Iglesia Católica y su cardenal lanzan campaña contra libertad de prensa y la libre expresión de las ideas

Reafirman su depravada naturaleza de sustentadores del absolutismo autocrático y teocrático enemigo de las libertades democráticas

EL VIL OPUSDEISTA JUAN BOLIVAR DIAZ SANTANA SALTA RAUDO A RESPALDAR TAL INFAMIA ANTI-DEMOCRATICA

05-09-2011  

 

Es extraño, digamos que terriblemente extraño, que al momento del cabecilla más beligerante de los grupos apéndices de la Iglesia Católica-Vaticano y del Opus Dei, el vil Juan Bolívar Díaz Santana, se destapara en torno a la libertad de expresión, de la que afirma que ahora se encuentra ante una ofensiva cuyo objetivo es restringirla o reducirla, sólo y únicamente circunscriba las amenazas a veleidades y amenazas expuestas por funcionarios civiles, administrativos y legislativos gubernamentales, en tanto, de forma harto descarada como depravada, calla y simula, hasta hipócrita y taimadamente, ignorar que es la Iglesia Católica-Vaticano, su Episcopado, como de manera especial el Arzobispado de Santo Domingo, los que desde siempre lo han hecho, y en particular desde el 16 de agosto del 2004, mes en el que el día 21, su principal cabecilla, el despótico y archiparásito Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, llegó a reclamar la formal instauración de una dictadura, declarando de paso que la democracia había fracasado, para, apenas el miércoles 31 de agosto de este año 2011, lo que recoge la prensa amarilla, mediática y mercenaria, como es el caso específico de “Hoy” del Opus Dei-Pepín Corripio, C x A que en su página 8-A del 1ro. de septiembre recoge que ese mismo funesto sangriento, odiosamente asesino, al que le corresponde la paternidad de las ejecuciones y su coartada de los intercambios de disparos de los escuadrones de la muerte de la PN, recién anunció que la Iglesia Católica, con ese Arzobispado suyo a la cabeza, ha lanzado una cruzada inquisitorial para chantajear e intimidar a los medios de comunicación y a sus propietarios respecto al contenido de lo que defienden y a lo que dan acogida en su seno.

Más aún, que la Iglesia Católica-Vaticano y el Arzobispado de Santo Domingo, bajo sus fauces de cancerbero persecutor despiadado, según se ha autoproclamado ese mismo sátrapa Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, esa Iglesia Católica-Vaticano ha procedido a crear una llamada “Fundación a Favor de lo Bueno”, con la que articulará, sobre los medios de comunicación, sus presiones y persecuciones inquisitoriales de restricciones y reducciones, a fin de coacción de la libertad de prensa, evidentemente como buscando el constreñimiento de la libre difusión de las ideas, y, por ese mismo medio, de la libertad de pensamiento.

Todo ello, dada la larga experiencia de criminalidad y persecuciones, violatorias de los derechos democráticos sobre las poblaciones, tanto en el país como en todo el mundo, por parte de la Iglesia Católica-Vaticano, que, como se ha demostrado, es, junto al imperialismo norteamericano, la responsable, la orientadora y defensora a ultranza de la dictadura tiránica de Trujillo, del 1930 al 1961, al igual que de todos y cada uno de los regímenes criminales instaurados en el país desde el 1961 hasta la fecha.

La Iglesia Católica-Vaticano fue la auspiciadora e instigadora del genocidio de Palma Sola el día de los Santos Inocentes, según su propio santoral, a fines del año 1962; como respaldó todas las violaciones a los derechos democráticos, y en particular a la libertad de prensa, del Consejo de Estado: como del Triunvirato golpista del 1963 al ’65, participando en las actividades conspirativas para el derrocamiento del gobierno que se produjo el 25 de septiembre de 1963.

Del mismo modo respaldó la intervención del imperialismo norteamericano y sus tropas en el 1965 pisoteando la soberanía nacional y el derecho a la autodeterminación del pueblo dominicano, a la vez que respaldó los crímenes de lesa humanidad del grupo títere de lacayos de San Isidro que, con Imbert Barreras a la cabeza, junto a todos los altos oficiales entreguistas y más reaccionarios, se proclamaron Gobierno de Salvación Nacional, que actúo como tropa de choque en contra de los patriotas, llegando a cometer horrorosas matanzas, como las de Mata Redonda, Hacienda Estrella, Aras Nacionales y la del Río Yuca, en el hoy Santo Domingo Norte, siendo asesinados periodistas y estudiantes, lo cual fue reconocido por los grupos de los derechos humanos internacionales que investigaron los hechos, y cuyos informes dan constancia concreta de dichas masacres, efectuadas con el apoyo de la Iglesia Católica-Vaticano.

El mismo alias Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez expresó que entre los objetivos de su Fundación inquisitorial de constreñimiento de la libertad de prensa y de la libre difusión de las ideas, están promover y dar seguimiento y monitoreo de los contenidos y formas de los medios de prensa, y así sucesivamente desplegar todo tipo de acciones de injerencia y control, apelando a los recursos del chantaje y la intimidación.

No obstante, esa sabandija y mercenario del opusdeismo y de la Iglesia Católica-Vaticano, Juan Bolívar Díaz Santana, hace silencio total de lo que en forma descarada y depravada anuncia que está llevando a cabo la Iglesia Católica-Vaticano, que no es ninguna institución nacional, sino eminentemente extranjera, por lo que su acción en este caso, como en otros tantos, tiene el grotesco carácter de intromisión e injerencia de un Estado extranjero, artificial y parasitario además, que se jacta de atribuirse la potestad colonial de aplastar la soberanía nacional dominicana y practicar insolentemente la intromisión y la injerencia en los asuntos internos de los dominicanos y de su sociedad.

Al parecer Juan Bolívar Díaz Santana, a la cabeza de los planes de la Iglesia Católica-Vaticano persiste en escandalizar con el affaire entre Nuria Piera, que nadie puede negar que haga un periodismo por paga y de carácter mercenario, y que es parte de la ultraderecha dominicana que dirige la Iglesia Católica-Vaticano, de un lado, y Euclides Gutiérrez Féliz que, como trujillista y boschista, gusta del autoritarismo y el despotismo.

Juan Bolívar Díaz Santana siempre ha desempeñado el papel de agente de la reacción católica y de la Embajada yanqui, y por igual, había venido siendo cómplice, a cambio de prebendas y privilegios, como es el enganche en el tren administrativo del Banco de Reservas de más de media docena de hermanos, hijos, hijastros, esposa e hijos de ésta, de la labor de soborno que el gobierno del perdulario Leonel Antonio Reyna desde siempre ha desplegado para el envilecimiento de los periodistas, quienes han sido prostituidos en un nivel nunca antes conocido en el país.

Según la conducta de este granuja mercenario de Juan Bolívar Díaz Santana, la Iglesia Católica-Vaticano tiene el derecho divino de desplegar su criminal labor inquisitorial, en violación de la libertad de prensa y de constreñimiento de la difusión del pensamiento como de persecución de las ideas hasta en los medios de prensa propiedad de particulares.

 

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