Aunque el plumífero Juan Bolívar Díaz pretenda desvirtuar los hechos

Hasta el pueblo español está harto del parasitismo y la intromisión usurpadora de los prelados degenerados en los asuntos de la sociedad laica, mundana o seglar, siempre al servicio de los opresores y verdugos del pueblo

 

Lo más significativo de la derrota que los electores españoles hace poco le dieron a los grupos franquistas y clericales católicos ultraderechistas, agrupados en el partido de José María Aznar, socio de George W. Bush y Tony Blair en las guerras de exterminio y saqueo contra Afganistán, Irak y Palestina, así como de la amenaza constante de aplastamiento militar a los países y pueblos que insistan en defender sus riquezas nacionales y sus fronteras, y con esto, el marco de sus respectivas soberanías nacionales y su autodeterminación, es que votaron por la laicidad del Estado y la sociedad españolas.

Votaron por la separación de toda confesión o Iglesia religiosa y el Estado, en contra de que las concepciones morales, supuestamente divinas, de las confesiones religiosas, les sean impuestas a la sociedad civil que es tal, precisamente, por diferenciarse en forma absoluta de todo agrupamiento místico-religioso. Así como votaron los españoles para que sea disuelto el infame Concordato del año 1979, que tiene su origen en el Concordato del año 1953, que fue del que copiaron e impusieron en nuestro país el oprobioso Concordato la Iglesia Católica y el dictador Trujillo que, con carácter ilegal, ilegítimo e inconstitucional, se proclama que aún está vigente en nuestro país desde el año 1954.

La derrota dada por los electores españoles en forma mayoritaria a los fascistas del Partido Popular, cuyo candidato fue Rajoy, se expande y recae principalmente sobre las pretensiones de la Iglesia Católica-Vaticano de seguir parasitando, mediante el tutelaje sobre el Estado y obteniendo de éste el financiamiento de sus actividades particulares, de sus creencias, así como de poseer el control sobre la educación, en particular de la pública del Estado español, cuando la Iglesia Católica de España, con su Episcopado y sus cardenales, llamaron, como se recuerda, a votar en contra de Rodríguez Zapatero del Partido Socialista, por éste haber afectado, en el papel, los intereses y privilegios de la Iglesia Católica, a la vez que permitía que cada hombre libremente decidiera sus asuntos personales y derechos de tal naturaleza, o sea, en materia de educación, en materia social, en materia de filosofía, etc., como en materia sexual o del matrimonio, permitiéndosele que cada quien hiciese y legalizara la unión que, según sus convicciones y sus creencias, fueran las de su entera conveniencia.

De esta manera queda definitivamente claro que, todo es contrario a lo que dicen los plumíferos y periodistas amarillos de a tanto por línea, como Juan Bolívar Díaz Santana, quien ha pretendido darle un significado aéreo y extraño a la derrota de los derechistas y a las pretensiones de la Iglesia Católica de España y el Vaticano de mantener, como hemos dicho, su parasitismo y tutelaje sobre el Estado y la sociedad españoles.

Pregonando vacuencias y haciendo piruetas en las que habla, Juan Bolívar Díaz Santana, de que el resultado electoral de España es contra los que querían dividir a España en dos Españas para más adelante admitir que realmente España está dividida y entre dientes reconocer que los españoles no quieren el Concordato. Pero, como es natural, calla y silencia que aquí, en el país nuestro, estamos precisamente padeciendo una situación igual que la que los españoles y en España no se soporta con la Iglesia Católica, la cual, como hemos dicho, tanto aquí como en España, se impusieron originalmente durante las dictaduras de Trujillo y Franco respectivamente.

 

Volver a la Página Principal