EL LEPROSO MORAL JUAN BOSCH, EN SU QUIEBRA Y BANCARROTA COMO AGENTE ANTI-COMUNISTA DE LA CIA EN LA GUERRA FRIA, EMERGE COMO ABANDERADO DEL OPORTUNISMO SOCIALISTA Y DEL PODRIDO REVISIONISMO DE TODOS LOS PELAJES

Sus herederos y discípulos, en su depravada corrupción de huestes marimachos y machomaris, encarnan todas las ignominias y felonías de su maestros en el pálido pelegato boschista

09-08-2016

 

Si por algo, el leproso moral, Juan Emilio Bosch Gaviño, al momento de la estrepitosa bancarrota y quiebra, no tuvo otra alternativa que adoptar la actitud, correspondiente al que ha asumido el oficio de ideólogo del social-reformismo burgués, que se ha comprobado inviable en forma escandalosa, siendo, dicho artesano en el oficio, un visceral pequeño burgués rastrero, que desenvuelve su penosa e ilusa existencia aterrado, por el temor paranoico ante la inexorable proletarización, cuyos efectos catastróficos no dejan de ser una pesadilla para quienes carecen de conciencia, por ignorancia estólida y supina, respecto a la ley, objetiva e ineludible, de la depauperización de las capas medias (pequeña burguesía) bajo el capitalismo; lo que se hace más crudo e intenso cuando, el desenvolvimiento de tal sujeto, que es el leproso moral, Juan Emilio Bosch Gaviño, ocurre, teniendo como escenario, y base social por tanto, un régimen oligarquía sobre el que pesa como factor hegemónico determinante, realizándose, en su coyunda de sometimiento, de subyugación y opresión expoliadora, como es el caso del imperialismo yanqui, sobre todo en América Latina, Centroamérica, en El Caribe; y, en particular en República Dominicana; regiones en que el imperialismo establece, con fines de más crudeza expoliadora, un concubinato con el eterno resabio del medievalismo parasitario y oscurantista, que es la Iglesia Católica-Vaticano, y su peste de culpables y para culpables, que es el cristianismo; cuyo contenido indeleble, esclavista, está obligada a querer renovar bajo todas las formas y como sea; por lo que, cuando sucumbió el Imperio Romano, y con ello su sistema esclavista, común con la Iglesia Católica y el cristianismo, ésta recreó en occidente esa misma esclavitud, con el vasallaje y la servidumbre de la gleba, que es la segunda forma de la esclavitud, siendo la tercera y última, la servidumbre esclavista asalariada, que es la naturaleza esencial del régimen capitalista de opresión y explotación.

Se repitió entonces, como tragicomedia, lo que ya había ocurrido en la historia universal en Europa: el podrido social-reformismo burgués se hunde, pero reaparece como socialismo oportunista y como revisionismo. Ya, de antemano, esa era una ley enunciada en la dialéctica: identidad y transformación de los contrarios. Y el leproso moral, sin poder dejar a un lado la esencia de su título de espía pagado de la CIA y de agente a sueldo de los gobiernos imperialistas yanquis, a través de la modalidad de corchete, como mercenario del Departamento de Estado norteamericano; de la bancarrota y la quiebra, repetidas cada una de éstas, emerge el leproso moral como abanderado del oportunismo socialista, y abanderado del podrido revisionismo de todos los pelajes en particular. Transfiguración mimética que no le era cuesta arriba ni nada difícil fingir y escenificar, dada toda su larguísima experiencia acumulada en el oficio, ejercido por décadas, de leproso moral; que, como es sabido, requiere un alto nivel de dominio del histrionismo, que es la aparatosidad, la teatralidad en los gestos; lenguaje del que actúa en el teatro y el cine, en los culebrones, o telenovelas, como en el área de lo clásico en la actuación, que es una simulación de la realidad, no llegando jamás a ser ésta, y que es propio de la farándula o la vida del farsante. El farandulero Juan Emilio Bosch Gaviño, al momento de parasitar, solventado inescrupulosamente, y sin nada de pudor, por parte de los más de 100 millones de dólares saqueados al país, sólo por la banda de hienas de la familia Trujillo Martínez, y Ramfis Rafael Trujillo Martínez en particular, yendo a residir en el centro turístico de Benidorm, exclusivo de la oligarquía financiera y la monarquía española-europea, lo que ocurre a partir de haber entregado la farsa electoral montada bajo la ocupación imperialista yanqui para el 1ro. de julio del 1966.

El papel a protagonizar por el empedernido felón, y pontífice artesanal de la traición y el engaño, no era más que proponerse hacer, y alcanzar, el papel de quinta-columna en el seno del movimiento de liberación nacional y de la revolución social, que había ensayado con su tesis de grado en los cursos de la CIA, titulada: “Judas Iscariote el calumniado”, y elaborado a base de sofismas, verdades a medias y mentiras garrafales; todo lo que, tratándose de especulaciones, leyendas y mitologías, de lo que él sólo sabe, de antemano, que va a tener como público a sujetos enajenados y, de hecho, supersticiosos y proclives a dar crédito a sus caprichosas ocurrencias, cuyo único sustento sería la actitud supersticiosa conocida como la fe.

Los alegatos a favor de que Judas, el mito, fue inocente, no son en realidad a favor de éste, que nunca existió, igual que todos los demás nombres y majaderías, sino que forma su legado testamentario a favor de su propia condición de judas, real y verdadero, el cual habría de ser, y, como en efecto ha venido ocurriendo, el guión, el libreto, material referente para montar la apología a sus andanzas de leproso moral, por espía y canalla corchete pagado de la CIA y con un sueldo más por agente político del Departamento de Estado yanqui desde el frente cultural anti-comunista del Congreso de la Cultura Libre o Kultur Klan.

Ni la desnaturalización, anti-histórica, del peón, mayordomo, sirviente rastrero y verdugo incondicional del imperialismo yanqui y de la Iglesia Católica-Vaticano, del ladrón de San Cristóbal, Rafael Leonidas Trujillo Molina; al que, a partir de los del episodio de Benidorm, enalteció como el padre del nacionalismo moderno de la República Dominicana; eufemismo con que, mañosamente, secundó y coadyuvó a lo de Padre de la Patria Nueva como a lo de Benefactor de la Iglesia Católica, sin importarle que con esa penosa y ridícula conclusión, desmentía los hechos que conforman la historia real.

Es cosa lógica que, si a cambio de lo recibido en Benidorm, de parte de Ramfis Rafael Trujillo Martínez, con la complicidad de los franquistas y el concurso de los jesuitas y los trujillistas en el país, atrincherados en la prensa amarilla de los tiempos posteriores a Abril del 1965, tal es el caso del viejo agente del SIM de Trujillo, como del cuerpo de espionaje de la dictadura franquista y responsable logístico para el asesinato de José Almoina Mateos en México, Rafael Molina Morillo; así como de sujetos despreciables, como el hijo de Julio -la Julia- Vega, secretario personal de Trujillo, Bernardo Vega, soldados entre sí con una “amistad”, tan sórdidamente extraña, que la amante del primero rompe su soledad casándose con el otro, pues soledad entre dos ya no es soledad sino acompañamiento; sobre todo cuando de por medio siempre está la CIA y la condición común de leprosos morales, perfectamente podía lograr que se obviara su espuria condición de leproso moral, espía pagado de la CIA y agente a sueldo del Departamento de Estado yanqui; siempre y cuando los que estarían llamados a ser sus discípulos, herederos y continuadores fueran sus epígonos y siguieran paso a paso sus mismas huellas, formando una trayectoria de ignominias e infamias propias, personal e individualmente asentadas en la traición, la práctica injuriosa de vende-patria y vende-pueblo, de rufianes, pillos y canallas empedernidos y de la peor ralea, que no se detienen ante ningún crimen, por sentirse dueños absolutos de la impunidad que emana del Poder y el servicio al imperialismo yanqui, al capital financiero de los monopolios internacionales y su colusión con el antro del parasitismo, y sus oprobiosas como nefastas secuelas de avalancha de miserias humanas que son, la Iglesia Católica-Vaticano y la peste del cristianismo, como sagrada ideología de los canallas y criminales de lesa humanidad; cebándose en patrimonios personales como en la corrupción, el saqueo de las riquezas nacionales, el entreguismo, el para-narco terrorismo desde el Estado, que siendo así discípulos, herederos y continuadores, y teniendo tal peso de lodo e infamias encima, estarán siempre obligados a alucinar, esperando que a cada uno de los Leonel Antonio Reyna, Dañino Medina, Reynaldo Pared Pérez, Gonzalo Castillo, Díaz Rúa, Tatica la Mocanita, Julio César Valentín, Simón Lizardo, Temístocles Montás, Cristina Lizardo, Sigfrido y Carlos Pared Pérez, José del Castillo Saviñón; Margarita Cedeño, la émula y epígono de Teodora: Alejandrina Germán, los Marianos Germán, como al igual Hernández Peguero y toda esa recua, tal cual Félix Bautista; Lucía (la Yomaira) Medina Sánchez, con su Jefe de la Policía y su contable, al frente de la Presidencia de la Cámara de Diputados con fines expresos y públicos de saqueo del Estado, apuntalamiento de la impunidad al crimen entronizado en el Estado; conspiraciones de engaños, chantajes, extorsión, amenazas de baño de sangre y cosas por el estilo, como se jacta el traquetero y bandolero “El Cañero”, beneficiario del fraude electoral montado por el Dañino Medina, en la Provincia de Santo Domingo, Municipio Santo Domingo Este, etc.

No obstante, se hace notorio que ni siquiera hemos mencionado al macho-mari por excelencia de los leprosos morales, discípulos, herederos y continuadores del archi-leproso moral, Juan Emilio Bosch Gaviño, que es, Abel Martínez; que, de la Presidencia del prostíbulo Cámara de Diputados, pasa para el cabildo de Santiago como su síndico electo.

Los pálidos pelegatos boschistas y las pálidos pelegatos boschistas, son indistintamente macho-maris y marimachos; y eso es cosa común como conocida de todo el mundo. Su meta es la recreación de Sodoma y Gomorra.

Y, como Abel Martínez es el rey, el Adonis y machomari por excelencia, sobre todo después que Juancito Sport recibiera su merecido, y su amante número uno, Winston Rizik, El Gallero, una vez muerto Juancito de los Santos, pudo ser apresado, encauzado y condenado, pues muerto el travesti ex mujer de Franklin Franco, padre de su viuda, Berlinesa Franco, Winston Rizik quedó desamparado, y el flamante fiscal anti-narcóticos y lavado, el bizco jesuita oportunista, traidor y agente doble renegado revisionista del disuelto partido capitulacionista y colaboracionista dominicano (p“c”d), Miranda Villalona, hoy agente público CIA-FBI, pudo anunciar que, por fin, Winston Rizik cae; no obstante, tal es su podredumbre de renegado revisionista, que sigue callando que era el narcotraficante, traquetero, lavador y criminal Juan de los Santos, el tahúr, el que hacía de ángel protector, entre otros, de Winston Rizik.

El caso de Abel Martínez, machomari de la canalla del capo di tutti cappi, Leonel Antonio Reyna, que, como bien describiera su amante, Julio César Valdez, se casó con Teodora sólo para ocultar sus preferencias homosexuales, es perfectamente parangoneado con el de Juancito Sport; quien, de ser una creatura del mundo del fandango, saltó, de la Cámara de Diputados a la Sindicatura de Santo Domingo Oriental. Abel Martínez, el prototipo ascendente de machomari pálido pelegato boschista, salta, de la Presidencia de la Cámara de Diputados, por la avalancha de recursos del Estado y de los fondos de la Cámara de Diputados, a síndico de Santiago.

Y, como buen discípulo del leproso moral, y sus manías de crear coartadas de antemano, ha dicho: Dejo un fondo de cerca de 1,000 millones en la Cámara de Diputados. Sin embargo, no deja constancia ni referencia de la prevaricación y saqueo efectuados en esos fondos, de los que dejó casi 1,000 millones; como tampoco dice los millones y millones que traspasó, de la Cámara de Diputados a su harén de maridos y novios de conocida vida LGBT; aunque confiesa que le son imprescindibles y que su recua de maridos, novios y amantes LGBT, además de la infeliz mujer que enloda y arriesga al SIDA con la que, como buen discípulo y continuador del leproso moral, se casó, por lo que los carga consigo, para que el cabildo de Santiago cargue con su pajarera.

Como le vamos a marchar al estúpido, supersticioso, oscurantista y charlatán estafador Carlos Peña, queremos adelantar la máxima gnóstica, usurpada por el cristianismo: Por los frutos conoceréis el árbol que lo engendró.

 

Volver a la Página Principal