SIENDO EL FELON JUAN BOSCH UN SEPULCRO BLANQUEADO, ESTO ES, PODRIDO POR DENTRO Y PINTADO DE HONESTO Y HONRADO POR FUERA, ES LOGICO QUE SIRVA DE GUIA A LAS HECES DE LA SOCIEDAD DEL PALIDO PELEGATO BOSCHISTA

Tanto Leonel Antonio Reyna como el Dañino Medina igual que sus legiones de goliardos son auténticos y verdaderos boschistas

Bosch es quien engendró los disparates del pentagonismo sustituto del imperialismo, de que Trujillo era nacionalista, que República Dominicana no es una nación y que los dominicanos no debían luchar por su libertad si no ocuparse del bienestar de los haitianos

08-09-2014

 

La gente hoy se escandaliza, y hasta se horroriza y llena de indignación, aborrece, y se anega de asco y náuseas, ante la cadena de actos de prosternación y genuflexión, que es el comportamiento del babosa y hombre de paja podrida, el pálido pelegato boschista Dañino Medina o Gángster Murmullo; un verdadero dechado de la más putrefacta incompetencia y ausencia de todo cuanto sea sentimiento patriota, como de sentido de identificación con la República Dominicana y su pueblo quisqueyano. Y ese cuadro estremecedor se vuelve, inevitablemente, en el más apasionado odio y repugnancia en cada ciudadano honrado y honesto que, si no por conciencia, por sentido común e instinto de preservación, además de los amargos tragos de abusos, corrupción, asesinatos, desfachatez, insolencia, desvergüenzas, descaros, falta de escrúpulos, de acciones y actos continuos contrarios a todo cuanto sea moral y a cuanto signifiquen principios éticos; como el entreguismo, el lacayismo, y su prolongado maridaje con el narcotráfico, y el restablecimiento del terrorismo de Estado; como reedición y ampliación de las campañas de asesinatos y torturas, de la dictadura yanqui-católica de los 12 años del tirano alimaña Joaquín Balaguer y sus sabandijas reformistas social-cristianas; que forman las zapatas, las vigas, paredes y columnas, esto es, toda la estructura y la carne, de la musculatura de los regímenes del pálido pelegato boschista Leonel Antonio Reyna; paranarcos terroristas y entreguistas pro-yanquis, y serviles ante el parasitismo de la supersticiosa y oscurantista Iglesia Católica-Vaticano y el maldito cristianismo, el más fulminante alucinógeno y droga para los pueblos y países de América Latina, proveniente de la decadente y degradada Europa Occidental; o sea, lo que es la Unión Europea; espurios regímenes de los que fue parte y componente la babosa hombre de paja, el mismo que prosigue, desde el Poder del gobierno sobre el Estado Dominicano, destruyendo y entregando el país y la nación, República Dominicana, a las hordas haitianas, a los monopolios del imperialismo yanqui y al de los países recolonizadores de la Unión Europea, que es el Dañino Medina, Gángster Murmullo. Lo que empuja al convencimiento de que, tanto Leonel Antonio Reyna, el capo di tutti cappi, asesino, ladrón, desalmado, un verdadero espécimen del bajo mundo del hampa gangsteril, como el Dañino Medina, Gángster Murmullo, repugnante babosa, hombre hecho de paja podrida, tan inescrupuloso, entreguista, lacayo, pusilánime, cobarde, abyecto y servil, como no hay otro, son harina del mismo saco, y que este saco es precisamente Juan Emilio Bosch Gaviño, su maestro y profesor, el espía pagado de la CIA y agente a sueldo del Departamento de Estado yanqui; por lo que una cosa lleva a la otra, y se forma un triángulo en el que todas las partes del mismo son iguales, tanto con igual contenido como significado, de descomposición y decadentismo; todo sinónimo de podredumbre y pestilencia, de ese amasijo de heces sociales.

Y es ese rufián empedernido, Juan Emilio Bosch Gaviño, quien ocupa el vértice superior, que marca la máxima posición, del funesto triángulo de la podredumbre, que se sintetiza y refleja en ese miasma, casi inaprensible y que causa ese sentimiento de ascos, náuseas, repugnancia y vómitos, que es el actual régimen pálido pelegato boschista; que no podía tener un exponente más apropiado que ese cobarde, ruin, traidor, servil y pusilánime Dañino Medina, Gángster Murmullo.

Pero no cabe duda de que aquel espía pagado de la CIA y agente a sueldo del Departamento de Estado, que es el aborrecible esputo Juan Emilio Bosch Gaviño, con su endeble formación cultural, mendigo y rastrero político; que llega al colmo de lo insólito, de pretender una reforma agraria pidiéndole limosna, arrodillado y lamiéndoles, digamos que la punta de las medias, a los sectores oligárquico-terratenientes, como a los fascistas y ladrones criminales de la Casa Vicini. Que, como teórico, Juan Emilio Bosch Gaviño no distinguía un burro de un camello; lo que le llevó a decir, cuando ya se decía haber sufrido un proceso de cambio y transformación ideológica, que el pentagonismo había sustituido al imperialismo, aborto carente de originalidad que pretendió revivir el disparate del oportunista de la Segunda Internacional Hilferding, de que el militarismo reemplazó al imperialismo; cuando, como de él se burlaba con sarcasmo Lenin, acusándolo de que, el oportunismo revisionista, habiendo corroído la poca inteligencia de la que pudo dar vestigios, no le permitía distinguir la causa del efecto; que apenas podía ver el árbol pero no el bosque. O bien, el disparate de Juan Emilio Bosch Gaviño de que la República Dominicana no era una nación (1971) por cuanto carecía de soberanía e independencia; con lo que pretendía apuntalar un torpe pro-haitianismo, y su yerro, que ya en la década del ’40 del 1900, o sea, del siglo XX, había vomitado, en una infeliz polémica de su parte con Rodríguez Demorizi y Marrero Aristy, en la que ese espía y mecenario vil, que es Juan Emilio Bosch Gaviño, afirmaba que, lo primero, para los dominicanos, no era luchar por su libertad y la democracia, con sus derechos y conquistas, sino preocuparse por Haití y por los haitianos; lo que, de hecho, no era otra cosa que su respaldo a la dictadura del imperialismo y la Iglesia Católica-Vaticano, que tenia al sanguinario títere y peón Trujillo como su cabecilla; apoyo a éste que pasa, de la presunción a los hechos, cuando dice de este peón, lacayo, mayordomo y carnicero, total y absolutamente lacayo del imperialismo yanqui, como servil incondicional del imperio medieval, parasitario y supersticioso, de la Iglesia Católica-Vaticano, que era un nacionalista y patriota, que quiso desarrollar un propio sistema económico capitalista; lo que es compartido por el renegado revisionista y oportunista mercenario títere vil de los cubanos, Roberto Cassá.

Siendo tan estúpido y reaccionario, como arquetipo de lo amoral, y carente de toda ética, ¿cómo se le facilitan y acomodan las cosas para que logre erigirse, siendo un sepulcro blanqueado, esto es, podrido por dentro y pintado de honesto y honrado por fuera, en un faro falso que les sirva de guía a jóvenes, que por ello, hoy son este amasijo inmundo de las heces de la sociedad dominicana, que es el Pálido pelegato boschista?

Tremenda y formidable interrogante, que llega a poner el quid del asunto en claro; para, como hemos dicho, que una cosa conlleva, coherente y armoniosamente a la otra, erigir al espía pagado de la CIA y agente a sueldo del imperialismo yanqui, por vía de se Departamento de Estado, como el resultado de una minuciosa y prolongada conspiración, en la que concurren, en una colusión, los centros de publicidad del imperialismo, de la Iglesia Católica-Vaticano, del oportunismo revisionista, castrismo, los centros ideológicos y políticos contrarrevolucionarios, oligárquicos y cavernarios del país; que, desde todos los medios de prensa y los mecanismos de propaganda, le dicen, sin importarles nada, profesor; y aún siguen haciéndolo, con todo descaro; a pesar de la podredumbre que ha disfrazado a los gángsteres de gentes honradas, a los asesinos de gentes bondadosas y buenas, a los estafadores de honrados, a los traidores de amantes de su país, a los lacayos y entreguistas como patriotas, a los reaccionarios y contrarrevolucionarios como gente progresiva y hasta “socialistas” o sociolistos, Y es aquí donde, como los eslabones de una misma cadena, que marcan la continuidad, por el entrelazamiento, y una cosa conlleva a la otra, que prensa y órganos de prensa de esos sectores anti-nacionales y retrógrados, odiadores y opresores como explotadores ancestrales, del pueblo dominicano, hayan creado cadenas de órganos de prensa venales y mendaces, por mentirosos y desinformadores, por lo que devienen, al fin y al cabo, en mercenarios; y, detrás, legiones enteras de plumíferos y cagatintas, prostituidos hasta las partes más ocultas e íntimas de su inconciencia e inescrupulosidad, viles canallas y genízaros, como traficantes de ideas y de principios, pero reales y verdaderos penny a liner, o escritores y gacetilleros de a tanto por línea; que no viven para escribir ni dar cuenta de la verdad, sino que viven del uso de la palabra y las ideas; para dar cuenta, sin informar ni difundir la realidad y su verdad, sino para ocultarla y disfrazarla, que han contribuido a que estas heces de la sociedad, pálidos pelegatos boschistas, estén causando el daño que están llevando a cabo; y que están conduciendo al forjamiento de la más firme convicción, de que se hace necesidad imperiosa el más crudo y profundo, como radical, proceso de transformación revolucionaria, que ajuste cuentas; y coloque el tren de la República libre y soberana sobre los rieles; una revolución económico-social, política, moral e ideológica, que coloque y voltee patas para arriba toda esta podredumbre; y prosigamos hacia adelante.

 

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