ES UN VULGAR SOFISMA, MENTIRA CON APARIENCIA DE VERDAD, LO DE LA RETROACTIVIDAD DE LA SENTENCIA 168-13 QUE DEFIENDE LA NACIONALIDAD DOMINICANA El que Nelson Butten Varona se haya enriquecido. por medio de la prevaricación, alrededor de la falsificación y alteración de los libros de Registro Civil, no genera legalidad ni derecho 27-01-2014
La sofística es, no sólo el estilo del embaucamiento y, por lo tanto, de los estafadores y embaucadores, sino que es el método con que operan y se desenvuelven los grupos y sectores que no son más que gallaretas, instrumentos de esos desalmados que son los jesuitas, corriente y orden sacerdotal del opio de la humanidad Iglesia Católica-Vaticano, de la que los jesuitas y la orden de los jesuitas son su más sobresaliente y recalcitrante grupo mafioso, criminal y gangsteril, de esa trasnacional del parasitismo y traficante del opio de la humanidad que es el llamado cristianismo; que, como religión, ha sido calificada como la infame; así lo hizo François María Arouet (Voltaire); mientras que otros pensadores, como es el caso de Nietzsche, otro idealista e irracionalista, afirmaba que es una infamia y una religión de culpables; por cuanto el cristianismo es aberración del alma, la peor de las infamias y la peor de las ignominias; que busca la impunidad para los peores y mas grandes criminales, como representantes de las clases explotadoras contra la humanidad y sus intereses; y de ahí que su divisa fundamental sea: “el fin justifica los medios, no hay verdad ni mentira, todo dependen del cristal con que se mira”. El sofisma, equivalente a la peor mentira, en una frágil y aparente envoltura, con falsa apariencia de verdad, es su método; en tanto la perversidad, la calumnia, la intriga e insidia, son sus elementos; por lo que, además de todos estos recursos inescrupulosos y sin pudor, tienen inscrito en la frente: “miente, miente, que algo queda”. Y es que ya está hartamente reafirmado y comprobado, que Goebbels, el Ministro de Propaganda de los genocidas contra la humanidad, y su empecinamiento obcecado en su lucha ciega contra el movimiento comunista y la lucha de los explotados contra la explotación y opresión, decía cínicamente: “una mentira, la más insignificante, como la mayor y peor mentira, repítase cien veces, y tomará la apariencia engañosa de ser verdad”. El carácter, atrozmente salvaje y refractario, hacia la cultura elevada y a la civilización, de los haitianos, que se ha consustanciado con todo haitiano y sus conglomerados, es incitado y estimulado, perversamente, por los jesuitas y los protestantes más recalcitrantes y embrutecidos; pues es un hecho comprobado, que nada más bruto e ignorante que un cura, un alias obispo, un alias cardenal, o un alias papa; sólo un cura es más bruto que otro cura, sólo un obispo lo es más que otro obispo, sólo un alias cardenal es más bruto que otro cardenal; y la misma relación se da entre los imbéciles llamados alias papas. Ahora bien, mientras más bruto, más perverso, y con menos escrúpulos. Hay gente que gusta hablar de la supuesta inteligencia de tal o cual sinvergüenza depravado de éstos que son sacerdotes, como medio de vida. Pero, si se piensa bien ¿y qué inteligencia puede tener un degenerado que acepta lo de una culebra que habla, lo de un muerto que resucita, lo de una hembra que queda preñada sin que un macho o su elemento estén de por medio; alegando sofismas como el de, que eso sucede igual que un rayo de luz atraviesa un cristal sin romperlo, que es un muy vulgar sofisma? Lenin dice al respecto, en la Página 99 del Tomo XXXVIII de sus Obras Completas, que la flexibilidad de los conceptos, subjetivamente aplicada, equivale a la sofística. Los procedimientos típicos de la sofística son: separar los acontecimientos de sus conexiones, aplicar las leyes de un grupo de fenómenos a los fenómenos de otro grupo, las de una época histórica a los acontecimientos de otra época, y así sucesivamente. Tanto en la ciencia como en la política, la sofística desempeña un papel reaccionario. Así como se pueden palpar los alegatos de los haitianos, de los traidores caballos de Troya, a favor de ese conglomerado, que no merece que nadie malgaste sus fuerzas en querer ayudarlo, porque, al fin y al cabo, quien lo intenta, sin duda alguna, termina perdiendo en la situación, literalmente, del que alimenta perro ajeno, que termina perdiendo el hueso y se queda sin perro; los que hablan de que la sentencia, justa y diáfana, 168/13, es inconstitucional o violatoria de la Constitución, por lo del carácter, supuestamente retroactivo, de la misma, no hacen más que atrincherarse en sofismas de cartón, que no resisten ni la primera ráfaga de argumentación; por lo que, de ahí, brincan para parapetarse, en lo de que ningún tribunal internacional la acreditaría; haciendo obviamente caso omiso, de que lo internacional no es más que la expresión de los intereses de las potencias coloniales e imperialistas, seguidas a rastras por el más extenso cortejo de lacayos viles y abyectos diplomados. Y esto se ve, clara y contundentemente, con lo del derecho socialista a la expropiación y confiscación de los expropiadores y ladrones capitalistas explotadores, a quienes. todos los tribunales y cortes de los explotadores y saqueadores y asesinos de los pueblos y naciones, le conceden el falso reconocimiento de inmutabilidad y eternidad a todo cuanto es parte del régimen de explotación capitalista del hombre por el hombre. Sin embargo, hay que ser un Butten Varona, para esgrimir tan deleznable y podrida falsa premisa, para ahí pretender fundamentar un supuesto carácter inconstitucional de la sentencia 168/13 y, al momento de tan solo intentar, o querer tan solo explicar sus fines o el contenido de sus malhadados alegatos, quedan puestas en evidencia sus incongruencias. Lo del supuesto carácter retroactivo de aplicación de una ley orgánica, por ser constitucional, por cuanto, lo de que los hijos de los que caen en la figura jurídica de extranjeros en tránsito no tienen derecho a la nacionalidad dominicana, establecido así, y no de otra manera, por la Constitución dominicana desde el 1929, tiempo en que ya era un hecho, lo de la invasión “pacífica” y su estrategia de anexión y torpedeamiento de la nación dominicana, por parte del expansionista, hegemonista, absolutista despótico y, sobre todo, intrínsecamente mercenario, Estado tribal haitiano, se había comprobado; y que la presencia de sus caballos de Troya, de los que el haitiano que se hizo llamar José Francisco Peña Gómez, en lugar de su nombre original haitiano, de Oguí Pie, es el ejemplo más claro y contundente, podían acarrear un serio peligro a la supervivencia del Estado nacional dominicano y a la República Dominicana. Así llaman, uso retroactivo de la ley, por cuanto se le otorga validez original a leyes orgánicas, como es el caso de la nacionalidad y el derecho para adquirir la dominicana, que no han sido derogadas y apenas modificadas, pero sin alteración de nada esencial, sino complementando dichas leyes orgánicas; por tratarse de asuntos permanentes, que entran en el terreno o ámbito de la obligatoriedad de la continuación del Estado y sus postulados esenciales. Así que es legal, a la luz del derecho, que en la sentencia se autorice a la Junta Central Electoral a inscribir en el libro de extranjería a todos aquellos que, valiéndose del subterfugio que fuera, violentaron, falsificaron y alteraron los libros del Registro Civil. El que Nelson Butten Varona se haya enriquecido. por medio de la prevaricación. alrededor de la falsificación y alteración de los libros de Registro Civil, no genera legalidad ni derecho. Es que esas sabandijas y alimañas viles, canallas y espurias, no entienden que, cuanto tienen que mirar y recibir, de frente y directos, los rayos del sol, hasta ahí llegaron. Y, a partir de ahí, pasan a ocupar el lóbrego lugar de las peores inmundicias, tal cual les corresponde. Este y no otro es el caso de Nelson Butten Varona, ex-miembro de una de esas espurias juntas centrales electorales, responsables de que nos hayan arrastrado al fondo del precipicio, que es hasta donde nos han llevado.
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