CARTA PASTORAL DE LOS DEPRAVADOS PRELADOS JERARCAS DEL IGNOMINIOSO CARTEL DEL CRISTIANISMO OPIO DE LA HUMANIDAD

Evaden como el Diablo a la cruz siquiera mencionar el parasitismo como causa primordial del atolladero que impera a costa del pueblo y la sociedad y que la Iglesia Católica-Vaticano y las sectas protestantes practican en grande

22-02-2018

 

Ahora, volvemos sólo a hacer una puntillosa observación en torno a, por qué la Iglesia Católica-Vaticano, y su alias Papa, de manera recalcitrante, siempre rehúyen el asunto crucial del parasitismo; lo que tenemos pendiente elucidar, y que no hacemos en esta entrega, a pesar de que nos avocamos al enjuiciamiento crítico de la parodia montada por el consejo de gerentes comerciales del negocio, parasitario y criminal, que la Iglesia Católica-Vaticano comparte con las confesiones sectarias evangélicas y protestantes; y que tienen su denominador común en la peste y opio de la humanidad occidental, como en parte de la no occidental, esto es, oriental y medio oriental, que es el ignominioso cristianismo; parodia de marras que, en reafirmación de su adefesio, de que su tal supuesto dios, ícono e ídolo falso por lo tanto, el tal mito criminal Jesucristo o Cristo, como su transformer Jehová, Javeh, Elí, etc., etc., titulan, con el más insolente descaro sarcástico, Carta Pastoral del citado consejo administrativo del negocio en cuestión, en su sucursal, correspondiente a este enclave de esclavos y súbditos, que es la República Dominicana; a la que tanto han odiado y querido destruir, como impedir que naciera como nación, nacionalidad, Estado Nacional soberano e independiente, con pretensiones legítimas, constitucionalizadas y legalizadas, de autodeterminación, consagradas en una Constitución; a la que la Iglesia Católica-Vaticano, con sus alias papas, alias obispos y alias sacerdotes, reproducción idéntica a esos animalitos parásitos-sanguinarios que son las sanguijuelas, sobre todo, exactamente idénticas a sus asesinas variedades de sus órdenes terroristas y del mundo del hampa: jesuitas, dominicos, franciscanos, capuchinos y opusdeistas; a la que pertenece el oscuro y pervertido alias Papa actual; que arrastra consigo todos los crímenes y genocidios de las hienas militares argentinas de Jorge Videla y compartes; como de Pinochet; de los genocidas uruguayos de Bordaberry y sus soldadescas asesinas en Uruguay; los de Paraguay de los jesuitas y los carniceros de Alfredo Stroesner; como los no menos trogloditas y conculcadores de vida y todos los derechos democráticos del pueblo del Brasil; que es lo mismo que la Iglesia Católica-Vaticano y sus socios de las confesiones evangélicas, de común denominador en el cristianismo, buscan, con desesperación y agresividad extrema, de repetir, bajo el ardid estratégico inaceptable de que los seres humanos son el ganado de ovejas que su mito ícono ídolo creó para que le dieran, gratuitamente y sin protestar, leche, queso, lana y cuero para vivir, y trasero para desfogar sus aberraciones sexuales y practicaran la sodomización, como el animalismo, a ocultas y con impunidad; finalidad u objetivo estratégico que completan con el recurso táctico de: ignorancia, temor, superstición y oscurantismo, haciendo que sus ovejas vean el bosque, pero no distingan los árboles.

Por ello, el Consejo de gerentes del negocio católico, a cuyos funcionarios llaman alias obispos, para su pastoral, en el inventado día de la supuesta madre y diosa madre de su mito, ícono e ídolo, el invento Jesucristo, que sería la misma Palas Ateneas de los griegos, pero que los impostores cristianos dan en llamar María (que en hebreo es princesa, María de Magdala, María Magdalena), proclaman muchos árboles por separado, a los que llaman e individualizan como los pecados; vacuencia que, curiosamente, utilizan para olvidar el bosque, como el tronco, causa y raíz común de todos esos pecados; que es, precisamente, el parasitismo, que la Iglesia Católica-Vaticano y las sectas protestantes practican en grande.

 

 

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