Para un auténtico movimiento de izquierda 19 de mayo 2010
Hay diversos y muy variados como sustanciosos aspectos, que se perfilan como componentes obligatorios, para emprender la estructuración de un auténtico movimiento de izquierda real y verdadero, que no sea una repetición de los grupos adocenados, esto es, de elementos con mentalidad de sirvientes y lacayos, apéndices de la burguesía y sus estamentos como de sus instituciones, por lo que, dichos grupos, no pasan de ser antros de mercenarios, que jamás han sentido cuando menos la inclinación o la más elemental curiosidad por la teoría revolucionaria de las masas trabajadoras y explotadas, que es la teoría del socialismo proletario, cuyos fundamentos y bases crearan Carlos Marx y Federico Engels, y que consolidaran, profundizándolos y encarnándolos en la brega de la clase obrera y los trabajadores junto a la intelectualidad socialista revolucionaria Lenin, Stalin y Mao Tse Tung, por lo que es una verdad corroborada por la práctica y experiencia históricas el que esos antros de oportunistas terminarían convirtiendo a sus seguidores, en vez de revolucionarios concientes y firmes, en adictos viciosos, desde su posición de abyectos seguidistas de la burguesía, a las teorías absurdas y contrarrevolucionarias de hasta comprobados espías de la CIA y agentes pagados por el imperialismo norteamericano, como da asco oírlos mencionando como figuras revolucionarias a traidores y espías como Juan Emilio Bosch Gaviño y José Francisco Peña Gómez, al igual que resaltando imaginarias acciones supuestas de carácter popular-revolucionario de tales canallas y de sus engendros partidarios, como son el Perrodé y el Pálido-pelegato, a los que insisten en atribuirles tener o haber tenido alguna que otras veces caracteres de organizaciones populares, y negándose a reconocer, no admitiendo, a contrapelo de los hechos comprobados, que tanto el Perrodé, desde su arribo al país en el 1961, como el Pálido-pelegato, creado como una facción por el maestro del espionaje y agente experto de la CIA y el imperialismo norteamericano como del trujillismo, Juan Emilio Bosch Gaviño, en aras de simular supuestas ideas “socialistas” y de “emancipación”, que al fin y al cabo, como corrobora la práctica, consagrada por los hechos a través de los acontecimientos, no han sido más que, simple y llanamente retrancas, enemigos jurados del pueblo y de la revolución, función asquerosa que jamás dejarán de hacer, en tanto el Perrodé como el Pálido-pelegato son instituciones burguesas, social-reformistas y contrarrevolucionarios recalcitrantes, cuyo único afán es obtener el espurio galardón de los sirvientes y lacayos abyectos que, por servir al imperialismo norteamericano y a la reacción de las cavernas, en un momento circunstancial, éstos les dispensan preferencias y les permiten saquear al país, así como recibir las sobras que caen de la mesa de su festín de la explotación y opresión. Al enumerar esos aspectos imprescindibles que ha de ostentar, como su plataforma fundamental, el necesario movimiento revolucionario popular, debemos subrayar los siguientes: 1ro.- Un formal, público y permanente rompimiento con las nocivas y prostituidas prácticas de dependencia política, táctica, organizativa, operativa, teórica e ideológica respecto a los corrup-partidos del sistema y sus satélites; haciendo la crítica y denuncia permanentes y continuas de todas las absurdas teorías de traiciones, lo mismo que sus prácticas de los pálidos-pelegatos, de los perrodés y de las sabandijas y alimañas reformistas-trujillistas. 2do.- Una línea-plataforma de rompimiento y lucha frontal en contra de los órganos de la prensa amarilla mediática de la burguesía, de la Iglesia Católica y del imperialismo norteamericano. 3ro.- Poner en primer plano la demanda y realización de las conquistas políticas, sociales y económicas propias al Estado de Derecho. 4to.- Denuncia y condena de las políticas y prácticas gubernamentales de carácter para-militar, para-policial y narco-terroristas que configuran la actual línea oficial del gobierno del disoluto, corrupto, corruptor, sanguinario, indolente, criminal y cínico Leonel Antonio Reyna. 5to.- Romper la complicidad con la política terrorista-criminal de la P.N. por orden del gobierno y de la Iglesia Católica-Vaticano de las ejecuciones, fusilamientos, asesinatos, atropellos, secuestros y torturas de la P.N. y su actual Jefatura, igual que todas las anteriores, sobre todo desde el 1996 hasta la fecha actual. 6to.- Rompimiento total, cabal y completo con las vinculaciones abominables y de dependencia de la casi totalidad de los seudo-grupos y sus seudo-dirigentes, que conforman una falsa izquierda, con la Iglesia Católica-Vaticano, dando el deprimente cuadro del absurdo de una supuesta izquierda que es realmente clerical, como neoliberal y lacaya. 7mo.- Colocar en el primer orden de la primera línea de combate la meta del Estado Laico como la única forma de Estado de Derecho. 8vo.- Consecuente con esto, hacer de la lucha por la disolución del oneroso como infame Concordato del Estado Dominicano con la Iglesia Católica-Vaticano tarea primordial en el camino de alcanzar el Estado democrático de Derecho, que es imposible de que opere bajo la condición de oprobio del Concordato, cuyo contenido es la anulación, como principio, de la auto-determinación del pueblo y todo cuanto signifique soberanía popular y definitiva y absoluta negación de todo cuanto sea democracia. 9no.- Que dicho movimiento no tenga ni reconozca centro hegemónico ni mucho menos de donde provengan lineamientos de comportamientos politiqueros, ideológicamente oportunistas y socialmente negadores de la lucha de clases, como serían los casos respecto al chavismo y sus embarres de aquelarres ridículamente designados como supuesto socialismo siglo XXI. 10mo.- La lucha por una educación laica, consecuente con la absoluta separación entre el Estado y la Iglesia y toda otra confesión religiosa: católica, anglicana, protestante, evangélica y cristiana, o de cualquier otra índole. 11ro.- La lucha por revertir el traumático proceso de privatización neoliberal de la atención médica y hospitalaria, demandando que el Estado recupere los hospitales públicos y programe un sistema de atención a la salud del pueblo, que al igual que con la educación, se les garanticen a las masas populares, hoy desprotegidas y desamparadas en cuanto a estos asuntos vitales, al igual que el sufrimiento de hambre, miseria y todo tipo de indigencia, superen esas carestías y así se reincorporen a la sociedad y a la suerte o destino de la nación. 12do.- Renuncia total, cabal y completa a toda concesión al neoliberalismo y su globalización, que la práctica, suprema juez de la historia, ha demostrado que sólo responden a los intereses de la burguesía monopolista y a su capital financiero mundial, cuyo régimen es el imperio-capitalismo internacional. 13ro.- Abandonar la complicidad escandalosa con la carnicería del gobierno paranoico terrorista del disoluto Pálido-pelegato que encabeza Leonel Antonio Reyna. 14to.- Reivindicar en todo su alcance y su significado real los derechos democráticos y las libertades públicas, políticas, que han sido aplastadas empleando, el disoluto narco-para-terrorista Leonel Antonio Reyna, la abominable práctica del soborno, la prostitución y la desmoralización de la ciudadanía con una inocultable plataforma, que es la extensión, al campo de la política, de la misma práctica y artimañas que han sido de hecho patentizadas por los grandes carteles de las drogas y sus sucursales para la distribución de estupefacientes, hasta el punto de que cada acción y cada paso que en la vida real lleva a cabo el narco-terrorista y para-policial gobierno del disoluto y corrupto como sanguinario, asesino, indolente y cínico Leonel Antonio Reyna, lleva la impronta que curiosamente le da, en forma inexorable, el sello de la práctica del narcotráfico.
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