PSEUDO PRESIDENTE DAÑINO MEDINA SE PROSTERNA GENUFLEXO ANTE EL DEPARTAMENTO DE ESTADO YANQUI Y SU AGENDA IMPERIALISTA DE LOS DERECHOS HUMANOS

¿Dónde está la defensa de la independencia, de la soberanía nacional, de la autodeterminación y la integridad territorial, que son los principios básicos de la política exterior o internacional de cualquier Estado?

01-04-2015

Realmente, más que entusiasmo y optimismo, lo que concitó, estimuló y cosechó el anuncio, por parte del gobierno, de sus planes de política exterior, fue vergüenza e indignación en contra suya, entre los dominicanos fervorosamente apegados a su Patria; puesto que ver, cómo, igual que un vil insecto invertebrado, arrastrándose con la cabeza hundida en el suelo, al insípido e insustancial mamarracho que hace de Ministro de asuntos internacionales, o exteriores, de la República Dominicana, el tal Andrés Navarro (sacado de los albañales de las inmundicias más fétidas y oscuras de los tenebrosos entornos pálidos pelegatos boschistas, marioneta de los jesuitas, como el siniestro enemigo de la República Dominicana, Gustavo Montalvo, y el otro asistente del pulpero traidor Dañino Medina, José Ramón Peralta) se hace presente en los Estados Unidos, para concurrir a las oficinas del Departamento de Estado yanqui, a implorar, lastimera e impúdicamente, arrodillándose, que los funcionarios encargados del traspatio imperial conozcan lo que el atajo inmundo de traidores y pro-haitianos, cobardes, rastreros, pusilánimes y faltos de hombría, que se dice gobierno en el país, ha pautado como estrategia de política exterior, basada, no en la defensa de la soberanía nacional, de la autodeterminación ni de la integridad territorial total de la República Dominicana, sino en un invento de aberración, cocinado desesperadamente, con receta imperialista y de sumisión, que es lo de una política exterior de un país subyugado basada, dicha política exterior, en los derechos humanos, en su reconocimiento y aplicación; lo que es, todo, de pies a cabeza, un vómito de perros repugnante y abominable, e indicio inequívoco de que este atajo de traidores y vende-patria, que encabeza el archi-traidor y super-sirviente lacayo, el Ganster Murmullo, Dañino Medina, son un grupo del que la improvisación es lo único que saben hacer, porque su verdadera profesión es el entreguismo y la corrupción, con base en el saqueo y venta de las riquezas del país y del Estado.

No es nada casual que tanto la política exterior, de genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los pueblos y la soberanía de sus Estados nacionales, de parte del imperialismo yanqui y sus secuaces del grupo imperialista de la Unión Europea, tenga como base de sustentación el estribillo, logos propagandístico de loros amaestrados y cantilenas, alrededor del estereotipo de los llamados derechos humanos, que, precisamente Carlos Marx, en “La Cuestión Judía”, escrita dicha obra incluso anterior al Manifiesto del Partido Comunista, expresó:

“…los llamados derechos humanos, no son otra cosa que los derechos del miembro de la sociedad burguesa, es decir del hombre egoísta, separado del hombre y de la comunidad”.

¡Qué pena! ¡qué asco! ¡qué vergüenza! ¡qué humillación! y ¡qué afrenta! que ni con todo el agua del Río Ozama se podría lavar, del rostro de la República y de cada dominicano, cuando se conoció, que el guanajo marioneta de los nuevos Báez y Santana, los jesuitas de las bandas del Dañino Medina y sus pálidos pelegatos boschistas, había concurrido al Departamento de Estado haciendo el tremendo ridículo, dando cuenta de su ignorancia supina y de su prostituida falta de dignidad nacional, afirmando, ese Andrés Navarro, según el órgano de los pro-haitianos “Hoy”, “El Día”, “El Nacional”, del Opus Dei Pepín Corripio:

“El presidente Danilo Medina nos instruyó para que colocáramos la Dirección de Respeto y Defensa de los Derechos Humanos como uno de los ejes principales de la nueva política exterior que encaminamos, convencido de que debemos velar por el ser humano por encima de todo, de ahí que estamos trabajando sin descanso para que este organismo, sin precedente en la historia de la cancillería dominicana, realice una fructífera labor en esa dirección, con la decidida voluntad política del jefe del Estado”.

¿Dónde está la defensa de la independencia, de la soberanía nacional, de la autodeterminación y la integridad territorial, que son los principios básicos de la política exterior o internacional de cualquier Estado?