Freddy Beras Goico rufián e hipócrita, alimentado y enriquecido con la leche del parasitismo de la Iglesia Católica, promueve que el pueblo, ante las calamidades que sufre, se refugie en la superstición y el oscurantismo religioso haciendo coro al otro farsante y heredero del criminal caliesaje trujillista, el tecato Juan Luis Guerra 18-07-2007
Decían (como dicen los Calígulas reencarnados en Savonarolas inquisitoriales de la prensa venal de nuestro país respecto a todo el que no es de su gusto ni preferencia, en particular, respecto a los que, con justicia, los enjuiciamos como prensa amarilla y venal, cuya finalidad es apoyar a los verdugos del pueblo y a los vendepatrias) contra Larry Flynt los persecutores mojigatos de su revista Hustler, que ésta era pura pornografía que sólo incitaba a las malas costumbres y graves comportamientos de los jóvenes y adultos con la publicación de penes, vaginas y traseros, sátiras ultrajantes, actos sexuales, etc., que únicamente incitaban a transgredir las supuestas sanas doctrinas bíblicas, libro éste que, a decir verdad, tiene sus páginas y leyendas mitológicas llenas de incestuosidad, crímenes, genocidios, asesinatos, robos, ambiciones, depravaciones, fanatismo, negocios de la carne y concupiscencia, por lo que el gran escritor norteamericano Mark Twain escribiera que la Biblia cristiana no era más que un gran amasijo sanguinolento. Por ejemplo, ese rufián e hipócrita recalcitrantemente reaccionario y oscurantista supersticioso, alimentado y enriquecido con la leche del parasitismo de la Iglesia Católica sobre el pueblo dominicano que es Freddy Beras Goico, después de cansarse de comercializar con el sufrimiento del pueblo y el atraso de éste que los gobiernos reaccionarios, los yanquis y la Iglesia Católica-Vaticano y las sectas cristianas le viven inyectando, ahora proclama que la solución es que el pueblo se fanatice en la superstición oscurantista de la falaz creencia en dios y cegarse en esa inútil creencia. Sin embargo, esa prensa amarilla le hace el juego, y no resalta que eso es una salvaje pornografía perniciosa, nociva para la niñez y las gentes. Pero las vagabunderías de este depravado y recalcitrantemente degenerado asqueroso llegan al extremo de que, a raíz del padecimiento de una dolencia pancreática de carácter canceroso, según los especialistas consultados y mortal por necesidad en un breve plazo de tiempo, recurre a cirugía en los EE.UU. con los millones amasados con su labor de corrupción y tráfico de basuras morales, fingiéndose filántropo y supuestamente de vocación caritativa, lo que finge siempre para pescar incautos y simular así, ocultando su real perniciosa naturaleza y su condición de agente del oscurantismo, la explotación, la opresión, y el envilecimiento del país-pueblo dominicanos. Esto es, se pone en manos de la ciencia de punta por su modernidad y, por igual, de costosa en dólares, y tras salir con vida, gracias al usufructo de la ciencia en nivel privilegiado (aunque anda a rastras y dando muestras de cobardía y de falsedad, como una farsa ha sido siempre su perra existencia), recurre a la difusión vulgar de la superstición más grotesca y atroz, so pretexto de que el otro granuja, de su misma podrida naturaleza, el tecato Juan Luis Guerra, un vulgar y descarado agente imperialista yanqui, heredero de las peores tradiciones del caliesaje trujillista y sus crímenes, por lo que se refugia en el fanatismo protestante financiado por la CIA, le había anticipado, al momento de entrar en el quirófano, que Jesucristo lo acompañaría y se le haría presente, lo que en efecto ocurrió, según él, y gracias a lo cual quedó totalmente sano en forma definitiva, pero no por la ciencia médica en el área de la cirugía, sino gracias a las supersticiones y hechicerías mágico-fantásticas del cristianismo y sus engaños. Basuras todas que emplean y ponen a su servicio los científicos y tecnológicamente avanzados medios electrónicos de comunicación social, en su podrida orfandad de escrúpulos, para difundir sus hechicerías supersticiosas oscurantistas. Su tosco atrincheramiento, del que tan vulgar como groseramente se hacen eco los medios electrónicos de prensa o comunicación social, no son, según ellos, insultos, procacidades ni malas acciones, ni siquiera reparan en que esa fantasía fue creada primeramente por el hombre dominado por la más absoluta ignorancia ancestral, hoy recreada y continuada por el interés de los explotadores y opresores en mantener subyugado, mediante el opio o droga de la religión y la religiosidad, a los pueblos y masas explotados y oprimidos. Freddy Beras Goico, que se hastió de promover las bajas pasiones y las miserias humanas más aborrecibles por la televisión, practicante de la estafa a escala de masas, que llevó a la televisión, en el grado de lo inaceptable, la prédica y propaganda soez de la homosexualidad y el lesbianismo, como del chivateo y el proxenetismo (en testimonio inequívoco de sus preferencias ocultas pero que no se atrevía a manifestar públicamente), es de los que viven hablando y respaldando que la Policía, que los cuerpos coercitivos del Estado, que el gobierno y sus mecanismos represivos, se lancen como buitres o caníbales sobre aquéllos que entienden han transgredido con palabras o denuncias o protestas, la libertad de prensa. Pero claro, este sujeto, como los demás Calígulas Savonarolas inquisitoriales, que abogan por el desconocimiento de la libertad de prensa y la libertad de expresión y difusión del pensamiento e ideas, se sienten, y no están en esto errados, protegidos por la impunidad y de todo acto de arbitrariedad gubernamental, como se sentía el vagabundo Agripino Núñez Collado, el banquero criollo de dios y del Cardenal, protegido de la represión de la dictadura tiránica de la alimaña gobernante, hasta que un cancerbero de la Policía Nacional uniformado, en el Estadio Olímpico, aún a riesgo de que lo cancelaran, como entendemos que ocurrió, pues ese pata de buey ignorante, no percibía que Balaguer era, ante todo, con su reaccionarismo y criminalidad abusivas contra el pueblo y por su corrupción, un hombre de la Iglesia Católica y para la Iglesia Católica, le asestó aquel célebre e ilustrativo pescozón de que la impunidad un día se resquiebra. A despecho de todas las sandeces que difunde esa pirámide octogonal de Calígulas Savonarolas inquisitoriales, cuyo vértice es el alias Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez y en particular este Freddy Beras, queremos preguntar: ¿Acaso pueden impulsar al crímen y a las malas costumbres las expresiones verbales onomatopéyicas o malas palabras más que el refinado hipócritamente lenguaje adocenado de afeminados complacientes, o la ensarta más grande de esas expresiones que contiene la Biblia, tanto en su Viejo como en su Nuevo Testamento, esto es, que todo el cristianismo en general y el catolicismo en particular juntos? ¿Puede ser de más significado conturbador, hacerles creer a los niños y niñas, a los jóvenes de ambos sexos y a los adultos, que deben avergonzarse de sus órganos sexuales, como sus penes, sus vaginas y sus traseros, que todos los tenemos, que los actos de incestuosidad de que está plagada la Biblia Cristina de arriba hasta abajo? Los ejemplos abundan y sobran. Veamos, Abraham prostituye a su mujer Sara entregándosela por dinero al faraón diciéndole que es su hermana (Génesis, capítulo 12, versículos 13 y siguientes). Un dios sádico y sociópata que habla a Abraham diciéndole: Ofréndame la sangre de tu hijo Isaac y este último, confirmando que hijo de gato caza ratón, prostituyó a su mujer, Rebeca, vendiéndosela a Abimeled, quien la tomó a préstamo. Las intrigas y depravaciones de Isaac y sus dos hijos, que abarcan desde el capítulo 26 del mismo Génesis, lo cual demuestra lo que habría sido, en el supuesto de que fuera cierto, el ilustre parentesco que la Biblia les da a Jesús y a María. O si no, las farsas de Rubén, que se solaza a sus anchas con Vila, concubina de su padre Jacob (Capítulo 1, versículo 4). Y la de Tamar que se finge meretriz para acostarse con su suegro, Judá, y le pare dos gemelos que, dice el Génesis: “Eran dos muchachones que daba gusto verlos” (Capítulo 30 hasta el 38, versículos del 13 al 30). ¿Acaso esas palabras que esos mojigatos, como Freddy Beras Goico, Yaqui Núñez del Risco, Francisco Alvarez Castellanos (El Plebe o La Plebe), Miguel Franjul (el de los 30 millones de la estafa de los Báez a Baninter), Ruddy González, el oso-gay Pablo McKinney, el rufián César Medina, o la barajita sin demanda Angela Peña, tienen por malas y responsables de la descomposición social y la quiebra de esta absurda sociedad basada en la explotación y la opresión, enseñan más a delinquir y estimulan más la falta de moral y las inconductas que el ejemplo de cometer todo tipo de crímenes, robos, desmanes, porque éstos se justifican “en nombre de dios”? Tomemos si quieren el caso de esa apabullante campaña envilecedora de los grupos de las iglesias protestantes y de la Iglesia Católica-Vaticanista Apostólica y Romana y veamos qué efectos nocivos pueden tener en la conciencia de un ignorante y analfabeto funcional cuando toman en sus manos un nocivo texto bíblico y abren, por ejemplo, el Deuteronomio, y deletrean cómo los israelitas asolaban, impulsados por su supuesto dios Yahvé, robando, depredando, asesinando, lo cual queda así justificado, según ellos, porque las acciones de esos criminales eran obra de “un reino sacerdotal y nación santa” en los que ardía “El espíritu divino… a las órdenes de caudillos carismáticos y que a la cabeza de todos ellos combatía Yahvé, cuya descripción se encuentra en el Génesis, en el Exodo 19, 16, en Hebreos 11, 9, Zacarías, 2, 16, en Josué, a partir del capítulo 24; en Números 21, 3 hasta el 33, 5 y ss.; en el 1 de Samuel 11; en el 2 de Samuel, 10, 6 y ss., Salmos, Jeremías, entre muchos otros, que a éste, a Jahvé, lo describen como: El que no perdona a nadie su castigo, cuya nariz exhala humo y cuya boca escupe “fuego devorador”, el que “arroja llamas”, hace llover azufre, envía serpientes encendidas y la peste, el “Señor de los Ejércitos”, de las “huestes de Israel”, el “guerrero justo”, el “héroe terrible”, el “dios terrible”, el “dios celoso, que castiga en los hijos la maldad de los padres hasta la tercera y la cuarta generación de los que le aborrecen”. Cierto que alguna vez Yahvé “usa de misericordia” y realiza acciones “salvíficas”. Pero si alguna vez se preocupa por los paganos, ello sólo sucede en la medida en que “los gentiles eran judíos en potencia”. Por lo demás, de él sólo emanan “tribulaciones”, “destrucción”, no poca “ruina súbita”, por ser “para los habitantes de toda la tierra”. Cuando hace acto de presencia, el mundo tiembla, se estremecen las montañas y los enemigos caen como moscas. La regla de oro para el trato con una ciudad enemiga: “Cuando gracias a Yahvé, tu Señor, haya caído en tus manos, pasarás por la espada a todos los hombres que en ella habiten, y serán tuyas las mujeres y los niños así como las bestias y todo cuanto hubiere en ella”. Evidentemente, tan misericordioso trato sólo está reservado a los enemigos lejanos; a los más próximos: “Ni uno solo debe quedar con vida”. ¿Acaso puede haber peor pornografía envilecedora y enaltecedora del crimen que este amasijo de sangre compendiado en el Viejo Testamento y continuado en el Nuevo, que termine convirtiendo en sociópata al que le caiga en las manos sin tener dominio del discernimiento? Esos componentes de la pirámide octogonal de los Calígulas Savonarolas inquisidores contra la libertad de prensa y la libre expresión y difusión del pensamiento, dirigidos por el fascista Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, ¿pueden atreverse a afirmar que todas esas basuras criminales y asesinas son comparables o simples expresiones verbales que los puritanos y mojigatos quieren denominar malas palabras? En nada debe extrañar que no por pura coincidencia, al mismo tiempo que este nocivo y pernicioso grupo de los 8 Calígulas Savonarolas inquisitoriales bajo el mando del peor de todos los Calígulas Savonarolas inquisitoriales, que es el pontífice del parasitismo, el llamado Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, despliegan y agiten para la coerción y las cruzadas persecutorias contra la libre expresión y difusión del pensamiento a través de los medios electrónicos de comunicación social, el gobierno paria de Leonel Antonio Fernández Reyna, con sus sicarios, estén acosando a sindicalistas por medio de chantajes groseros de que deben pagar sumas próximas al medio billón de pesos por haber respaldado el paro condenatorio a esta administración por su abandono del país y el pueblo, como ocurre con Fenatrano; o bien, que los grupillos de descalificados sociales y mercenarios, dirigidos por el insignificante, mediocre y estafador de fondos de la sociedad siquiátrica dominicana, como lo es el viralata de los callejones de Villa Francisca, Nelson Moreno Ceballos, en contubernio con Fidelio Arturo Despradel Roque, comprobadamente vendidos al gobierno paria de Leonel Antonio Fernández Reyna, estén desplegando una verdadera batida inquisitorial de persecuciones y represiones a los que, como Amparo Chantada, se atreven a pensar con cabeza propia y reclaman transparencia en la llamada Academia de Ciencias, en donde, lo menos que hay es precisamente ciencia; o bien que el tahúr y Senador por Ocoa Pedro Alegría Soto, un verdadero perrodé, quien ilustra con su persona y sus actividades como socio de las empresas del juego de azar Loto, bancas e hipódromo, lo deleznable que es ese órgano del Poder Legislativo de la República en la actualidad, desbordó su furia represiva y odio a la libertad de prensa, y a la libre expresión y difusión del pensamiento, haciendo perseguir y condenar por un cuestionable juez, que no tuvo escrúpulos ni pudor para demostrar lo prostituidos y frágiles que son los tribunales y los jueces de la Judicatura dominicana, al infeliz y aterrorizado informador público provincial David López; y que además dispone arbitrariamente que nuestro programa “La Voz del PACOREDO” no sea transmitido por la radio cuyo espacio le tiene arrendado al Estado dominicano y que, como tal, a él deben tener acceso todos los dominicanos, independientemente de sus creencias ideológicas y su militancia política partidaria o no partidaria. Por igual, cómo los mercenarios del gobierno y del pernicioso Dañino Peña -el zar de la corrupción leonelista en materia de construcción por contrato grado a grado con presupuestoS archi abultados y sin planos, como sin llenar los requisitos de ley para repartirse las abultadas ganancias entre él y su jefe, que no es otro que Leonel Antonio Fernández Reyna- agrupados en el CODIA, se aprestan a someter y a expulsar de su seno al ingeniero geólogo Osiris de León por las persistentes críticas y denuncias en contra del absurdo Metro. Es que esta nueva campaña de demandas por parte de los sectores de marras de que se coarte la libertad de prensa, al igual que el derecho y la libertad de expresión y difusión del pensamiento y de las ideas, no sólo que es un ejemplo sumamente ilustrativo de las intensas como complejas contradicciones existentes en la base y en todo el desenvolvimiento de la sociedad y la vida de la nación dominicanas, que lejos de amortiguarse se agudizan y se vuelven más intensas como complejas y diversificadas, sino que viene a corroborar y concurren en prueba demoledora de que es totalmente cierto lo afirmado por Lenin cuando escribía que “la ley de la mecánica establece que la acción es equivalente a la reacción. En la historia -agregaba el maestro- la fuerza destructora de la revolución depende también, y no poco, de la fuerza y la duración del período de tiempo que actué en el aplastamiento de las aspiraciones de libertad, de la profundidad que alcancen las contradicciones entre la ‘superestructura’ antidiluviana y cavernícola y las fuerzas vivas del pueblo en la época actual… es que las masas tienden a la democracia y a la libertad como las plantas tienden y buscan los rayos de luz del sol”. La explotación, como la opresión económico-social, política, ideológica, policíaca y militar, se han tornado más graves e intensas en contra de las masas del pueblo, el régimen y sus clases soportes y beneficiarias son más cruelmente despiadadas e hipócritas, tal cual lo refleja el comportamiento de su gobierno paria como lo es el de Leonel Antonio Fernández Reyna, que ahonda, amplía e intensifica el grado de pobreza como los niveles de miseria y sufrimientos producidos por las gentes, habiéndolos elevado a un punto de acorralamiento en que cada vez se vuelve más perentorio y obligado recurrir a la lucha y al enfrentamiento del modelo neoliberal como a los estamentos de clases sociales beneficiados que se aprovechan y ganan con la miseria del pueblo y hasta con la destrucción de la nación dominicana, y es de esta situación de conjunto de la que se produjo el reflejo de la protesta político-cívica nacional del pasado 9 de julio, a la que concurrieron todos los sectores de la nación, dejando constancia inequívoca de que se está dispuesto a luchar, y a no dejarse pasivamente aplastar; pero también es reflejo de la reacción cavernícola de los sectores anti-diluvianos del reaccionarismo y de la intensificación de la miseria y la pobreza que abate en forma tan despiadada como brutal la vida y la existencia de las gentes, lo que produce esas perniciosas reacciones demandando ¡abajo la libertad de prensa! y que se aplaste el derecho a la libre difusión de las ideas, que conforman el pensamiento de las gentes del pueblo. Como citábamos anteriormente del artículo de James C. Goodale sobre la Primera Enmienda constitucional a la Carta Magna norteamericana, los de la pirámide octogonal de los Calígulas Savonarolas contra la libertad de prensa, cuyo vértice superior lo ocupa el gran hechicero antediluviano y supersticioso como parasitario, el nombrado Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, y que tiene como base el octágono de los Freddy Beras Goico, Yaqui Núñez del Risco, Francisco Alvarez Castellanos, Miguel Franjul, quien tomó de Baninter 30 millones para una fábrica de leche; Ruddy González, al que Roberto Salcedo le paga dos guardaespaldas con los fondos del cabildo capitalino sin razón ni justificación de índoles algunos; Pablo McKinney, el gay de la vertiente de éstos conocidos como los osos porque son excubos o recibidores, que se dejan la barba en forma de candado para ocultar su papel de suplantadores de la función de las mujeres en el coito sexual; el perverso César Medina, empedernido confidente de los servicios de espionaje que se vanagloria de nunca haber tenido un expediente policíaco-judicial en ningún tribunal -¡ja!, ¡ja!, ¡ja!-, pero que no dice por qué tuvo él, César Medina, que renunciar de su primer empleo en el almacén de Obras Públicas, del que salió renunciado para no terminar amarrado y depositado en la cárcel de La Victoria por ¡ladrón!, ¡alábate catre viejo, que muy bien que conocemos tus correrías, como la de travesti junto con Cristian Dior Jiménez, como tú mismo tuviste que admitir que es verdad en el programa del señor Pastrano en televisión!; y ni qué decir de la última cara del octágono base de la pirámide de los Calígulas Savonarolas inquisidores contra la libertad de prensa y contra el derecho a la libre expresión y difusión del pensamiento, cuyo cabecilla es el gran vividor y parásito, pontífice de la superchería y el vividorismo, el nombrado Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, esta cara es la de la insignificante socialcristiana que el marido la botó; todos ellos hacen mucho escándalo con lo de que se ultraja de palabras y con acusaciones a las buenas costumbres y a gentes honestas y honradas, que están al servicio -qué casualidad- del régimen de explotación y opresión o del gobierno de turno, les citamos, repetimos, precisamente el fallo respecto al caso del New York Times vs Sullivan 376 U.S. 254 del año 1964 de la Suprema Corte de Justicia, a la luz siempre de la Primera Enmienda respecto a cómo interpretar y reconocer el papel de la libertad de prensa y de la libre difusión del pensamiento debe servirle definitivamente de lección, pero el ignorante, como el bruto, y los de la pirámide de base de octágono con su vértice superior que hacen nueve lo son todos por igual. Son como los mojones que no echan cabeza nunca. Oíganlo, búsquenlo, recurran en Internet si les place, a las publicaciones electrónicas de la USIS (Embajada yanqui en el país) en “Temas de la Democracia” Vol. 2, No. 1, Febrero del 1997, allí encontrarán el artículo de James C. Goodale, que dice en su párrafo 8 lo siguiente: “La Corte Suprema falló que aunque algunas de las afirmaciones en el anuncio eran falsas, la Primera Enmienda no obstante protegía al Times del juicio promovido por el funcionario. La Corte consideró el caso ‘dentro del marco de un profundo compromiso nacional con el principio de que el debate de asuntos públicos debe ser libre de inhibiciones, vigoroso y abierto y que puede muy bien incluir ataques vehementes, cáusticos y algunas veces desagradablemente agudos contra el gobierno y los funcionarios públicos.’ A la luz de este compromiso, la Corte adoptó la norma de que un funcionario público no puede obtener resarcimiento de daños por una falsedad difamatoria relacionada con su conducta oficial ‘a menos que pruebe que la afirmación fue hecha con “dolo real y efectivo”, es decir, a sabiendas de que era falsa o haciendo caso omiso temerario de su veracidad o falsedad’. Posteriormente la Corte extendió esta norma más allá de los ‘funcionarios públicos’ para incluir los juicios por difamación entablados por cualquier ‘figura pública’. Curtis Publishing Co. vs. Butts y Associated Press vs. Walter, 388 U.S. 130 (1967)”. Cojan ahí, carajos a la vela, lambones, lacayos, ineptos Calígulas por corruptos, depravados y degenerados, Savonarolas por disfrazarse de una moralidad de la que todos y cada uno son huérfanos e inquisidores porque no resisten el peso del debate libre, abierto y sin medias tintas. Mañana seguimos con el tema.
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