LA NATURALEZA DE CARROÑA NAUSEABUNDA DE LOS PALIDOS PELEGATOS COMO HECES DE LA SOCIEDAD LES VIENE DEL FELON Y AGENTE DE LA CIA JUAN EMILIO BOSCH GAVIÑO

Contrapuestos, en sus mezquindades y ambiciones pequeño burguesas, con todo lo que sea social nacional y patriótico y con su resentimiento que los ha tornado en portadores del más recalcitrante reaccionarismo y en viles lacayos y mercenarios

05-09-2014

 

Se trata de una cadena interminable de ignominias, infamias, canalladas y vilezas, que es testimonio vivo y concreto de que los pálidos pelegatos boschistas, en el boschismo, encontraron un sistema de abominaciones basado estrictamente en la exacerbación de las miserias y los apetitos, de los instintos individualistas pequeño-burgueses, que conlleva la sublimación de la contraposición, de sus mezquindades, ambiciones y retorcimientos individualistas pequeño burgueses, con todo lo que sea social, nacional, patriótico: en su resentimiento, que ha tornado, a los pálidos pelegatos boschistas, en portadores del más recalcitrante reaccionarismo, convirtiéndose en viles lacayos y mercenarios, por su servilismo ante los monopolios del imperialismo y los designios avasalladores del imperialismo norteamericano y de los imperialismos de la Unión Europea, como ante el parasitismo económico y actividades oscurantistas como supersticiosas y reaccionarias medievales de la Iglesia Católica-Vaticano y del cristianismo, para con esto abarcar a todas las sectas de esa religión de culpables, y de la canalla, por lo tanto.

No es que los pálidos pelegatos boschistas han traicionado, o se han desatendido, de las enseñanzas de su creador, que es el espía pagado de la CIA y agente político, por más de medio siglo, del imperialismo norteamericano, a través de ser asalariado a sueldo del Departamento de Estado del imperialismo yanqui, que es Juan Emilio Bosch Gaviño; como han venido especulando siniestros personajes, que buscan preservar esa fuente de veneno e insidia traidores. De lo que se trata es que, lo que hacen y se jactan de exponer, como un amasijo espurio de miserias humanas; aberraciones, con conductas repugnantes, por ejemplo, de obsequiosidad y genuflexa impostura, de arrodillamiento y entrega del país a los haitianos. Y, ahora, de genuflexión vulgar y espíritu de prostitución desvergonzados y descarados, ante los planes de los monopolios mineros, como la Falconbridge y la Barrick Gold; de convertir el territorio nacional en lugar inhóspito y estéril para toda forma de vida, en particular, donde los seres humanos no podamos vivir; con sus aguas contaminadas y envenenadas, como convertidas en líquidos ácidos tóxicos, al igual que su atmósfera; sin fauna ni árboles, sin aves de corral ni ganado, sin peces ni crustáceos; en fin, el territorio nacional convertido en una cámara de muerte. Pues, no otro significado encierra el empecinamiento de ese repugnante sujeto, despreciable, asqueante y nauseabundo, como mediocre e insignificante, sin savia ni sustancia; una verdadera tripa vacía, que no otra cosa es Dañino Medina, Gángster Murmullo, y su negación de declarar Loma Miranda Parque Nacional Ecológico. Y ese es denominador común para todos los pálidos pelegatos boschistas.

Y cabe formularse la pregunta, sin rodeos ni subterfugios, merodeos ni eufemismos, de, ¿cómo es, que tanto el vicioso incorregible del paranarco terrorista Leonel Antonio Reyna, como el crápula, excremento de lo demoníaco, Dañino Medina, Gángster Murmullo, y detrás de éstos el interminable cortejo de podredumbre, de infamia e ignominia, vileza y canalladas, que es todo el Pálido pelegato boschista, tienen tal podrida naturaleza?

La respuesta es bien sencilla. Pues éstos no son los primeros frutos, venenosos y tóxicos, del árbol nocivo que los parió; puesto que, antes que estos goliardos, que son indiscutiblemente heces de la sociedad, cuyo hedor y pestilencia causan náuseas y vómitos incontenibles a toda persona honrada y honesta; pues resulta, y nadie puede negarlo, que es la misma matriz degenerada que engendró a los Perrodé Peña Gómez, de Antonio Guzmán, de Salvador Jorge Blanco, de Rafael Hipólito Mejía y tantos desalmados; como es el caso, sin parangón en la histori,a del gángster y corrupto bastardo de Miguel Vargas Maldonado, como de sus acólitos.

Nadie puede desconocer ni pretender, hipócritamente, hacerse el chivo loco y fingir ignorar, que todos son productos venenosos y antisociales, creados y cultivados por ese crápula, disfrazado de seriedad y honestidad, como de decencia y sana preocupación por el destino de la República Dominicana y de nuestro pueblo; y este pillo, ese rufián, no es otro que Juan Emilio Bosch Gaviño, convicto y comprobado espía pagado de la CIA y agente político a sueldo del imperialismo yanqui por medio de su Departamento de Estado.

No vamos a perder tiempo ni a gastar nuestra pólvora en garza reclamando, que son los hechos, resultantes de su práctica sostenida, como inmutable, en su naturaleza contrapuesta a los intereses populares y nacionales, los que dictaminan como sentencia inapelable que, lo de diferentes estilos, del Dañino Medina, Gángster Murmullo y del capo di tutti cappi, el perdulario paranarco-terrorista, narcómano, criminal de lesa humanidad, con su imposición del terrorismo de Estado desde el 1996; encubriéndose con la grosera mentira de que prefería pagar que matar jóvenes; como pregonara, con toda hipócrita perversidad, durante su nefasta gestión, compartida con el hombre babosa, corrupto, criminal, carente de moral y de todo cuanto sean principios éticos, que es el mismo Dañino Medina, Gángster Murmullo; en tanto preparaba, y lanzó, el actual carnaval de ejecuciones policiales de Estado; con su escuadrón de la muerte, que es un innegable cuerpo de sicarios, curtidos y vesánicos incorregibles. Por lo que, la patraña insidiosa de la cínica y, por lo tanto perra, Rosario Espinal, de que el estilo de Dañino Medina es diferente al del capo di tutti cappi, Leonel Antonio Reyna, ha quedado desecha. Y no creemos que la cínica Rosario Espinal, agente de la USAID-CIA y de la Embajada yanqui, como del parasitismo, y la homosexualidad y pedofilia, de la Iglesia Católica-Vaticano, tenga valor para volver a repetir su acción de carroña, con lo de los supuestos estilos diferentes entre el capo di tutti cappi y el Gángster Murmullo. Dañino Medina.

No obstante, queremos exponer como fue que su maestro generó estas repulsivas criaturas que hoy son los pálidos pelegatos boschistas.

Resulta, que el espía pagado de la CIA y agente político del imperialismo, y a sueldo del Departamento de Estado yanqui, empezaba sembrando la ponzoña del alacrán con su sonsonete perverso de que: en política hay cosas que se ven y cosas que no se ven.

Y, a la vez, insistía, a los que formaban su entorno y/ó se acercaban a él, que debían refinar su percepción y su capacidad de aprehensión, no de lo que se ve exteriormente en la política y en la ideología, sino en lo oculto, en lo que no se ve, por ser, según insidiosamente insinuaba, la esencia de las cosas, y de ahí que sea, en definitiva, lo más importante.

Aplicando, Juan Emilio Bosch Gaviño, la metodología que le fuera dictada por los centros de la CIA y del Departamento de Estado yanqui, que es su administración colonial y diplomática del imperialismo yanqui, se empecinaba en hacer entender a sus seguidores que, por ejemplo él, se cimbreaba dándoselas de honrado, pero, al mismo tiempo, daba ejemplo concreto, como quien no quiere la cosa, de que en verdad no lo era. El espía pagado de la CIA, en su rol de maestro de sus pupilos, fingía ser conocedor del marxismo, del leninismo, del estalinismo y del comunismo en general, sin embargo, cada vez que tocaba un tema concerniente al marxismo, al leninismo, al estalinismo, al maoísmo, etc., de inmediato quedaba de manifiesto, en todo relieve, que, en esa materia era un filisteo presuntuoso, esto es, ignorante presumido.

De todo esto hay ejemplos vivos y concretos, que sirven para testimoniar que esa era exactamente la marrulla de ese felón, por traidor y farsante, por hipócrita y simulador, que era el seudo-intelectual, pero, en realidad, espía pagado de la CIA, como sus canchanchanes Rómulo Betancourt, Germán Arciniegas, Salvador Madariaga (grupo de “Cuadernos Latinoamericanos”, órgano cultural de la CIA para América Latina), Raúl Haya de la Torre, Pepe Figueres, Luis Muñoz Marín, Rafael Caldera, Prío Socarrás, etc., etc.; porque esa asquerosa lista es, sencillamente, interminable.

Pero, en el orden teórico, tenemos que, para el 30 de Marzo del 1963, mientras era Presidente; tras ganar unos comicios pre-condicionados por los centros propagandísticos, ideológicos y políticos del imperialismo, de la reacción; y con los coros de oportunistas y revisionistas, como los del PSP y los del partido “capitulacionista” y “colaboracionista” dominicano (p“c”d), al igual que los trotskistas; se le fueron frenos del cerebro y de la lengua a Juan Emilio Bosch Gaviño; y, en los festejos de esa memorable fecha de enaltecimiento de la lucha de los patriotas dominicanos, en estrecha alianza con las Fuerzas Armadas nacionales, en contra de las acciones de intervención militar, con fines de subyugarnos, por parte de las hordas haitianas, de manera perversa, ese mismo maestro de la insidia y de la condición y conducta de las crápulas, que es el mismo espía pagado de la CIA a asalariado del Departamento de Estado del imperialismo yanqui, con fines desviacionistas, expresó en tono histérico, pero en un extraño arrebato de asinceramiento de su propia deformación aberrante de que siempre fue portador, y dijo: “Soldado dominicano, no permitas que en nuestra patria triunfe el comunismo, que el comunismo es sangre, guerra, odio y muerte”.

Todavía sus seguidores, como los mercenarios renegados revisionistas y oportunistas, no se atreven ni siquiera a recordar esa deplorable actuación del desvergonzado espía y agente del imperialismo, que es Juan Emilio Bosch Gaviño.

De igual modo, a raíz de la acción, intervencionista y de agresión contra Cuba, del imperialismo yanqui y su gángster Presidente, John F. Kennedy, produciéndose las invasiones de Playa Girón en la Bahía de Cochinos, llevadas a cabo por mercenarios gusanos cubanos; el mismo espía pagado de la CIA y agente a sueldo del Departamento de Estado yanqui, Juan Emilio Bosch Gaviño, siendo ya Presidente títere del imperialismo y de los reaccionarios, expresó lo siguiente: Las acciones contra el régimen cubano de Playa Girón, en Bahía de Cochinos, fracasaron porque el gobierno norteamericano no le ordenó a la CIA y a sus otros cuerpos especializados en la materia, consultar y asesorarse con sus amigos, que conocemos a Cuba y sabemos cómo debe manejarse esa situación, para favorecer la causa de la democracia representativa y la civilización cristiana. John F. Kennedy ni su gobierno consultaron conmigo, con Rómulo Betancourt, con Pepe Figueres, ni con Luis Muñoz Marín, ni con Raúl Haya de la Torre, ni con Germán Arciniegas, ni con Salvador Madariaga, español exiliado y agente de la CIA, igual que Galíndez y Almoina.

Pero, hay que señalar con letras de molde y lugar aparte, por especial, que otro tanto ocurría con lo de llamarle “profesor” al espía pagado de la CIA y agente a sueldo del imperialismo yanqui, vía su Departamento de Estado. Como es bien conocido, ese guanajo apenas fue maestro de campo en la zona rural de La Vega, por lo que, lo de profesor, era la manera de compensar su falta de formación académica, y expresar una frustración, que lo acompañó hasta los días de sus inconciencias, en sus últimos aciagos días de vida; en que, después de dárselas de laico y hostosiano, positivista ateo, al cumplir 80 y tantos años, quiso que el alias Cardenal, Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, le diera una misa, en común con su socio, el tirano alimaña Joaquín Balaguer; misa en la que el felón inescrupuloso, carente, hasta más allá de la orfandad, de toda convicción firme por principio, se confesó y comulgó, practicando el ritual de antropofagia o canibalismo cristiano católico.

Y dejaba ver, a través de insinuaciones, y esas cosas que no se ven ni dicen con palabras, sino con gesticulaciones y demás, que su vanidad de ególatra y narcisista se cimbreaba en sus mezquindades y cosas triviales, cuando le decían profesor; siendo su condición de director y docente de la escuela de reclutamiento de la CIA, que contaba con los auspicios de ésta y de Pepe Figueres, quien antes de morir expresó: siempre fui agente de la CIA y no me arrepiento, aunque guardo el rencor porque no nos consultaron para lo de Playa Girón en Bahía de Cochinos. Dicha escuela se estableció, y operó, del 1960-1961 hasta hace poco; aunque no creemos que haya dejado de funcionar. Y allí, bueno, el espía a sueldo del imperialismo yanqui, por su Departamento de Estado, hizo de “profesor”; y sépase, que su discipulado, de heces antisociales y pestilentes, no gustan que se digan estas cosas, porque ese es su verdadero profesor.

Pero, ni en el ámbito de la dignidad y la moral personal, el espía y traidor dejó de ser un rufián.

Todos los Perrodé sabían de Carmen Quidiello, cubana de muchas horas y millas de vuelo, que lo coronaba, de manera continua, con su amante, el entonces secretario personal del espía y agente político pagado, que era un tal Mario Mariotti, que, según parece, es el padre del actual rufián senador por Monte Plata, el bandido Mariotti.

Carmen Quidiello se le iba de parranda y duraba días sin que el felón, su flamante esposo, supiera con exactitud por dónde andaba; aunque sí conocía perfectamente que le estaba pegando la cornamenta.

El felón insistía en fingir que Carmen Quidiello era su esposa.

Pero, en un momento en que el espía y agente mercenario, por cuanto era pagado en dólares, empezó a hacerse un libro de sus imágenes e historia; para ese tiempo, vivía en la César Nicolás Penson, en dos apartamentos contiguos y diferentes, lo que no dejaba de despertar curiosidad; y, en la disyuntiva de que, si era un libro casi biográfico, por lo menos de su vida, para la fecha del 1972, tras su regreso del exilio turístico en las playas de Benidorm, España; y, por lo tanto, los que le preparaban la publicación, llegaría la hora en que preguntarían: “¿y doña Carmen?”; por lo que, el hipócrita redomado y farsante de siete suelas quiso adelantarse, y, confesarse al respecto y dijo: Fíjense, aunque Carmen y yo aparecemos como casados, en la vida real no es así, ella vive en el apartamento de esa puerta, y yo en éste. Pero yo quiero que se siga diciendo que somos esposos.

¿Son cosas y actitudes de una persona de principios y convicciones ideológicas y políticas, de un revolucionario, o de uno que se autoproclama marxista, pero no leninista? Y, en prueba de que se trataba de una maña y aberración muy vieja, a su primer hijo, de su primer matrimonio, le puso el nombre de León, en homenaje al gran espía del nazi-fascismo alemán, japonés y de la CIA, León Trostsky.

 

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