Los agentes anti-nacionales del Centro Bonó, Francisco Santos, Agripino y sus socios de la Barrik Gold y la suspendida cementera de los Haitises se aúnan para propiciar la quema criminal de las reservas boscosas de la República Dominicana como paso preparatorio de la destrucción de la nación Dominicana y su fusión con Haití 27-04-2011
Si se quiere poner control a los desmontes y quema, sistemáticamente implementados, en las zonas protegidas para el equilibrio ecológico del país, las autoridades correspondientes sólo tienen que, rompiendo con la impunidad y la pusilanimidad frente y con respecto a la Iglesia Católica-Vaticano, entrarle al centro de conspiración antinacional anti-dominicano como pro-haitiano del Centro Bonó, que se hace llamar Grupo Cura Juan Montalvo, y muy particularmente a las sabandijas del viejo agente mercenario Francisco Santos. Los incendios y desmontes en Los Haitises, Monte Plata, Bayaguana-Yamasá como en el Parque Jaragua y zonas boscosas aledañas, son llevados a cabo por grupos de haitianos, de los migrantes ilegales, que son depredadores consuetudinarios y patológicos a los que, a su vez, los grupos económicos, como los de la Zona Franca de Santiago, de las gentes de Agripino Núñez Collado, el Monseñor empresario-financiero de su dios Jesucristo y su mafia, que además opera en el lavado de activos y del narcotráfico, como en el sicariato y tráfico de influencias dentro del Estado y de impunidad, como lo relatan, con su lenguaje de ejemplos, los casos de los Félix García, los Capellán, los Estrella, los Guante, los del Homs de Santiago, al igual que los del Aeropuerto Cibao de Licey al Medio, que son los mismos del funesto proyecto de la tristemente famosa Fábrica de Cemento en Los Haitises, del que no han desistido y apenas lo tienen frizado, creando las condiciones apropiadas para arremeter de nuevo, como no dejan de celebrarlo en sus tertulias íntimas del bajo mundo. Y que, como es sabido, son compinches, aliados y socios, de los de la Barrick Gold, la cual, con el gusano venezolano cubano, Gustavo Cisneros, prosigue arremetiendo criminalmente en contra de la fauna, la flora y los ríos de la República Dominicana, lo que a su vez es un programa compartido por el disoluto y perdulario de todas las miserias y cuanto significa acción execrable en contra de la República Dominicana, su población y la humanidad.
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