LAS LUCHAS REVOLUCIONARIAS DESDE LOS AÑOS 60 ENCARNAN LA CONFRONTACIÓN ENTRE LA PERNICIOSA LINEA DEL CASTRO GUEVARISMO FOQUISMO Y EL TROTSKYSMO CONTRA LA CONCEPCIÓN ESPLENDOROSA Y RENOVADORA DEL MARXISMO-LENINISMO Los oportunistas derrotados y en bancarrota sólo llegan a la mendicidad más abyecta de los agentes del neoliberalismo, anti-dominicano y pro-haitiano, es decir pro-imperialista, que le rinden culto al parasitismo al oscurantismo y a la superchería de la Iglesia Católica-Vaticano 15-09-2014
Mientras el proceso histórico-social y político seguía hacia delante, como si poco o nada le importara, ni le ameritara tomar en cuenta, los afanes y desvaríos de una desesperada pequeña burguesía, que se debatía, sin vocación alguna de asumir una teoría comprobada y segura, basada en la lucha de clases y las bregas políticas generales; los representantes ideológicos y políticos, de dicha pequeña-burguesía, que sentía, cada vez con más apremios, gran ahínco e intensidad, el proceso histórico de depauperización y proletarización, del que es portador natural, como espontáneamente, el régimen capitalista en general, y bajo el dominio imperialista de manera especial; con sus leyes internas de desarrollo, que se concretizan y materializan, precisamente, como tal proceso de proletarización, y depauperización y empobrecimiento, de las capas medias (urbanas y rurales); tal y como se verifica en la actualidad, con las vicisitudes del modelo neoliberal del capitalismo, y sus efectos catastróficos sobre la supervivencia y existencia de la pequeña-burguesía, como conglomerado de las capas medias y el semi-proletariado en general; al mismo tiempo que se escenifica, con toda vertiginosidad, el otro proceso, paralelo y concomitante, o, al mismo tiempo, de concentración y centralización de los capitales en cada vez menos manos; en tanto la pobreza y la miseria se expanden, sobre las masas populares, como una mancha de petróleo o aceite, en el mar o en las aguas. La desesperación y angustia de la pequeña burguesía representó, tras la Guerra de Abril, y la subsiguiente coyuntura histórica, con la dictadura tiránica del títere Joaquín Balaguer, que vino a reemplazar al dictador y títere del imperialismo y de la Iglesia Católica-Vaticano, Rafael Leonidas Trujillo Molina; siendo, la alimaña Joaquín Balaguer, también títere y lacayo, quien encabezaba la nueva dictadura, de formas, pero idéntica en el fondo, que seguía siendo manejada por el imperialismo y la Iglesia Católica-Vaticano; y, como tal, actuaba sumisamente, al servicio y bajo la batuta común de estos dos: yanquis e Iglesia Católica-Vaticano. Tras salir de la Guerra de Abril, rápidamente, lo que era el MPD, con su aventurero cabecilla lumpen, que creyó, que curanderismo social, aguajes de lúmpenes y tigueraje sin control, al cabo de tres meses, como decía fanfarronamente, Maximiliano Gómez, alias El Moreno, estarían poniendo en jaque, para su toma definitiva, a la capital del país, que es la sede de los gobiernos nacionales y centro del Poder del Estado Dominicano; quedó, dicho MPD, desarticulado, y no precisamente por la acción terrorista y criminal del Poder nacional y su gobierno títere, que era el de la alimaña Joaquín Balaguer; sino por el profundo proceso de descomposición y colapso de todo cuanto era aquello, como amasijo de lúmpenes y aventureros; que no llegaban a entender, que el proceso histórico de la revolución dominicana había entrado a un período o etapa que ameritaba de una verdadera bandera teórico-práctica, que le sirviera de guía y fuente, de donde sacaría, el proceso revolucionario, sus iniciativas, sus tácticas y procedimientos de lucha, como de organización; que se había vuelto más complejo y difícil, puesto que la doctrina del marxismo-leninismo estaba afectada de una erupción del oportunismo revisionista, que había asaltado y tomado el Poder del Partido, del Estado y del Ejército en la Unión Soviética, a raíz inmediata de la muerte de Stalin; que fue aprovechada por la banda de los renegados revisionistas contrarrevolucionarios, con Jruschov y Brezhnev a la cabeza, para dar el Golpe de Estado, conocido como la acción contrarrevolucionaria del XX Congreso del entonces PCUS. Con esto, había cambiado de color, naturaleza y carácter, la URSS de Lenin y Stalin; y se había tornado en un país capitalista, que asumía como su plataforma general la del social-imperialismo y el social-fascismo, como expresión del revisionismo archi-traidor en el Poder del Estado, del Partido y del ex-Ejército Rojo. Así, se había escindido y fraccionado el movimiento comunista internacional, como resultado directo del triunfo de los revisionistas jruschovistas y brezhnevistas. Fidel Castro y los aventureros cubanos se pusieron a la orden de los renegados revisionistas soviéticos; y, abriendo ataques despiadados contra Stalin y el stalinismo, abrieron las puertas de par en par a la nociva variedad del revisionismo que es el trotskismo, sin principios y febrilmente anti-comunista; por lo que Cuba hizo de base de la concurrencia del jruschovismo y el trotskismo; siendo éste el encargado del aporte anti-marxista y anti-leninista del trotskismo, eminentemente anti-comunista, presente en todo el castro-guevarismo-debraísmo, sintetizado en lo del foquismo; como una variedad beligerante y con presunciones hegemonistas del revisionismo contemporáneo de los tiempos actuales; como reedición del kautskismo y el bersteinianismo, hermanado con el revisionismo trotskista. Unas tras otras fueron cayendo todas esas invenciones, con que se quiso demostrar obsoleto y descalificado el materialismo dialéctico e histórico del marxismo-leninismo; por lo que ya hemos dicho y reiterado en muchas ocasiones que, habiendo fracasado, no soportaban el engrandecimiento y reafirmación de la validez de esa esplendorosa y renovadora doctrina de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse Tung; que es una doctrina cuya fuerza renovadora hace resaltar la vitalidad de las mitologías, tanto de Prometeo, como del Ave Fénix; que, cuando sus enemigos creen que los han matado definitivamente, tienen que enfrentarse a la dramática realidad de que, con la aparición del sol, Prometeo vuelve a la vida; como el Ave Fénix, después de describir su majestuosa trayectoria, su cuerpo incandescente se vuelve cenizas; de las que, de inmediato, nace el polluelo del Ave Fénix, que emprende vuelo. Esto sería, por un lado, mientras que, por el otro, se tiene que, esos acérrimos, y encarnizados enemigos, a muerte, de la doctrina que marca el trayecto inevitable de la historia de la sociedad humana hacia poner fin a la explotación y opresión del hombre por el hombre; apuntando a la igualdad y a la verdadera fraternidad, que es la solidaridad humanista del proletariado y su internacionalismo; tras sufrir, sucesiva e ininterrumpidamente, fracasos tras fracasos y derrotas tras derrotas, en sus aventuras, contraviniendo las leyes del devenir histórico, que sintetiza el marxismo-leninismo en el materialismo histórico proletario; los oportunistas y renegados revisionistas contemporáneos de los tiempos actuales, ya con su equipaje de entrega al imperialismo, al atraso, a la explotación y la opresión del neoliberalismo y su modalidad del superimperialismo, tan destrozado teóricamente por Lenin; recurrieron al sarcasmo de proclamar, del marxismo-leninismo, de la doctrina imperecedera del socialismo científico y del comunismo, un entierro sin muerto; y, poniendo manos a la obra, como consuelo a sus iniquidades, estigmatizadas con el sello de la más escandalosa derrota sufrida en toda su línea; apelan a recurrir al rito de, efectivamente, aferrarse a su cenotafio, que han construido para el marxismo-leninismo; y dar por sentado que es una verdad absoluta, infalible como irreversible, que dicha doctrina ha muerto. Los renegados revisionistas han construido así, junto con el oportunismo de todos los pelajes, un verdadero cenotafio, que es un sepulcro en que no descansa cadáver alguno. Tras la caída estrepitosa del MPD, post Guerra de Abril, se produjo la más descomunal, del foquismo-debraísmo, del castro-guevarismo del 14 de Junio; que pretendiera recrear el eunuco intelectual, y espía doble, Fidelio Despradel Roque; marcando, como se le había advertido, y pre-establecido, en el mismo curso de la Guerra de Abril; cuando impuso se le nombrara secretario general del 14 de Junio, y recibiera como congratulación, por esa hazaña, las palabras de: cuando las hormigas quieren perecer, alas les han de crecer. A partir de ahí, no había regreso ni vuelta atrás, maniobras, estratagemas, ni otras metamorfosis. Y así lo ha corroborado la historia. Ya para el 1968, el 14 de Junio lanzó sus estertores de muerte, y renunció formalmente al camino de las aventuras izquierdistas; para empezar a deslizarse por la pendiente enjabonada de la derechización, y la renuncia de todo cuanto signifiquen ideas y prácticas revolucionarias, patrióticas y populares. Se proclamó Línea Roja; que fue apenas una caricatura de la Línea Colorá al estilo del reformista, de la alimaña y sabandija dictador lacayo, títere y tirano, Joaquín Balaguer. Se cambió el nombre por el del Partido de los Trabajadores Dominicanos; y no fue otra cosa, como en efecto lo bautizamos, que Patrado, partido para atrás, atrás, y para el culo. La vida y su historia nos han coronado con las guirnaldas de la victoria; y hoy, eso es apenas un revolcadero de contrarrevolucionarios y oportunistas, despreciables y asquerosos, que apenas llegan a la mendicidad más abyecta de los agentes despreciables del neoliberalismo entreguista, anti-dominicano y pro-haitiano, que es lo mismo que decir pro-imperialista, como clericales católicos; que le rinden culto, y cantan himnos de infamias, al parasitismo, al oscurantismo y a la superchería de la Iglesia Católica-Vaticano; porque, según el materialismo histórico, la política, como la más elevada de todas las actividades humanas, tiene la singular y hasta sui generis, por irrepetible, cualidad de, al fin y al cabo, dejar a cada quien, puede que más rico o más pobre, pero, exactamente, en el mismo lugar en que lo encontró y lo recogió. Pero, tras la Conferencia Tricontinental, efectuada en Cuba en el 1965, el 14 de Junio hizo un Congreso, en lo que había sido el Teatro Alma, de la antigua calle Braulio Alvarez, hoy avenida 27 de Febrero. Y allí se ventilaron cosas que, a la postre, tendrían un gran significado para el proceso histórico de la revolución y el destino pecaminoso de los movimientos revolucionarios; donde cada quien competía con el otro, apostando por quién cometía los mayores yerros, aventuras y disparates. Proceso éste que nos trajo la exhibición de tragicomedias patéticas y desconcertantes, como esa de Guido Gil; que había regresado de la Conferencia Tricontinental en un estado casi de enajenación, y preso de una fiebre de subjetivismo verdaderamente extraño; por cuanto, hasta ese momento, había demostrado lucidez, como sentido práctico y común; era sumamente cauteloso y ponderado; y actuaba, desde hacía bastante tiempo, como asesor jurídico del Sindicato Unido de Obreros y Trabajadores del Central Romana. Y, de su desconcertante situación viene a dar cuenta, que es cuando, estando vinculado a las actividades del Sindicato Unido de La Romana, se erige en el autor, y promotor número uno, de la descabellada, por absurda y destino incierto, de “¡Lo mejor al campo!”; que, tras su fracaso respectivo, y la muerte, víctima de la criminalidad homicida del tirano alimaña y sus cancerberos; entre los que se cuentan, el entonces general de horca y cuchillo, de las bandas criminales adiestradas por Trujillo, y terminadas de graduar por el imperialismo yanqui, con la bendición, que nunca ha faltado al terrorismo de Estado, por parte de la Iglesia Católica-Vaticano, Tadeo Guerrero; y el otro general Cornielle, que era Jefe de la Policía Nacional en la plaza de Macorís del Este, Macoreste. Dislocado y acéfalo, sin teoría ni doctrina, como un atajo vandálico de lúmpenes y desclasados, Maximiliano Gómez, alias El Moreno, junto con Fafa Taveras, un connotado agente de la CIA, de la Escuela de Costa Rica, y de la Iglesia Católica-Vaticano; como Moisés Blanco Genao; Amín Abel, cuyos biógrafos, como Freddy Aguasvivas, han aportado fábulas de que era médium de los espíritus y almas del más allá, contra toda lógica y el carácter científico materialista del marxismo-leninismo; corroborando, a la vez, que nada en común tenía con esta concepción práctica y militancia revolucionaria; sino, con toda suerte de oscurantismo y superchería, como buen discípulo de los padres lasalleanos, y católico redomado. Pero, además, tenía al oscuro y sospechoso Otto Morales, y otros, como Platón, que hoy son guardaespaldas de funcionarios y personeros del reaccionarismo y del balaguerismo; todo lo cual ha sido la resultante final del trayecto tenebroso de “¡Lo mejor a los cuarteles!”, “¡Lo mejor a los comandos!”, “¡Golpe de Estado!”, “¡Alianza con la derecha oligárquica!”, terrorismo individual, renuncia total y completa de todo cuanto sea marxismo-leninismo; proclamándolo de paso un colonialismo ideológico, muerte al PACOREDO, y así sucesivamente; hasta que Miriam Pinedo, la ex de Otto Morales, convertida en instrumento de muerte, y pasando a ser sometida por la bragueta del lumpen y desalmado, amoral y anti-ético, Maximiliano Gómez (El Moreno), termina envenenando a éste; y ella, a la vez, descuartizada por la banda de asesinos en la que estaban Manolo Plata, Efraín Sánchez Soriano, Eleazar Montás Bazil, Héctor Aristy (alias el Chino Aristy, tío de Amaury Germán Aristy) y muchos más; que repartieron, entre Francia y Bruselas, Bélgica, los restos de Miriam Pinedo, muerta y descuartizada. Es en medio de todo aquello, y próximo a su culminación, que, en el Congreso del 14 de Junio se pone de manifiesto, que el castro-guevarismo debraísmo foquismo, teniendo el control de Fidelio Despradel y su banda, que. a su vez. formaba el grupo hegemónico dentro de la dirección del 14 de Junio, encarrilaba a éste a ser entregado al revisionismo de nacimiento del partido “capitulacionista” y “colaboracionista” dominicano (p“c”d). Fue precisamente Luis Rafael Gómez Pérez, el que encabezó la configuración de la doctrina revisionista, castro-guevarista, debraísta y trotskista; con lo de su manejo escolástico, metafísico y marcadamente jesuítico-teoría trotskista, sobre la “formación social dominicana”; de la que sus pilares, como logos, clichés y estereotipos, con el uso de categorías económicas y conceptos estereotipados, si de algo daban cuenta, era de que se trataba de un método que nada tenía en común con el carácter materialista del historicismo marxista-leninista (materialismo histórico socialista); cuyo espíritu y esencia estaban castrados y suplantados por sofismas, expresados en un escenario, predominantemente de analfabetos funcionales e ignorantes supinos, en cuanto a cultura universal y, en particular, de cultura marxista-leninista. Ese sábado, llegó a la reunión del equipo que elaboraba el periódico del MPD “Libertad”; que se efectuaba en la casa de un catorcista que vivía en la 30 de Marzo No. 55, Narciso González, que era miembro del Comité Central del MPD; y, bastante apesadumbrado, por cuanto el rumbo del 14 de Junio se orientaba hacia la entrega a los renegados revisionistas del partido “capitulacionista” y “colaboracionista” dominicano (p“c”d); ofreció sucintamente un breve informe, que casi exactamente es el siguiente: “Bueno, yo estoy asistiendo, junto con Cayetano Rodríguez, como representante principal del MPD; y nuestro papel no ha sido de lo más promisorio; por lo que, en medio de los debates, en que Luis Gómez Pérez se vengaba de lo que se le hizo en el Pre-Congreso del MPD, Cayetano sólo acertó a decirme: ¿Sabes una cosa, Narciso? Sólo Pin Montás es capaz de lidiar con estos revisionistas, y ajustarles cuentas. Mira que diferencia, del Luis Gómez vapuleado por Alfredo Manzano en el Pre-Congreso; y el Luis Gómez Pérez que no encuentra quién le refute, y resalte la naturaleza venenosa de cuanto está diciendo”.
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