ALOCUCIONES DEL PRESIDENTE-SECRETARIO GENERAL DEL PACOREDO LUIS MONTAS En torno al homenaje en palacio del pichón de tirano alimaña a su padre del alma Joaquín Balaguer - 2 -
Como decíamos en nuestra alocución anterior, de lo que se trata, con el acto en honor a Joaquín Balaguer por parte del cabecilla de la Presidencia del Poder Ejecutivo, Leonel Antonio Fernández Reyna, es que así concluye la larga polémica y la larga lucha teórica, política e ideológica, entre la línea revolucionaria en el seno del pueblo dominicano en contra de los representantes de las corrientes oportunistas de la burguesía contrarrevolucionaria socialreformista, respaldada por la oligarquía, por la Iglesia Católica, y sobre todo por el imperialismo norteamericano y sus legiones de agentes político-militares. Está claro que una empresa de esta envergadura no podríamos satisfacerla en una breve alocución. Se requiere simplemente de por lo menos varias alocuciones, empezando en esta semana, para poder desenredar toda esta madeja y que quede ante los ojos de la población una conclusión clara y contundente de que, en realidad, el boschismo, el palidismo y el leonelismo, no son más que variantes del mismo régimen balaguerista y de la misma dominación del imperialismo norteamericano y el oscurantismo y parasitismo que impone la Iglesia Católica al pueblo dominicano y a nuestro país. Hemos de ponderar, en relación a toda esta podredumbre, la postura asumida por un renegado y traidor revisionista llamado Carlos Dore Cabral, que cínica e hipócritamente muestra los escrúpulos de María Gargajo diciendo: “no asistí” al acto palaciego organizado por Leonel Antonio Fernández Reyna en el Palacio Nacional para consagrar su idolatría fanática por el tirano y sabandija Joaquín Balaguer -dice este granuja rufián renegado revisionista y agente de la CIA-, “porque Balaguer mató a Orlando Martínez, así como a mi compañero de la Federación de Estudiantes Dominicanos, Narciso González y a mi condiscípulo de la Escuela de Sociología, Otto Morales”. Sin embargo, queremos formular las siguientes interrogantes: ¿Quién no sabe que en realidad Joaquín Balaguer no era más que un títere lacayo del imperialismo norteamericano y que éste, a través de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) y de su Embajada, como del grupo consultivo de coloniaje militar MAAG, eran los que actuaban represiva y criminalmente, con la complacencia de lacayo y servil genuflexo por parte del tirano alimaña Joaquín Balaguer? ¿Quién puede ocultar, es otra interrogante, que Joaquín Balaguer, como lacayo y sirviente e instrumento criminal e inescrupuloso del imperialismo norteamericano y de la Iglesia Católica, simple y llanamente ejecutaba, con cinismo y sangre fría, las órdenes y las directrices que emanaban tanto de esa Iglesia Católica como del imperialismo norteamericano y su estructura de coloniaje que opera aún en el país? ¿Acaso ese Carlos Dore no pasó a servirle directamente a la CIA después de tener que renunciar del partido capitulacionista dominicano, escondrijo de todos los oportunistas y renegados traidores, que jamás se adhirieron al marxismo, sino que se agruparon alrededor de todas las modalidades de teorías revisionistas, con las cuales se tergiversaba y se adulteraba la esencia revolucionaria del marxismo-leninismo, como lo reconoce y admite incluso su canchanchán, colaborador del agente de la CIA, Sacha Volman, el periodista mercenario Fausto Del Rosario Adames, que dijo en sus palabras de posesión como mercenario, esta vez del clan Hazoury, en su letrina “Clave Semanal”, que Carlos Dore Cabral, después de regresar de su especialismo, el que fuera a hacer a EE.UU., a donde fuera enviado por la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) (después de haber sido su consultor, aún estando en el partido “capitulacionista” dominicano), lo reclutó, ofreciéndole en su misma casa hacer un ensayo sobre la muerte de Orlando Martínez y como todo el mundo sabe Fausto del Rosario Adames confiesa, de manera descarada, que por ese ensayo recibió un premio, del grupo Pepín Corripio, ascendente a más de un cuarto de millón de pesos? ¿No es acaso un hecho evidente que pone de relieve que lo que arguye, o sea, lo que argumenta Carlos Dore para no asistir al homenaje a su oculto ídolo Joaquín Balaguer es, simple y llanamente, un escrúpulo de María Gargajo (que, como se recuerda, lavaba los huevos antes de freírlos y antes de echarlos en el sartén escupía el aceite a ver si estaba lo suficientemente caliente), puesto que él ha hecho cosas peores que esa, como es convertirse de seudo-comunista en agente descarado de la CIA? Y al mismo tiempo, recuérdese que las tareas de los agentes de la CIA son delatar y actuar para que los enemigos de la revolución y del pueblo dominicano triunfen sobre las fuerzas que luchan por la libertad y la democracia, y hay que preguntarse ¿cuántos de aquéllos que compartieron aulas, que compartieron actividades, que compartieron la juventud con Carlos Dore, él no los reportó con informes a la CIA, al AID o a la Embajada norteamericana para que fueran asesinados? ¿Acaso no se sabe que la AID, la Agencia Internacional de Desarrollo, que es la entidad que pacta con la Iglesia Católica directamente para manejar el Estado dominicano y postrarlo ante las exigencias de los organismos internacionales financieros del imperialismo norteamericano, fue quien organizó los escuadrones de la muerte, tanto aquí como en toda América Latina, y que Dan Mitrione incluso, fue quien organizó a “Los Incontrolables”, a través de Enrique Pérez y Pérez, de Neit Nivar Seijas, y en definitiva de todos los altos militares del régimen nefasto, tiránico, criminal, absurdo, de Joaquín Balaguer? O bien, ¿acaso no es Carlos Dore actualmente un servil de este otro lacayo que hoy se declara más balaguerista que todos los balagueristas y que hasta el mismo Balaguer, que se llama Leonel Antonio Fernández Reyna? Estas son interrogantes directas, que permiten evaluar que todo lo que hace Carlos Dore no es más que otra farsa de su larga carrera de inconductas y simulaciones, gracias a las cuales ha podido supervivir, con el apoyo y la sombra protectora que emanan de gentes como Leonel Antonio Fernández y sus crápulas que conforman este gobierno. Cabe resaltar que no dejaremos de ponderar, además, las inescrupulosas palabras de ese personaje incalificable, métesentodo y métomentodo, de un parasitismo escandaloso y oligárquico, llamado Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, que se atreve hasta a descalificar, en su desfachatez cardenalicia, al pueblo dominicano, así como a la soberanía de la nación dominicana, para enjuiciar al tirano alimaña Joaquín Balaguer, y esgrime para ello el mismo argumento bajo, sucio, rastrero y vil que enarbolara él mismo, en muestra de su aberrada enajenación y de su pervertido catolicista cristiano, para defender a los homosexuales y pedófilos que constituyen la columna vertebral de la Iglesia Católica en la República Dominicana y en el mundo entero, cuando concurrió hasta a Boston para expresarle al Episcopado de esa ciudad o de ese Estado norteamericano, que el Episcopado Dominicano y el Arzobispado católico de la República Dominicana que él representa, rechazaban la conclusión del Episcopado de Boston mediante la que requería del Vaticano “tolerancia cero para la pedofilia, para la homosexualidad y el lesbianismo” imperantes en la Iglesia Católica tanto en EE.UU., en República Dominicana, en Chile, en Argentina y en el mismo Vaticano como en todo el mundo. Se recuerda que el argumento fue que sólo dios tenía capacidad para juzgar a esas legiones de curas aberrados homosexuales que proclamaban que dios los había hecho así, esto es, homosexuales, para que de esa manera no pudieran violar el sagrado precepto del celibato, establecido por Hildebrando, o sea, por el Papa Gregorio VII, lo cual ocurriría si en vez de acostarse con hombres lo hicieran con mujeres. Señores, no vamos tampoco a escatimar la oportunidad que se nos presenta para desenmascarar a Narciso Isa Conde, este perverso renegado revisionista, que hoy, insistiendo y persistiendo en su arrogancia prepotente de privilegiado, no quiere admitir que recibió privilegios, inaceptables en un comunista, por parte del tirano alimaña, cuando aceptó que su banda, llamada partido “capitulacionista” dominicano (p“c”d) (que, como hemos dicho, no tenía nada que ver con el marxismo ni el leninismo), fuera legalizado, al tiempo que se mantenía la persecución y los asesinatos en plena intensidad de los militantes de las otras formaciones que esgrimían y sustentaban el socialismo, independientemente de la orientación que esas otras agrupaciones tuviesen, conforme a su visión y evaluación de cuáles eran las características esenciales de la concepción marxista-leninista, o sea, de los comunistas. ¿Cómo puede este sinvergüenza renegado revisionista de Narciso Isa Conde negar que recibiera, en forma privilegiada, de Joaquín Balaguer, un reconocimiento que lo legalizaba a él y a su banda por ley, y más aún, que como todo un renegado, procurara la obtención de esos privilegios, onerosos para cualquier revolucionario socialista y hasta para cualquier digno luchador democrático que incluso no fuera socialista? Cabe destacar que en esa actitud se refugia y ampara el mismo Presidente del Episcopado Dominicano para quedar impune, en forma privilegiada, ante el crimen del orfelinato de Higüey, San Rafael del Yuma, donde, con su protagonismo y acción directa, fueron violados más de 200 niños y niñas dentro de 5 y 12 años de edad, y más adelante asesinados (eliminados uno a uno) los testigos, bajo las formas más criminales y más perversas y alevosas. Sólo con este paquete de problemas, que se desprenden de la infame conducta con que Leonel Antonio Fernández Reyna lleva el barco de la doctrina social-traidora y oportunista del boschismo al atracadero del puerto del vil y criminal balaguerismo, es clara nuestra insistencia en que requerimos por lo menos de esta semana para dejar sentados los pilares de nuestra evaluación crítica y disecación de toda la infame plataforma que, en estos momentos, ejecutan el cabecilla del gobierno antinacional y lacayo del imperialismo norteamericano y agente del oscurantismo de la Iglesia Católica, Leonel Antonio Fernández Reyna y sus crápulas que lo acompañan.
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