CONGENITA E INNATA CONDICION DE HECES DE LA SOCIEDAD CARACTERIZA A LOS GOLIARDOS BOSCHISTAS SIRVIENTES GENUFLEXOS DE LOS MONOPOLIOS IMPERIALISTAS Y LA CRIMINAL Y PARASITA IGLESIA CATOLICA-VATICANO Los casos de robos y saqueos de los fondos del Estado están ahí, tanto del capo di tuti cappi Leonel Antonio Reyna, del Daniño Medina como de los Díaz Rúa, Félix Bautista y demás cacos 04-09-2014
Lo cierto e indiscutible es, que los pálidos pelegatos boschistas, desde su Comité Político, su Comité Central, sus funcionarios gubernamentales, sus facciones congresionales, sus gobernadores, sus síndicos y ediles o regidores municipales, sus miembros del Ministerio Público; todos, desde el Procurador General de la República hasta los ayudantes fiscales de los Juzgados de Paz de la más inferior categoría, su Presidente, el repugnante genuflexo, lacayo abyecto y servil, hombre babosa hecho de paja podrida e infecto-contagiosa, el justamente llamado Dañino Medina, Gángster Murmullo, cuya figura da asco y hace sentir náuseas a cualquiera que posea sólo un ápice de dignidad, honradez y decencia; lo mismo que su llamado líder, el paranarco, delincuente, gángster corrupto, ladrón, vicioso incorregible, depravado, procaz e insolente, desvergonzado y en extremo descarado a la vez, portador y adicto a cuantas aberraciones existen y están por existir, corruptor impenitente, sociópata, asesino-criminal, terrorista de Estado, e institucionalizador de los asesinatos de Estado, batiendo todos los récords, por encima de Pedro Santana, de Lilis, de Trujillo y del tirano alimaña Joaquín Balaguer, con un balance de más de 50 mil dominicanos ejecutados por el terrorismo de Estado y la política fascista de exterminio, mediante los fusilamientos por los cuerpos de sicarios de la Policía Nacional y sus sucesivos jefes policiales, desde el 16 de agosto del 1996 hasta el día de hoy; cargando, entre ambas crápulas, Leonel Antonio Reyna y el hombre babosa hecho de paja podrida Dañino Medina, Gángster Murmullo, y, compartiendo, con todos los dirigentes pálidos pelegatos boschistas, como con sus congresistas y funcionarios, el haber despojado de todas sus riquezas y bienes al Estado y al pueblo, y con ello, a la nación República Dominicana; a lo que se suman los déficits fiscales consecutivos, en 2 cuatrimestres seguidos, de enero a abril del 2012 y de mayo a agosto del mismo año, cada uno mayor de 125 mil millones de pesos, para redondear la descomunal cifra, para agosto del 2012, del déficit de más de 250 mil millones de pesos; habiendo éste, por todo ello, en persona, obtenido el justo título de capo di tutti cappi, o padrino gángster; lo que, en su carrera de relevo, contra el país y el pueblo dominicanos, el sucesor indiscutido, que es el Gángster Murmullo, Dañino Medina, le ha secundado, apelando a una alocada carrera de préstamos internacionales, que han colocado la deuda externa, aproximadamente sobre el 60% del PIB, cuando el punto límite primero sería el 40%, y ya el punto crítico, donde se pasa de un estado a otro, y hasta se pierde la naturaleza original, es de un 50% del PIB. El Dañino Medina, que es un vulgar ladrón, rastrero y ratero al mismo tiempo; y que tiene en su haber el haberse robado 30 millones de pesos, asignados a la construcción de un tramo carretero de un municipio de la provincia de La Maguana; como haber sido un recibidor de masivas cantidades de dólares del narcotraficante Quirino Paulino Castillo, así como de muchos otros narcos más; y que su condición de estafador y marrullero lo vuelven una sabandija repugnante, sin principios, sin dignidad, sin honor, carente de todo cuanto sea escrúpulos, y ni qué decir de su olímpica condición de huérfano de todo pudor. Por lo que, el perfil ideológico, político y en el orden de la moral y de la ética, de ambos, se resume y concretiza en dos verdaderos apátridas, lacayos y serviles abyectos ante cuanto es contrario a la patria, a la nación, a su soberanía, a su desarrollo propiamente verdadero y sano. Así, son los principales responsables, como cabecillas bandoleros de los goliardos funcionarios y funcionarias pálidos pelegatos boschistas, del genuflexo y pusilánime arrodillamiento ante la invasión haitiana y los nefastos designios del imperialismo norteamericano y de la Iglesia Católica-Vaticano; que siempre, desde fines de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, han sido una colusión, en la que la Iglesia Católica-Vaticano es la preferida prostituta rehén de las aberraciones de los monopolios imperialistas, tanto de los yanquis, como de los imperialistas del bloque imperialista de la Unión Europea, como del Estado depredador-paria que es Canadá, consistentes en imponer la fusión de nuestra patria con Haití, que es un antro de salvajismo, y en el que el pueblo se ha convertido en una horda incorregible. El resultado de toda esta trayectoria, acentuada con su acenso al Poder del Estado y, por lo tanto, de su dominio, es de daño y perjuicio para el pueblo y la nación-República Dominicana; en tanto ellos, los pálidos pelegatos boschistas, y sus cabecillas en todos los órdenes, áreas y niveles, se han consagrado como las heces de la sociedad y la nación dominicana. Este estigma denigrante no se lo despinta nadie; y, de hecho. para ellos se ha erigido en una situación irreversible. El escandaloso caso de las expresas intenciones de la mafia del Poder Judicial, de jueces y Ministerio Público o fiscales, de dispensarle, esto es, darle impunidad al comprobado rufián y ladrón, espécimen depredador de la corrupción que desangra y saquea al Estado, y con ello al pueblo, a la sociedad y al país-nación República Dominicana, Víctor Díaz Rúa, ex-Director de Irapa del régimen pelegato boschista del 2004 al 2007, y del 2007 hasta agosto del 2012, su flamante Ministro de Obras Públicas; de por sí es un capítulo más de la peste de la corrupción estatal, que encarnan las heces de la sociedad y el país, que son los pálidos pelegatos boschistas y sus cabecillas, funcionarios y legisladores, todos; que forman un conglomerado en donde todos muerden, y el que no, es porque patea y muerde; un conglomerado o amasijo de crápulas amanerados y acicalados, en el que, en materia y prácticas antisociales, de amoralidad y negación de todo principio ético, cabe decirse, sin el menor temor de equivocación, que ahí, en el Pálido pelegato boschista, dentro, en su periferia y entorno, el que no corre, vuela, y si no, es porque corre, vuela y patea. Lenin, con su acrisolada moral, desarrollando a Carlos Marx y Federico Engels, llegó a afirmar que los abogados eran las heces, es decir, el excremento pestilente, de la sociedad. No obstante, en República Dominicana, y con el caso de los goliardos y perdularios pálidos pelegatos boschistas, se ha producido un salto; y, como heces de la sociedad, del país, de la política y de la nación, República Dominicana, han reemplazado la condición, por vocación, de los abogados, de heces de la sociedad; y los pálidos pelegatos boschistas, por obra, acción y gracia de Leonel Antonio Reyna y el Dañino Medina, el Gángster Murmullo, que los han empuercado, hundiéndolos y sumergiéndolos en el pantano de las peores y más podridas infamias, canalladas, vilezas e ignominias; habiéndoles resultado de su total agrado y más soberana satisfacción, no cabe dudas, han conquistado el sitial asqueante de la falta total de honestidad y honradez; convirtiéndose, o resultando ser, piltrafas humanas que, como crápulas inmundas, han obtenido, en buena lid, el galardón de las heces podridas de la sociedad, el país-nación de la República Dominicana. Los historicistas, que desconocen que la práctica repetida y reiterada de comportamientos positivos, o por el contrario, negativos, al fin y al cabo terminan operando como un factor coercitivo sobre el individuo; lo que se traduce y refleja en hasta la modificación orgánica del individuo, lo cual empieza en el sistema nervioso, lo que llega hasta los genes, y esos impactos y sus secuelas de modificaciones orgánico-genéticas, elaboradas por el sistema nervioso, son transmitidas y reproducidas por la vía de la reproducción sexual. Así, dichos historicistas pueden, ingenua y puerilmente, llegar a creer, que el caso ominoso y patético, de la vileza y la ignominia infame, de los pálidos pelegatos boschistas, es exclusivamente fruto de factores y condiciones históricas; pero, al atribuirle, en exclusivo, el peso a lo histórico y excluir la fijación, como taras genéticas, de esa proclividad singular de los pálidos pelegatos boschistas, a todo cuanto signifique traición, mentira, calumnia, engaño, hipocresía, crimen, venalidad, mercenarismo, simulación, como la corrupción y el robo, junto a su desaforada ambición, como a su exhibición de desalmados intrínsecos, pillos, rufianes; esos historicistas pecan de unilaterales, de subjetivos e ingenuos; puesto que la condición de canallas y viles crápulas mercenarios y pillos, de los pálidos pelegatos boschistas, es de carácter congénito, por la vía del componente masculino, como innata por parte del componente hembra, que ha concurrido a su engendro y parición; todo esto es avalado, no por una sola, sino por varias escuelas y corrientes biológicas científicas, como de la siquiatría y la sicología, que buscan estar siempre en estrecha e indisoluble armonía con la ciencia. Como, de igual modo, están muy perdidos y despistados los que, aplicando el fenomenalismo y la fenomenología, de raíz idealista subjetivista, como positivista y pragmática, con lo que queremos enfatizar que en nada se corresponde con el materialismo histórico del materialismo dialéctico; lo que, por el solo hecho del control de los pálidos pelegatos boschistas y, en particular, del gángster Leonel Antonio Reyna, pontífice del gangsterismo y de todo cuanto sea actividad del bajo mundo, como del mediocre chanchullero y marrullero Dañino Medina, Gángster Murmullo, de los tribunales más altos y especializados de la Justicia, como la Suprema Corte, el Tribunal Electoral, la Junta Central Electoral, y en alguna medida del Tribunal Constitucional, donde al parecer soplan vientos de emancipación del yugo vergonzoso de la ignominia y de la indignidad; que fue ahí cuando esos trujillo-fascistas de los pálidos pelegatos boschistas, y, en particular, sus espurios y abyectos cabecillas, se dispusieron a imponer una dictadura contraria al país, a la sociedad, a la honradez y a la honestidad, al patriotismo sano, defensor de la soberanía y la autodeterminación del pueblo, etc. Pues, muy por el contrario, nosotros, que, desde siempre, pudiéramos decir, hemos estado en líneas y prácticas totalmente contrapuestas, de manera irreconciliable, con los pálidos pelegatos boschistas y sus cabecillas actuales, como con su nefasto creador, el espía pagado de la CIA y agente político a sueldo del imperialismo norteamericano y su Departamento de Estado, el llamado Juan Emilio Bosch Gaviño, desde que lo dejara formalmente constituido en el 1973, estamos convencidos que lo de entronizar su degradante dictadura es una decisión, congénita e intrínseca, de esas heces de la sociedad, del país y de la nación, República Dominicana, que son los pálidos pelegatos boschistas.
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