LOS REVISIONISTAS Y OPORTUNISTAS TIPO NARCISO ISA CONDE TRATAN DE ATAJAR Y CHANTAJEAR A LAS VICTIMAS DEL AVENTURERISMO Y LAS TORPEZAS REACCIONARIAS Y ESTUPIDAS DE FRANCISCO ALBERTO CAAMAÑO DEÑO A SABIENDAS DE QUE TODO ELLO LES SALPICA Y LOS ENLODA

La muerte no exime de culpas y mucho menos cuando se ha sustentado la arbitrariedad del papel de los héroes individuales en la historia y que no son las masas las que deben hacer la revolución y resolver con su lucha sus problemas

01-07-2014

 

No es más que una burda y patética comedia lo que están escenificando los aventureros, delincuentes y sicarios políticos mercenarios, de los caamañistas palmeros, de los llamados Comandos de la Resistencia, del inepto y provocador Amaury Germán Aristy; que es un prototipo de la vinculación, en su patología, del oportunismo anticomunista, anti-pacoredo y contrarrevolucionario y su práctica estúpidamente aventurera y terrorista, con la paranoia; pues esa infeliz criatura, no cabe duda, de que no sólo alucinaba y deliraba, sino que devino en un paranoico, que vivía espantado y temeroso de las mismas sabandijas e imbéciles con que se rodeó, en su ilusa y perniciosamente contrarrevolucionaria concepción de enaltecimiento de todo cuanto fuera ignorancia y negación de la actividad política, por parte del proletariado y las masas, la cual sólo aceptaba si tenía el sello del interés de la burguesía liberal social-reformista, anticomunista y anti-pacoredo.

Las trivialidades, regodeos en sus propias miserias humanas, igual que la forma mezquina e incalificable, con que abordan sus catastróficas incursiones de aventureros pequeño-burgueses; que hicieron de la delincuencia y de su política delictiva su única práctica conocida, y el punto de partida para evaluar y juzgar el conjunto de actividades de la sociedad, etc., no son para menos, y operan como el espejo que refleja toda la pudrición que se auto-fomentaron, y es el mismo estercolero y pantano, de fétidos excrementos humanos, en que se revuelcan, gozando de todas y cada una de sus propias inmundicias.

Si escandaliza y consterna, la vida de bajezas y rastrerías a que estos sujetos redujeron y rebajaron sus pretendidas actividades revolucionarias, lo que es el mayor escarnio es que, a pesar de que ya tienen la cabeza blanca, ni aún así logran abordar su fracasado derrotero desde el punto de vista de los principios, de que carecían de plataforma teórico-ideológica y de plataforma, línea y tácticas políticas; y, al no reparar, mediante una profunda y severa crítica, intransigente y radical, en que es ahí, y no en otra cosa, (con argumentajos casi siempre de carácter baladí y mezquino, como el cuento de que Juana, María, Pepa, estaba lavando y se le acabó el jabón, o de que creía que iba a llover y por eso no lavé), donde residen las causas y las raíces de su estrepitoso y, para ellos, doloroso fracaso, que se lo forjaron ellos mismos.

Pero, el hombre bruto y pervertidamente corrompido en lo ideológico y político, no piensa, no razona, ni puede dejar de cometer estupideces, y actuar como idiota y estúpido; su cretinismo devino en sarna ideológica y política.

No obstante, ¿de qué héroes y lideres del carajo hablan, refiriéndose al señor Francisco Alberto Caamaño Deñó? Lo dicho por los fracasados palmeros, o comandos del terrorismo y los robos, como de todo, con tal de no llevar a cabo ninguna actividad que conllevara educación política e ideológica de las masas del pueblo y de la juventud; porque, como repetía como vieja cotorra anticomunista, y de esbirro envuelto en sangre y dolor de los hijos del pueblo, que él había masacrado, Francisco Alberto Caamaño Deñó, eso de explicar la política y hacer que las masas conozcan de las tareas políticas, como de la necesidad de su organización; y, sobre todo, que entiendan, que son ellas, las masas, las que deben hacer la revolución y resolver, con su lucha, sus problemas, etc., es asunto del que no se ocupa ni le preocupa a ese socarrón anticomunista empedernido de la “izquierda tradicional”.

Los renegados revisionistas, tipo el archi-oportunista revisionista social-traidor, Narciso Isa Conde, tratan de atajar y chantajear a las víctimas del aventurerismo y las torpezas reaccionarias y estúpidas de Francisco Alberto Caamaño Deñó; a sabiendas de que todo ello les salpica y los enloda, de arriba hasta abajo, con el vaho pestilente de la traición y del pernicioso mercenarismo.

¡Que Caamaño es supuestamente un héroe!, y ¡cuidado quien lo critica!, repiten, además del renegado revisionista Narciso Isa Conde y sus compartes, los Claudio Caamaño, los Hamlet Herman y demás sujetos.

Todo eso es parte de la parafernalia estúpida y cretina de los castristas.

El que Caamaño haya muerto en su última aventura, no lo vuelve inalcanzable para que se le critique porque él haya muerto; muertos y masacrados están los que él ultrajó y mató, como trujillista y defensor de los regímenes oligarquía y de la parasitaria Iglesia Católica-Vaticano. Tal es el caso de los tantos jóvenes barriales, estudiantiles, universitarios, obreros de los puertos, como los de Poasi, del Sindicato Unido de Obreros y Trabajadores del Central Romana, de los que lucharon por poner fin a la dictadura trujillista, de la que él y su familia eran brutales represivos; todos ello, o están muertos o quedaron con lesiones permanentes.

Esos alegatos, que esgrimen los renegados revisionistas, como Narciso Isa Conde, o aventureros como Hamlet Herman, o sujetos que no tienen una conciencia ideológica ni teórica de avanzada, como se nos ocurre creer que viene a ser Claudio Caamaño, para atajar y descalificar las críticas que les hacen sujetos provenientes de sus mismas filas y prácticas, es un expediente mostrenco.

Ciertamente, haber sido empujados, y obligados a reducirse, a nombre de ideales revolucionarios, en grupos y prácticas de facinerosos, resulta en extremo doloroso.

Pero, es notable, que ninguno de los que lanzan mordaces críticas, sobre las cuestionables prácticas de Francisco Alberto Caamaño Deñó, como de sus arbitrariedades; que en nada nos sorprenden, ni tampoco a los que le conocieron; o bien las estúpidas defensas que de éste emprenden los que ayudaron a crear la encerrona y le hicieron el juego a la estrechez, arrogancia, alter ego y mandonismo trujillista, como el perverso contrarrevolucionario e inescrupuloso, el renegado oportunista revisionista Narciso Isa Conde; o una figura tan desconfiable como es Hamlet Herman, de vinculaciones con los sectores despóticos, absolutistas y terroristas de los gobiernos oligarquía y lacayos, como el de Trujillo y quienes le sucedieron, como de su ulterior práctica y trayectoria que causa horrores. Por su parte, Claudio Caamaño da muestras de estancamiento e inmadurez; que sólo conoce de querer acreditar sus posiciones inaprensibles, casi siempre apelando a la descalificación personal e individual; todo lo que da a entender, que jamás se atreverán a tocar el quid del asunto, y la causa más profunda del precipicio por el que se despeñaron; la falta u orfandad miserable de plataforma teórico-ideológica, de política y táctica; o sea, un cuerpo obediente a los instintos y a sus impulsos ciegos, con un cuadro patético e innegable de mendicidad política y rastreros ideológicos.

No quieren aceptar y reconocer que, carentes de conciencia del papel estelar de la lucha y la actividad políticas, estaban condenados, de antemano, a actuar al azar, ser exponentes de peregrinas aventuras, para terminar desmoralizados y vueltos guiñapos políticos.

Lo de los héroes intocables es una engañifa. La revolución saca su música y su poesía del pueblo, con vistas y con la meta del porvenir.

¡Cuidémonos de la idolatría de íconos ficticios, héroes y falsos titanes con pies de barro!

 

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