a costa del pueblo y del país. ¿Cómo y por qué siendo clínica privada la de la UCE no paga impuestos? ¡Ah!, muy sencillo, por el hecho de que está amparada en un Patronato, propiedad de Josesito Hazim y de sus hermanas, la que se reparten singularmente como una heredad, por lo que cabe resaltar el background de los que entienden que la solución al problema nacional se encuentra, entre otras medidas de igual naturaleza, con más leyes impositivas que caigan como un jinete apocalíptico sobre las espaldas del pueblo para definitivamente aniquilarlo, previamente reduciéndolo a una población de esclavos. No es casual que sea Josesito Hazim, de origen árabe, quien prescriba la receta de la esclavitud extrema del pueblo dominicano, en unión y maridaje con la Iglesia Católica-Vaticano, C. x A. Resulta que los cuatro que firman de puño y letra el comunicado, los Fernando Pérez Memén, Luis Scheker Ortiz, César Mella y Leonidas Martínez, compiten entre sí por el puesto de quién sirve a gentes tipo Josesito Hazim y por sobre todo, desde la posición de agentes de la Iglesia Católica-Vaticano. Fernando Pérez Memén, que es oriundo de San Pedro de Macorís, opera como director de “La Información” de Santiago, que es de la Iglesia Católica, así como es profesor de la pandilla de Agripino Núñez de la Putamaima. Recordamos que este personaje, cuya mediocridad sólo es equiparable a las tonalidades grises de sus comentarios cuando Leonel Fernández, en una de sus más execrables actuaciones de su fangosa trayectoria, llegó al extremo inaudito de, estando los hospitales públicos en el más escandaloso estado de bancarrota, situación que aún prevalece, disponer entregarle 25 millones de dólares como regalo para que la Ucamaima-Agripino y Josesito Hazim, entre otros, continuaran con su proyecto privado del Hospital Metropolitano. Dicho sujeto aquel, Fernando Pérez Memén, dio la más olímpica exhibición de lo que es ser un miserable mercenario, pusilánime y abyecto, empleando los más descabellados argumentos y falacias para tratar de justificar aquella acción de Leonel Fernández, que a todas luces traspasa todos los límites de la honestidad y la sensatez, para terminar hundiéndose en el pantano de lo infame. César Mella tiene de calidad, como siquiatra, lo que tiene un platanero de Villa Consuelo de artista plástico. Para evaluarlo, pondérese cómo se presta al proyecto de Bush-Cheney y la farmacológica Lilly del empleo de drogas experimentales en niños y adolescentes en el país, lo cual ahora mismo está causando una seria conmoción en los EE.UU. Y es que César Mella, siquiatra de televisión y de la farándula, hace tiempo que está especulando con esas deplorables acciones. ¿No se acuerdan ustedes de Cutá Pérez y otros casos públicos más? Pero es que el Canal 37 CDN es del Opus Dei-Iglesia Católica-Vaticano y del clan distinguidísimo de Alejandro Grullón, Banco Popular y El Caribe, donde está ese prominente empresario de Zona Franca, atalaya de la decencia, Félix García, de Santiago de los Caballeros y su Zona Franca precisamente. ¿No les trae este sonsonete de la Zona Franca de Santiago recuerdos, recuerdos trascendentales en el ayer, como se espera que resulten de nuevo en cualquier momento? ¿Y paga impuestos la Iglesia Católica, los sacerdotes y sus propiedades comerciales, esto es, impuesto sobre la renta, impuesto de valor agregado (IVA o ITEBIS)? ¿Acaso paga impuestos de propiedad suntuaria? ¿Paga impuestos de herencia recibida? ¿Paga impuestos de viajes en los aeropuertos, etc.? ¿Pagan impuestos por los bautizos, por los matrimonios efectuados, por las misas? O bien, ¿construye con sus dineros la Iglesia Católica templos, iglesias, conventos, seminarios, catedrales? O si no, ¿compran gasolina por su vía propia esas instituciones católicas, o el Estado se la dona? Esto, que es sólo una parte insignificante del asunto de las leyes, el pago de impuestos, y la falacia de que es la mayoría, el pueblo, el que no paga impuestos, mientras que la minoría, como los Josesito Hazim, que es el prototipo de los seudo-empresarios del patio, y la Iglesia Católica, que tanto insiste en que el pueblo pague sus impuestos y cumpla con ese tipo de leyes, como las que les consignan sus inaceptables privilegios parasitarios son, según dicen, los que cargan pesado y sufren abajo, que en la próxima entrega vamos a elucidar para dejar cerrado el tema 3 del Comunicado de la Fundación de San Pedro de Macorís. -Continuaremos-
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