LOS PLUMIFEROS PRO-HAITIANOS COMO LOS TRAIDORES A LA PATRIA JUAN BOLIVAR DIAZ MARINO ZAPETE O HUCHI LORA OMITIAN EL PAPEL DE LOS JESUITAS Y SUS ORGANIZACIONES DE DEFENSA DE LOS INVASORES HAITIANOS JUAN MONTALVO Y EL CENTRO BONO

Ahora resalta que los buitres e hienas de dos patas que se hacen llamar empresarios cuya única iniciativa es la obtención de privilegios como Elena Villeya y Manuel Cabral los Vicini los Paliza los Fondeur son quienes han respaldado la destrucción de la República Dominicana y la fusión con Haití

29-07-2014

En una estratagema bien calculada, pero carente de tomar en cuenta la verdad histórica, que da cuenta de que los pueblos y países, por pequeños, pobres y atrasados que sean, y a pesar del peso aplastante de sus opresores materiales económico-sociales y políticos, como mediante el nocivo papel del cristianismo esclavista y reaccionario, instrumento del imperialismo y su recolonizacón, como en el período inicial de la acumulación del capital originario, a raíz de lo que llaman el descubrimiento y la evangelización del Nuevo Mundo, se materializara en aquel proceso de: “el capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros de su cuerpo, de la cabeza a los pies”, como lo describiera Carlos Marx; todo lo cual fue bendecido por el cristianismo y, en particular, por la Iglesia Católica-Vaticano, que, con su naturaleza esclavista, convertida en la más sobresaliente institución de todo el oprobio y la ignominia del medievalismo feudal -otra forma de esclavitud a través de la servidumbre-, los publicistas y caga-tintas pagados por la USAID-CIA, asociados a la Iglesia Católica-Vaticano, que es un antro de tales adefesios con tal de favorecer la invasión masiva de haitianos, que enarbolan la consigna de “ocupemos República Dominicana y recuperemos nuestro territorio” (TNT); en su desenfrenada campaña contra la justa sentencia soberana, 168/13, del Tribunal Constitucional, no se cansaban de repetir, para la defensa de los haitianos y su papel distorsionador del proceso histórico dominicano, y afirmaban, como lo hacían a coro los agentes de la USAID-CIA y de la Iglesia Católica-Vaticano, Rosario Espinal, el basura oportunista y chopo clericalista César Pérez, como toda esa parvada de repugnantes sujetos despreciables, que los indocumentados estaban libres de culpas, y que los responsables de la presencia masiva de haitianos en toda la vida nacional, eran los llamados empresarios, como los altos mandos de las FF.AA., que tienen montado el gran negocio del tráfico de haitianos hacia el territorio nacional.

Omitían el papel de los jesuitas, como de sus organizaciones de defensa de los invasores haitianos, Juan Montalvo y el Centro Bonó.

El objetivo de simplificar la invasión masiva de haitianos, como resultado de los desaprensivos de los terratenientes, ganaderos y empresarios de la construcción, para pagarles salarios de hambre, se erigió en un instrumento político e ideológico; por cuanto, esos mismos plumíferos, con los despreciables Juan Bolívar Díaz Santana, el gendarme Marino Zapete y el narcómano Huchy Lora Iglesias en primera línea, buscaban quitarle prestigio y alcance nacional y patriótico a la sentencia histórica del Tribunal Constitucional 168/13; y, de paso, presentar a quienes estamos intransigentemente al lado de la soberanía, la integridad de la nación, tanto territorial, económicamente, como en el orden cultural e idiomático, como lacayos y apéndices de los buitres e hienas que, desde organizaciones corporativas y núcleos nazi-fascistas, como Conep, Asociación de Industrias de la República Dominicana, Asociación de Ganaderos y Federaciones de grandes comerciantes, como de la construcción, que supuestamente eran los auspiciadores y promotores del respaldo nacional a la sentencia en cuestión.

Sin embargo, tras la traición de los tres corrup-partidos del sistema, corrup-Partido Reformista, corrup-Pálido pelegato boschista y corrup-Perrodé, que son tres formaciones de traidores a la nación y vendidos en cuerpo y alma al imperialismo, a los monopolios y a la Iglesia Católica-Vaticano; sobre todo la traición del baboso inepto, Dañino Medina, con su Ley de Naturalización y demás, ha hecho que en la opinión pública se produzca el esclarecedor hecho de quedar al descubierto, que los buitres e hienas de dos patas, que se hacen llamar empresarios, cuya única iniciativa es la obtención de privilegios, son los que, como Elena Villeya y Manuel Cabral, los Vicini, los Paliza, los Fondeur, los terratenientes y ganaderos son quienes han respaldado la enajenación de los derechos de la nación dominicana, y han pasado a estar a la franca por la destrucción de la República Dominicana y por la fusión con Haití.