MARIANITO GERMAN ARQUETIPO DEL LODAZAL DE CORRUPCION EN QUE HA DEVENIDO LA JUDICATURA DESDE EL ANTRO DE LA SUPREMA CORTE HASTA EL MINISTERIO PUBLICO Ante el escándalo entre la Fiscal del Distrito y la apócrifa jueza Cristo Cristo aparece Marianito evidenciándose como parte del amasijo de corrupción sobornos y chicanas que predominan en el Poder Judicial 21-05-2014
La justicia, el Poder Judicial y el Ministerio Público son de interés número uno por parte de los desalmados ladrones, inescrupulosos como asesinos, pálidos pelegatos boschistas del actual gobierno y de la organización paranarco-terrorista y de corrupción del capo di tutti capi, Leonel Antonio Reyna. Y eso es el resultado de que todos éstos están conscientes de que, únicamente con una justicia, un Poder Judicial y un Ministerio Público parte del hampa en el Poder, pueden tener garantizado que no serán castigados, con toda la severidad, en la justicia, prefiriendo la prostitución y la depravación del Poder Judicial, y con ello la corrupción de todo el Estado, como representante del Poder. Tras la contundente denuncia, de Yeny Berenice Reynoso, contra la apócrifa jueza, y es falsa, como falsificada en su nacionalidad; ya que lo de Cristo no es ningún apellido que tenga precedente en el Registro Civil Dominicano y, repetido, Cristo Cristo, es claro que la jueza es apócrifa en su nacionalidad; como que es ultra-corrupta y complaciente con el narcotráfico; como se comprueba en el hecho del narcotraficante al que puso en libertad mientras dejaba presos a los que le acompañaban, sin conocer a fondo de lo que este delincuente tenía por oficio; como que la tal Margarita Cristo Cristo, ciertamente tenía de antemano la sentencia, enviando a archivar la investigación de corrupción y desfalco al Estado del incumbente del Ministerio de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, durante los últimos dos períodos del perdulario paranarco-terrorista Leonel Antonio Reyna, un patético e indiscutible caso de un delirante, preso de sus alucinaciones patológicas individualistas; y este siniestro y abominable alimaña inescrupulosa de Leonel Antonio Reyna, quien, así como le ha dado absoluta impunidad al espurio Félix Bautista, le ha extendido a éste una patente de corso para que continúe con sus depredaciones contra los recursos del Estado; ahora busca hacer lo mismo con Víctor Díaz Rúa, que es socio del capo de capos, Leonel Antonio Reyna; y que hace poco viajaron, este mismo en persona, junto a Víctor Díaz Rúa, además del gángster sobrino-hijo del crápula y gángster de la peor y más sucia ralea, que es el aldeano montaraz, Jorge Subero Isa, en quien los escrúpulos, el pudor, normas de apego a la moral y los principios éticos, sencillamente resplandecen y brillan por su ausencia. Dentro de este cuadro, Marianito, después de sus desventuradas embestidas contra el artículo 85 del Código Procesal Penal, que autoriza a los ciudadanos a poder denunciar y quejarse de las inconductas de cualquier funcionario gubernamental, respecto al que, en forma destemplada y sin miramientos, organizó él mismo, personalmente, la acción de querer pasar, dentro de la reforma del Código Procesal Penal, ese oneroso retroceso, de contrabando, como conocido y aprobado en el Congreso; lo que realmente nunca aconteció, terminando muy maltrecho, y creando profundas suspicacias de su calidad o nivel como profesional del derecho, corroborando él mismo, en persona, que es un traquetero del derecho, si no un rábula en la materia. Pues, se ha de saber, que la tríada de los Germán, que incluye a Mariano, al que le dicen, por sus pocas luces de inteligencia, Marianito, para significar de esa manera su condición de huérfano de inteligencia; está el otro Mariano, el ingeniero del INDRHI, donde se consagró como un empedernido y obsesivo ladrón de los fondos públicos, traficante de influencias en el Estado, donde es, al igual que Marianito, el de la Suprema Corte, un prototipo, con rango de arquetipo, de empedernido prevaricador. Y ni qué decir de la hombruna y despótica, a lo brutal, la virago Alejandrina Germán; cuyos hijos e hijas, como astillas del mismo palo, quedaron evidenciados como los responsables, por sus inconductas amorales, anti-éticas y ambiciosas, de las intoxicaciones masivas con alimentos infecto-contagiosos en el desayuno escolar. Marianito, el de la Suprema, puede afirmarse que, ante su falta de talento, su orfandad de cultura, y la miseria que sufriera, igual que sus otros hermanos, antes de la llegada de la mafia criminal Pálido pelegato boschista al Poder, no puede saber que, por ahí no hay unos cuantos fajos de billetes, que, con su voluntad manifiesta terminaran en su bolsillo; por lo que, además de corrupto como ninguno en el tráfico de influencias y en el ejercicio del proxenetismo, está entre los tres grandes ladrones y corruptos del entorno más íntimo del capo di tutti capi, Leonel Antonio Reyna. Marianito, que casó con una samanense que gozaba de mucha simpatía entre sus compueblanos, vivía de lo que los amigos podían proporcionarle; entre ellos se destacan los familiares del Presidente del Tribunal Constitucional, a quienes Marianito les destrozaba el corazón con su trágica miseria. Los pantalones rotos en los fondillos de la sentadera, o sea, de su trasero; los zapatos cada uno con las respectivas troneras en la parte de la planta del pie, como los tacones comidos de un lado, debido a su torpe pisada de un macho cabrío e inculto, de lo que nunca se ha liberado, siendo aún un verdadero patán. Pero eso sí, ladrón, como inepto, un truculento manejo del lenguaje y la gramática; lo que hace extensivo a su forma de articular palabras, frases, ideas, etc.; en lo que se rebela que es un sepulcro blanqueado, pretensioso, que, como abogado, apenas alcanza la condición de rábula del derecho y muy conocedor de los círculos más capaces en la elaboración de chicanas y matrácalas jurídicas. Pero Marianito, hace unos 18 años que dejó atrás lo de pasar hambre y, en materia de dinero, ser un pobre diablo. Hoy Marianito es rico, y se ha hecho así gracias a que siempre no ha sido más que un sirviente palurdo del bufete, antro de la corrupción que amenaza con tragarse al país, que es el bufete de Leonel Antonio Reyna, alias Leonel Fernández; que tenía como sirviente-mayordomo a Radhamés Jiménez Peña, con su figura de desesperado y pasa hambre, como un feto parido antes de tiempo, y a Marianito Germán, como el empleado y sargento ejecutor. Este truhán es, y siempre ha sido, el manejador de la corrupción pálido pelegato boschista por el gran capo Leonel Antonio Reyna dentro del Poder Judicial. Y es por ello que este cabecilla del paranarco-terrorismo y la corrupción lo coloca a la cabeza de la Suprema; desde donde viene demostrando no sólo su falta de capacidad, su orfandad de ideas, como de dominio real y efectivo de los principios del derecho; y que son las razones por las que tiene que dedicarse a hacer propuestas extravagantes, lanzadas al aire, augurando siempre y en todo momento, únicamente la eliminación o constreñimiento de cualquier logro democrático general, que exista a favor de la población, propuestas y bulos saturados de troglodismo y torpeza; lo que hace como una manera de asegurar su condición auténtica, genuina y legítima, como un típico espécimen de la hez de la sociedad. A Marianito, desde su condición de empleado y traquetero en el bufete de Leonel Antonio Reyna, éste le asignó la representación legal de la deuda por impagos diversos de la Codetel, y que, finalmente, termino siendo adquirida por el reaccionario y estafador mexicano Carlos Slim. La deuda reclamada por el Estado, de Codetel y de Carlos Slim, con los intereses, rondaba, si no pasaba, de los mil millones de dólares. Pero la gente de Carlos Slim, a sabiendas de la voracidad desesperada de quienes debían cobrar esos millones, se plantó en que podía reconocer, sin dar pleito, unos 650 millones de dólares, a partir de los cuales estaba dispuesto a negociar; pero lo de los intereses a pagar había que buscar otra vía para darle salida. Así, finalmente, Marianito Germán, genio y figura, se hizo portador de la propuesta de Carlos Slim-Codetel-Claro. Pagan al Estado Dominicano 350 millones de dólares y el resto, los otros 350 millones serían repartidos de la siguiente manera: 150 millones a cargo de Codetel-Claro, que debían engrosar la cuenta personal del magnate de sangre y espanto, Carlos Slim; mientras que los otros 250 ó 200 millones de dólares irían a Leonel Antonio Reyna y a su patrimonio personal, y de los que le daría su parte sucia a Marianito; aparte de que, de los 300 ó 350 millones de dólares pagados por Claro-Codetel, por concepto de Impuesto sobre la Renta dejado de pagar al Estado, éste, que lo habría contratado a Marianito Germán, por disposición personal del capo di tutti capi, debía ser recompensado por el Estado con el 30%, que eran de 9 a 10.5 millones de dólares. Rápidamente, Marianito, más ladrón y estafador que doctor en derecho, construyó un flamante edificio, en el que creó su centro jurídico; desde el que nunca, ni aún siendo Presidente de la Suprema Corte de Justicia, ha dejado de emplear a bufetes de abogados de segunda y tercera categoría, en calidad de testaferros; como el que era del difunto abogado Miguel A. Báez Brito, y el de uno que es un gángster de relativo nuevo cuño, que empezó como barrendero y aseador de los sanitarios del bufete de Báez Brito, y luego enganchado a la banda del Pálido pelegato boschista y a sus administraciones paranarco-terroristas y gangsteriles; que han terminado oficializando el terrorismo de Estado; y habiéndose hecho de una clientela entre todo tipo de gángsteres y saqueadores, especuladores, proxenetas, es uno de los preferidos de Marianito; este es el caso de J. A. Navarro Trabous, cuyo bufete se encuentra en la Urbanización Renacimiento de Santo Domingo. Cuando Marianito, en vez de sentirse indignado ante el hecho de que la apócrifa Cristo Cristo recibiera, por actividades de lobbismo, 2 millones de dólares de David Figueroa Agosto, así como de otras tantas figuras epónimas del submundo del hampa; lo cual explica por qué, en el cortísimo tiempo de apenas 3 años, pasó de una fortunita de 3 millones de pesos, lo que declaró en el 2008, a casi 12 millones, para inicios del 2011, debiéndose suponer, que las actividades de lobbista de la Cristo Cristo pasaban por entenderse y extenderse con parte de los 2 millones de dólares, para el prominente abogado, rábula del derecho y consigliori del capo di tutti capi Leonel Antonio Reyna. Y esto explica por qué, en forma directamente amenazante, Marianito (le decimos así para diferenciarlo del otro ladrón igual que él, que es ingeniero y lleva el mismo nombre) Germán, le exigió a la Fiscal del D. N. que respete y acate sumisamente las acciones abiertamente corrompidas de jueces, fiscales y de la Procuraduría General de la República. Es que Mariano no es otra cosa que un gran ladrón y estafador. Nos da un carajo que se parapete detrás del cargo, mancillado y cagado por él, de Presidente de la Suprema Corte de Justicia.
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