LA SALUTACION DE MANOLO TAVAREZ JUSTO EN SU DISCURSO DEL 14 DE JUNIO DE 1963 POR SU REDUCCIONISMO EXCLUYENTE DESTILABA EL ESPURIO INTERES DE USURPAR LOS MERITOS Y LOS SACRIFICIOS DE LOS LUCHADORES EN ESA JORNADA DE LUCHA DEMOCRATICA

Polo Rodríguez y su claque de los Cruz Peralta, Darío Solano y sus vínculos con los trotskistas argentinos hicieron todo el daño que tuvieron oportunidad de hacer, y con creces

27-06-2014

 

El texto íntegro del infeliz discurso, pronunciado por Manolo Tavárez Justo, en su exclusiva y excluyente manifestación del 14 de Junio del año 1963, y, por lo tanto, cabe decirse en su homenaje de conmemoración particular de su agrupación política a la expedición y a los expedicionarios del junio, de Constanza, Estero Hondo y Maimón, del 1959, refleja, por a quiénes van dirigidas, en salutación, sus palabras, una muy ridícula concepción, caracterizada por un reduccionismo, groseramente tan burdo como vulgar, que empeora en su naturaleza, volviéndola asquerosa y nauseabunda, cuando se palpa y se comprueba, que el motivo, móvil e impulso inicial de todo ello, en Manolo Tavárez Justo y sus compinches, era la usurpación de los méritos, de sacrificios incuestionables, de los que dieron sus vidas en esa empresa heroica, pero que de antemano estaba condenada al fracaso y a ser derrotada por la dictadura sanguinaria, despótica y criminal de Trujillo y sus sustentadores, el imperialismo yanqui y la Iglesia Católica-Vaticano, como Estado Mayor de los grupos oligárquicos dominicanos.

En un equivocado manejo, lo que es terreno común, en todo cuanto hicieron y abordaron, Manolo Tavárez Justo y sus compartes, éste se refiere, en exclusivo, a sus “distinguidos compañeros visitantes”; a los que señala, según sus propias palabras, de “compañeros visitantes del hermano pueblo de Puerto Rico, señores Juan Mari Bras, Juan Angel Sirven, Juan Carlos Recio, secretario auxiliar y secretario de asuntos obreros del Comité Central del Movimiento Pro-Independencia de Puerto Rico”.

Este, efectivamente -esto es, el Movimiento Pro-Independencia de Puerto Rico-, podía ser connotado como representante de la nación de Puerto Rico, sometida colonialmente por el imperialismo yanqui; no obstante, el MPI no podía representar al pueblo de Puerto Rico, por su carácter social, eminentemente de profesionales, algunos intelectuales, base estudiantil, y patriotas puertorriqueños en general.

Pero Manolo Tavárez Justo carecía de la formación teórica para entender todo eso. Además, estaba como rehén del oportunismo castro-guevarista, que siempre ha sido básicamente trotskista y aventurero; y, en materia nacional, no distinguen a un burro de un avestruz.

Polo Rodríguez y su claque de los Cruz Peralta, Darío Solano, y sus vínculos con los trotskistas argentinos, hicieron así todo el daño que tuvieron oportunidad de hacer, y con creces.

La ridícula e ilustrativa salutación, hecha en esa ocasión por Manolo Tavárez Justo, quedaba amortiguada en su achicamiento, de alcances risibles, en la mención que hizo de Mayobanex Vargas y de Poncio Pou Saleta; de los que dijo que eran los supervivientes y glorias vivas de la patria dominicana. Pero, esta misma parte está postrada y carece de vitalidad; ya que si, por un lado, carece de la pata o pierna que conlleva la ignorancia, de parte de Manolo Tavárez Justo, de la existencia de Medardo Germán, expedicionario de junio del ’59, que murió hace ahora apenas una década y media, esto es, unos 15 años aproximadamente. Y la otra pierna, que está ausente y que hace que su mención y justa alabanza para Mayobanex Vargas y Poncio Pou Saleta resulte un homenaje postrado e inmóvil, y hasta hipócrita y eminentemente demagógico, es que no hace mención, ni rinde el debido homenaje de gratitud a dos cubanos, que solidariamente con el pueblo dominicano y nuestra nación subyugada, quisieron reciprocar la desinteresada y abnegada participación de los dominicanos en las jornadas históricas más significativas e importantes de la historia del pueblo y la nación cubanos; se trata de Pablito Mirabal, niño de apenas 13 ó 14 años de edad, hijo de campesinos de una provincia oriental de Cuba, -a veces se ha dicho que era oriundo de Santiago de Cuba-, así como del luchador, que se le ha dado, por admiración y gratitud, el elevado título de Comandante Delio Gómez Ochoa, que se hizo nacional dominicano, vive en la Provincia Espaillat (Moca), mientras que Pablito Mirabal habría muerto hace más de 2 décadas, de un infarto al corazón en Cuba.

Honor a quien honor merece. Homenaje a quien se lo merece, por servir, sin pedir nada a cambio.

La exclusión tan metódica, de parte de Manolo Tavárez Justo, crea suspicacia, aún en los que gustan buscar héroes y hombres a quienes rendir culto; no teniendo la prudencia, ni el cuidado, en no rendirle culto a héroes y gigantes con pies de barro y una estructura de papel.

Por nuestra parte, la ridícula como famélica reducción vergonzosa, en testimonio de la olímpica orfandad de criterio de Manolo Tavárez Justo y su claque, se la atribuimos a su recalcitrante condición pequeño-burguesa; y a su obcecado empeño en detener, inútilmente, las ruedas de la dinámica inexorable e indetenible de la historia; por su falta de escrúpulos y pudor históricos, que empujaron a Manolo Tavárez Justo, y a su claque de aventureros, e irresponsables como ineptos, a pretender suplantar y falsificar la historia, logrando sólo exponer completamente al desnudo su indigencia teórica, su falta de calidades para siquiera intentar una interpretación crítica de las lecciones que arrojan los hechos, procesos y fenómenos, con que se edifica y conforma, tanto el cuerpo como el rostro de la historia; y, en definitiva, todo ello fruto de sus propias mezquindades, de Manolo Tavárez Justo y su grupo; estrecheces de mira, miopía política, arribismo, oportunismo, anticomunismo y cobardía; fruto de la más escandalosa indigencia teórica y el pordioserismo político de Manolo Tavárez Justo y su patético grupo de improvisados politiquerillos; algunos con ínfulas de mesianismo revolucionario. Aunque, en esta álgida y profunda, como compleja actividad, que adquiere su rango de revolucionaria sólo cuando tiene como objetivo el más completo, como profundo, cambio radical de todo el régimen económico-social y político, como de todo su sistema, que abarca esos tres terrenos, más su funcionamiento. Y todo ello como obra del protagonismo estelar de las masas, y no de personalidades notables ni de héroes individuales. Apenas esos del equipo de Manolo Tavárez Justo y su clan, daban balbuceos atolondrados y torpes que, a cualquier veterano revolucionario, sobre todo comunista, hacían sonrojar y sentirse en apuros, por lo de padecer vergüenza ajena.

Como ya se puede ir viendo, estamos movidos por el propósito revolucionario de, apegándonos totalmente a los hechos y a la realidad, como fuente de donde, a través de la práctica, proviene la verdad, desmitificar la historia dominicana, sobre todo en esta etapa de los tiempos actuales de la época contemporánea.

 

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