DOMINICANOS DE NUEVA YORK LE CIERRAN EL PASO AL APATRIDA ANTI-DOMINICANO ADRIANO ESPAILLAT Con su voto en contra de dicho vulgar agente de la conspiración para fusionar la República Dominicana con Haití y con sus gritos en las calles los dominicanos reafirman que: ¡no somos haitianos ni haitiano-americanos! ¡somos dominicanos! 25-06-2014
Ha causado júbilo y regocijo entre los dominicanos, de aquí y de los Estados Unidos, la derrota del apátrida, de origen dominicano, Adriano Espaillat, como aspirante a la candidatura de senador por el Partido Demócrata. Adriano Espaillat, quien, con su posición de traición a la República Dominicana, y de favorecimiento a los enemigos de la patria, como al desconocimiento y violación de la soberanía nacional, arrodillándose ante los monopolios yanquis, de la Unión Europea y del Canadá, se ha puesto de parte de la invasión haitiana y de la haitianización de la República Dominicana, tomando como bandera de su cruzada anti-dominicana, su condena y rechazo a la soberana decisión del Poder Judicial dominicano, representado por el Tribunal Constitucional, de reafirmar, que los haitianos hijos de ilegales, aún fueran nacidos en territorio dominicano, no tenían derecho a la ciudadanía dominicana, porque así está consagrado en todas las constituciones dominicanas, desde la reforma constitucional del 1929. No cabe duda que la comunidad dominicana de Nueva York desempeñó un papel clave para cerrarle el paso al apátrida y traidor Adriano Espaillat, concurriendo a votar en contra de éste, y a favor de su oponente Charles Rangel. La última encuesta, de apenas la semana pasada, le daba 15 puntos, supuestamente de ventaja, al apátrida y traidor dominicano, por encima de Charles Rangel, aunque los dominicanos no sabemos qué pata puso este huevo. Pero el objetivo patriótico de los dominicanos es claro: Votar y actuar contra los traidores pro-haitianos como Adriano Espaillat. A quien, no por casualidad, respaldaban los grandes traidores y apátridas de los corrup-partidos del sistema, títeres y antinacionales; empezando por el gran hijo de la gran puta Rafael Hipólito Mejía; por el hombre babosa, Presidente del gobierno dominicano, el Dañino Medina; por el gángster y crápula de siete suelas Miguel Vargas Maldonado; como por el para-narco, tecato, prostituto, desalmado, agua pestilente de albañales y letrinas podridas, Leonel Antonio Reyna, y demás, que apoyaron al traidor Adriano Espaillat. Y así, los dominicanos de Nueva York le ajustaron cuentas, dándole su justo merecido, a este granuja Adriano Espaillat. Los 15 puntos, que las encuestas le daban de ventaja, al traidor a la República Dominicana, fueron rebasados y aplastados por el sentimiento patriótico de los dominicanos. Y, a gritos, expresan en las calles: ¡No somos haitianos ni haitiano-americanos! ¡Somos dominicanos! Y, por eso, votamos contra el apátrida Adriano Espaillat. ¡Bien hecho! ¡Así se hace! ¡Los pro-haitianos son enemigos de la República Dominicana y del pueblo dominicano!
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