Subero Isa junto a su jauría de cínicos secundados por el agente jesuita Gómez Pepín (Jack el Destripador) evidencian estar atrapados en su actividad usurpadora de la Judicatura y amenaza “no hablar más del asunto” de la Sala Constitucional 08-07-2009
De que están desesperados, la parasitaria Iglesia Católica-Vaticano y sus amanuenses tipo Jorge Subero Isa, el usurpador de la condición de juez miembro y Presidente de la Suprema Corte de Justicia, junto con el resto de la jauría apócrifa de cínicos de los jueces que constituye ese tribunal, lo están, tal y como lo demuestran, tanto las declaraciones del aldeano montaraz y ciudadano roma, Jorge Subero Isa, amenazando con que “no va hablar más del asunto” de la Sala Constitucional propuesta en el proyecto de modificación de la Constitución y a la que se ha opuesto rabiosamente, y el hecho de que Radhamés Gómez Pepín, “Jack el Destripador” salga a secundarlo. Jorge Subero Isa en reiteradas ocasiones, y lo volvió a hacer recientemente, ha declarado, que de aprobarse la creación de la Sala Constitucional el país podría ser víctima de un Golpe de Estado como el perpetrado en Honduras por la Iglesia Católica-Vaticano junto a las sectas protestantes encabezando la reaccionaria oligarquía de ese país centroamericano, lacaya genuflexa de los monopolios imperio-capitalistas de Estados Unidos, como lo son todas las oligarquías de Latinoamérica. Con esta segunda amenaza, Jorge Subero Isa está diciendo: Ya se los dije, si la Suprema Corte de Justicia (que es un feudo de la Iglesia Católica-Vaticano hasta el punto de que el derecho civil lo ha sustituido por el derecho canónico) deja de ser la que decida en este país lo que está apegado a la Constitución o no, entonces se verá en la inevitable situación de hacer lo mismo que en Honduras: dar un Golpe de Estado, desconociendo definitivamente la autodeterminación popular, reconocida, por lo menos formalmente, en el régimen político de la democracia en el capitalismo, para que, de una vez y por todas, con la anulación de la posibilidad siquiera de un Estado de Derecho, la Iglesia Católica-Vaticano, con su Cardenal, el archi-parásito y vividor, Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, igual como lo ha hecho el otro alias Cardenal, Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, en Honduras, su socio en sociedad, imponga la dictadura de la Iglesia Católica-Vaticano y los monopolios imperio-capitalistas, por la que tan empecidamente, desde 1996, han venido conspirando para instaurarla, único régimen en el que su parasitismo y vividorismo serían sostenibles. Sin duda que Jorge Subero Isa vuelve y amenaza, y el otro agente jesuita, Radhamés Gómez Pepín, “Jack el Destripador”, lo secunda chillonamente como el falsete de un dúo, pues las movilizaciones populares, no ya en Honduras, sino aquí mismo, como forma de reclamos y escuela de las masas en el ejercicio de la democracia y por su autodeterminación, los tienen desesperados y los hacen entrar en pánico pues está más claro que la luz del sol, que lo primero que pone en peligro de extinción, por inconstitucionales, ilegítimos e ilegales, al iniciar sus labores la tal Sala Constitucional, es al Concordato y sus aditamentos, el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael, porque, de lo contrario, dicha Sala Constitucional sería un aborto o, si no, una criatura mostrenca.
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