Casos de los sextillizos, el crimen del Fao contra militar dominicano y su contenido a favor de la haitianización, así como las campañas de fusilamientos policiales, desnudan a la prensa amarilla Opus Dei-Pepín Corripio en su manipulación y retorcimiento de la realidad

Crece la conciencia de su naturaleza contrapuesta al pueblo y la nación dominicanos

 

Desde las páginas de las dos letrinas periodísticas del clan Opus Dei Pepín Corripio, familia que en su totalidad baila en ese combo conocido como la mafia sagrada de José María Escrivá de Balaguer, que son los periódicos amarillos “El Nacional”, bajo la dirección del perverso criminal impune y colaborador y asesor de los escuadrones de la muerte y campañas de abusos, atropellos y asesinatos contra la población civil, Radhamés Gómez Pepín (Jack el Destripador) y el “Hoy” que dirige el trujillista Cuchito Alvarez Pina (Dugan), que es más del Opus Dei pero así mismo comedido y equilibrado, cosa de las que carece el primero pues este Jack sí que es obsesiva y verdaderamente un criminal, admirador y seguidor de las botas militares, vienen con una cantaleta de que a los empleados y periodistas de ellos los atacan al salir de las instalaciones suyas o mientras transitan calles públicas, si no que a los cuartilleros y plumíferos suyos los militares y policías los agreden aquí, allí y allá.

Para nadie es un secreto que estos órganos del periodismo venal, poco a poco vienen atrayendo sobre sí el odio y la inquina de cada vez más amplios y diversos sectores de la población, y todo se explica con suma facilidad si se efectúa el debido análisis partiendo de la naturaleza venal, desinformativa y mercenaria que estos órganos desarrollan en forma harto conocida, tergiversando, manipulando, adulterando, falsificando y cometiendo todo tipo de acciones reprochables para no servir ni informar la verdad al pueblo, sino sólo configurar una opinión unilateral en las gentes, y todo en aras de servir en exclusivo los espurios intereses mezquinos de explotadores, opresores y oscurantistas a que están atados los capitales de los que son sirvientes.

Lo que hacen, por ejemplo, en pro de la haitianización, y la forma impúdica en que hacen montajes, como el de El Fao, para ocultar la verdad de cómo se provocó el asesinato del sargento Lara luego de ser atacado y herido seriamente por una turba de haitianos azuzados por agentes haitianófilos de ONG’s que, como Antoine Pol Emile, acostumbran a acusar de criminales a las FF.AA. y a la P.N., así como a toda autoridad dominicana que actúa con apego a la ley y combatiendo la presencia masiva de haitianos en el país, atribuyéndoles todo tipo de abusos y atropellos que en realidad los efectivos policiales y militares en estos casos no llegan a cometer. Todo eso es indudable que crea un profundo malestar y resentimiento en los cuerpos armados que, en casos como la Operación Vaquero, están actuando a favor de la dominicanidad, lo cual es justo y necesario.

Y no bien esos órganos amarillos hacen eso, cuando pasan a montar otra campaña como la de que la muerte de 25 ilegales en la volcadura del camión en que se transportaban para penetrar y radicarse ilegalmente en el país es culpa de los dominicanos y de los militares, lo que atenta contra toda lógica y resulta tan descabellado como si los dominicanos culparan a las autoridades puertorriqueñas o a sus amos norteamericanos cuando cada día se ahogan dominicanos por montones tratando de llegar a Puerto Rico de manera ilegal; y acoge hasta los más descabellados cuentos de haitianos que, habiendo cruzado ilegalmente al país un día caen en una redada, y son devueltos para Haití como fue el caso de la haitiana Margarita David Yan que, atrapada con una Cédula falsa es devuelta a Haití, y que luego en las páginas de “Hoy” una tal Llenis Jiménez publica que se trata de una dominicana residente, precisamente, en El Fao, y a quien antes de deportarla le rompieron el acta de nacimiento como dominicana que portaba al momento de ser capturada en la Charle de Gaulle, cuento chino éste que carece de pies y cabeza al que sólo le dan credibilidad gentes motivadas por los más perversos y depravados intereses anti-dominicanos.

Ha sido tanto lo que han despotricado que hasta el dudoso Secretario de las FF.AA., a todas luces prohaitiano hasta la infamia, tuvo que enviar a esa prensa, como se recordará, una declaración en protesta por la aviesa campaña de mentiras en contra, por ejemplo, de ese tipo de actividad como la Operación Vaquero, desplegada por las FF.AA., la que ha sido satanizada e implacablemente censurada por la Iglesia Católica-Vaticano, pues, como se sabe, están al lado de la haitianización, de la destrucción de la República Dominicana.

Del mismo modo, bajo la siniestra dirección del llamado Radhamés Gómez Pepín (Jack el Destripador), “El Nacional” oculta la realidad dolorosa que en el orden económico-social viene padeciendo la población en forma cada vez más intensa y despiadada por parte de los explotadores capitalistas, los del capital negrero español y el oscurantismo religioso que se ceba parasitariamente del pueblo, a la vez que ha sido evidente que es un instigador constante de que se fusile y ejecute a dominicanos en plena calle por parte de los escuadrones de la muerte policiales que, cuando no matan, dejan inválidos de por vida a otros ciudadanos, actuando así de espaldas a la ley y a la justicia, que la ciudadanía entiende debe prevalecer.

Las criminales actuaciones de los jefes policiales y sus respectivos gobiernos de mano dura contra los acusados de delincuencia callejera preconizada por el Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez y Radhamés Gómez Pepín (Jack el Destripador) han sido alabadas y estimuladas por Jack y su equipo.

En forma retorcida son interpretados, para perjudicar a la población, la situación y los hechos que acontecen en la sociedad y el país, lo que junto con todo lo demás ha generado un estado de odio y rencor subterráneo contra ese tipo de prensa que en épocas pasadas logró, con el concurso de los oportunistas, engatuzar a la población que ingenuamente se confió y quiso no tomar en cuenta que en esta sociedad dividida en clases todo periódico, toda opinión y toda la prensa y sus agencias tienen irremisiblemente un carácter de clase y que giran y actúan para favorecer esos intereses.

Pero no sólo estos órganos de la prensa amarilla incurren en estas abominaciones tan condenables y repudiables.

Apenas habiendo llegado a su casa los 6 niños, los sextillizos, la prensa amarilla y sus cagatintas se empeñan en presentar una imagen distorsionada y falseada de la realidad del caso, haciendo aparecer que la madre de los niños es una oscurantista empedernida, y así, esa prensa envía plumíferos con preguntas prefabricadas para poner en su boca juicios y consideraciones que no forman ni constituyen el contenido esencial de las palabras de esa madre.

Por ejemplo, en el carabelita del ladrón y estafador de depositantes y ahorrantes Arturo Pellerano, que es el “Diario Libre”, aparece un titular el día 16 de febrero, que dice: “Agradezco a dios por haberme dado una familia tan larga”.

Y cuando usted lee la información en extenso, quien ha introducido la supersticiosa expresión de gracias a la deidad imaginaria llamada dios es la plumífera cagatinta de esa letrinita del Opus Dei dirigida por Miguel Tejada, que es un chopo de Agripino Núñez Collado, y por la Aizpún, que es otra espécimen proveniente de las entrañas fascistas del Opus Dei y la dictadura franquista de España, llamada Lisania Batista.

El padre de los sextillizos ha mantenido una actitud que lo dignifica cuando ha insistido en que él es un hombre de trabajo y que no anda en busca de limosna, pero que, consciente de que la responsabilidad es excesiva, desea obtener sobre todo espacio y oportunidad de colocar en el mercado lo que produce a base de trabajo y conocimientos técnicos.

Veamos en detalle la manipulación del caso, y la forma asquerosa en que esa prensa amarilla, conforme a sus vínculos con el atraso y el oscurantismo religioso católico, actúa en forma irrespetuosa y abusiva de esa madre dominicana que recurrió a la ciencia de la naturaleza para procrear, y que al hacerlo, por causas ajenas a su voluntad, los resultados fueron más allá de sus posibilidades, pariendo seis niños y no uno, lo que provoca un parto sietemesino y que resulta exitoso gracias a la ciencia y a la adelantos alcanzadas en el orden tecnológico, que es manejado idóneamente por un equipo de profesionales médicos y paramédicos de manera ejemplar.

De ahí, ya el lunes 13 el “Hoy” había desplegado que la madre daba gracias a dios por haber salido airosa de la situación, o sea, presentándola como mal agradecida e ingrata ante los médicos y los paramédicos, al tiempo que fanáticamente supersticiosa en creencias alejadas y negadas por la ciencia.

Y el día 16 ya la letrinita el Diario Libertino se pasa de la raya y titula a 4 columnas, que la madre supuestamente ha declarado la expresión que motiva este comentario, lo cual más bien es el texto de la pregunta de la miserable mercenaria cagatinta que actúa para desinformar y servir los espurios intereses del oscurantismo y la superchería.

En forma a todas luces chantajista y baja, con toda la sucieza y la degradación moral expresada en sus afanes de obligar al otro a secundarle en su obcecación de hechicería y superchería, la mercenaria plumífera del Diario Libertino Lisania Batista le pregunta, en la sexta interrogante de las 7 que le hace, citamos: “¿Le agradece a dios este hecho?”.

Y la madre, como tal, sólo atina a decir, con toda ingenuidad: “Mucho, le agradezco mucho que haya dado una familia tan larga”.

Cabe preguntarse: ¿quién trajo a colación lo de la creencia supersticiosa? ¿Acaso no es evidente que fue la plumífera con una pregunta inducida, lo que es a todas luces un periodismo inmoral?

Pero si acaso había interés en filosofar y escudriñar, ¿Por qué esa procaz entrevistadora, llamada Lisania Batista, no se detuvo a pensar que la madre, con la expresión “tan larga familia” más que alegrarse en el fondo se quejaba? ¿No es claro que ahí está presente la percepción, que es cada vez más frecuente en las gentes de escasa formación que, expresando sus dudas, pregunta y se pregunta si acaso hay un dios que permite tanta miseria, tan monstruosa situación de desigualdad, tanto sufrimiento y tantos crímenes por parte de los poderosos en contra de los pobres y desamparados?

 

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