MARIANITO GERMAN SE LAS TRAE COMO FILOLOGO Y EN EL USO DE LOGOS Y ESTEREOTIPOS Y SALE CON QUE EL REGIMEN VIGENTE EN NUESTRO PAIS ES EL DE "LA LIBERTAD NORMATIZADA" Y todo en medio de la vorágine de los crímenes de estado y ejecuciones sumarias de ciudadanos por la delincuencia arraigada en la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas 06-06-2014
Mariano Germán tuvo la genialidad, que da cuenta de su nivel cultural de analfabeto cultural, cuando le regaló al pueblo su concepto, que iguala la sociedad dominicana y su régimen de libertad como un campo de concentración nazi-fascista, diciendo, a raíz de declararse, tanto la ninfa Sigfredo Pared, Ministro pálido pelegato boschista de las FF.AA., como el tahúr y torturador jefe de la Policía Nacional, Castro Castillo, como verdugos y ejecutores empedernidos, por encima de leyes, Constitución y legitimidades: que aquí lo que esta es vigente la patente de corso para asesinar y ejecutar a todo el que sindiquen ellos, de dentro de la población civil como delincuente; y hacen énfasis en lo de la población civil, curándose en salud, puesto que, al usar la palabra delincuente, les suena en sus oídos como soga en casa y ante los familiares del ahorcado. Dijo Mariano Germán, que el imperante en la sociedad dominicana es un régimen de lo que llama “libertad normatizada”. (Un preso en una cárcel o en Guantánamo tiene la condición de pérdida reglamentada de su libertad por normas, ¿verdad Marianito?). Y agregó, este gran filólogo, cuya manera de caminar hace dudar de su condición bípeda, como ser humano que le debería corresponder, puesto que lo hace como un orangután; y cuando habla y abre la boca, moviendo la lengua para emitir emisiones de voces, que se llaman palabras, nos hace creer que estamos ante un palurdo del país de los beocios: “que los jueces son los encargados de administrar, en nuestra sociedad, la libertad normatizada”. O sea, que serían los administradores del campo de concentración de la ley de la selva de los ladrones y asesinos pálidos pelegatos boschistas. No obstante, como eso de régimen de libertad normatizada es un discurso con logos y estereotipos, empleados para no querer decir su galimatías o embrollos, que ni el mismo, caco de investidura de jurista, entiende, aunque sí sabe lo que quiere decir, porque, en el laberinto de disociados, que es el mundo enajenado de los ladrones pálidos pelegatos boschistas, cada espécimen de ese submundo en que estilan sus aberraciones de disociados o antisociales, como criminales y ladrones, sabe perfectamente lo que hace, pues su condición no los hace locos que se comen sus propios excrementos. Así, en un periódico del amarillismo comercial, encontramos que Marianito, sí, el mismo Germán, de la banda leonelista de Villa Juana, e incumbente Presidente de la Suprema Corte, apenas un día después, de la declaración de que la función del juez es administrar la libertad del régimen de campo de concentración, que es la sociedad o régimen dominicano; como que quiso subsanar su embrollo y, hablando en la juramentación de los jueces ascendidos por el pleno, de los especializados en derecho en los cursillos de USAID-Ucamaima, más una proveniente de la escuela del patio católica de Bélgica, llamada Universidad de Lovaina, ¿verdad que sí, Martha Olga García?, experta en derechos humanos, salvo que no sea la tía que, junto a Angelita de Vargas, las criara; y a la que, en pago, hundieron en un asilo para no volverla a ver; porque ese es su único derecho humano, por sacrificarse para criar a esas dos arpías, hijas del Mayor Uribe, hermano del trujillista balaguerista Nano Uribe; pues bien, resultó que, como buen mimetista, Marianito soltó: que la función de los jueces es administrar justicia, pero, ¿y lo de administrar la libertad normatizada qué, Marianito? ¡Ah! Ya entendemos. Es que los acusados, por la delincuente asesina Policía Nacional, no son ciudadanos, ni pueden optar por justicia, sino por la ejecución sumaria en contra de las leyes, legitimadas y de la Constitución. Marianito, como pálido pelegato boschista, y hombre al servicio del capo di tutti capi, ¡se las trae!
|