El alijazo de 1,387 kilos de cocaína y la mafia militar-policial involucrada evidencia la corrupción que corroe todas las instancias del Poder

 

El hoy preso con las manos en la masa, teniente coronel de la Policía Nacional Terrero Nin fue quien sustituyó en la cárcel del 15 de Azua, como Jefe policial de la misma, al hoy general y relacionador público Simón Díaz, quien se sabe mantuvo calurosas “buenas relaciones” con las bandas de narcotraficantes que operan desde Baní-Azua hasta la frontera en sus dos ramales de acceso Barahona-Pedernales uno, y San Juan-Elías Piña el otro.

El actual Jefe policial Pérez Sánchez, que no es tan santo como lo pintan los interesados en que se le vea como un infeliz abogado y supuesto “experto” en derecho que no saca una gata a “maullá”, persiste en darle impunidad y protección tanto a Simón Díaz como a la banda de delincuentes y a su cabecilla reconocido que, conforme las confesiones del testigo superviviente de la agresión criminal que también segó la vida al periodista azuano Juan Andujar, es Vla Pujols de “Los Zayayines” a quien toda la opinión pública y la ciudadanía atribuye vínculos de para-policial y para-militar con ambas instituciones coercitivas y represivas.

Pérez Sánchez ha llegado al punto de expresar que no es verdad lo denunciado por el Colegio Dominicano de Periodistas, de que Vla Pujols fue quien mató a Juan Andujar y por lo tanto tampoco sería, conforme la versión del pintoresco Jefe policial, quien atacó a tiros al otro periodista Sención que lo dejó gravemente herido, llegando a perder un brazo que, fruto de las heridas, tuvo que serle amputado.

Pero al exponerse la vinculación de las altas instancias policiales, incluso de la actual Jefatura, con las bandas de narcotraficantes, como se puede comprobar en el caso de “Los Zayayines” de Azua y con los datos que han salido a relucir con la incautación del alijo de 1300 y tantos kilos de cocaína destinada a una empresa de Zona Franca propiedad de un, si no del más renombrado de los inversionistas en ella perteneciente hasta a la Sociedad de Desarrollo de Santiago, que todo el mundo conoce y que se espera que cuanto antes se diga su nombre y sea capturado preso, incautado y traducido a la cárcel de Rafey, de Najayo, de la Victoria o cualquiera otra que sea escogida por quienes estén a cargo de la acción de justicia, no puede callarse que con este alijo descubierto se ha puesto totalmente al desnudo y comprobado en forma palpable para cualquiera que tenga ojos para ver y juicio para discernir, los inequívocos vínculos del perrodé pepegato y el peñagomismo con el narcotráfico y  toda la delincuencia civil, famélica y encumbrada, militar, policial, judicial, legislativa, religiosa católica y protestante que azota al país y envilece la sociedad dominicana.

El nuevo zar de la publicidad palidista-gubernamental-leonelista que sería el clan del nombrado César Medina, en el que están involucrados tan notorios como pintorescos personajes que todo el mundo ve y oye a diario por la radio y la televisión que, como se ha comprobado, es un grupo, o por lo menos su cabecilla y 2 ó 3 más de éste, de mercenarios de Miguel Vargas Maldonado, el hijo de la calle del matón de Trujillo, actividad que lo catapultó al mundo de los nuevos ricos, Pedro Rivera; siendo Miguel Vargas Maldonado además de perrodé pepegato socio y testaferro del hampón internacional Carlos Andrés Pérez. Pero no sólo esto sino que Miguel Vargas Maldonado tiene propiedades y negocios comunes con Quirino Paulino Castillo; para que no quiera César Medina escurrir el bulto cumplimos con mencionarla el edificio en que Miguelito Vargas Maldonado ocupa toda la última planta del mismo.

Así pues que no quiera César Medina y su equipo de mercenarios del aquelarre salirse del bollo y pretender limpieza, que nunca ha sido rasgo de su cuestionable patrimonio personal.

Se recordará que hace apenas unas semanas que un diputado del perrodé pepegato que había sido Fiscal de Azua, llamado Juan Antonio González (a) Ruddy fue denunciado por intentar darle muerte al periodista Juan Sánchez, quien tuvo que salir con su familia de Azua para salvar su vida de manos de “Los Zayayines”. Y ese hoy diputado se reconoce como de los cabecillas intelectuales de la banda de “Los Zayayines” de Vla Pujols, siendo responsables directo mientras fuera Fiscal de Azua de la puesta en libertad de uno de los miembros de ésta que pronto cayó abatido por la Policía Nacional que quería limpiarle el pico pues le resultaba ya demasiado comprometedor.

Pero no nos perdamos ni tomemos atajos por camino real.

Insistimos en los vínculos de Quirino Paulino Castillo, el ex-capitán del Ejército Nacional de Zorrilla Ozuna con la cúspide del Poder Ejecutivo, la ex sagrada familia, por ser nuestro país, como testimonio de su atraso, uno donde el Poder del Estado como todo lo criminal es sagrado, y con todos los ex Jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas que encabezara José Miguel Soto (o Trujillo) Jiménez.

Ya de los archivos que guardaba tan bien escondidos la prensa amarrilla han salido a relucir las fotos donde el capo Sergio Grullón, el esposo de la hermana del gran capo Rafael Hipólito Mejía y hermano a la vez del obispo devorador de pecados José Dolores Grullón de la Diócesis de San Juan de la Maguana, los mismos predios del Don Quirino Paulino Castillo, juramentaba a éste, aún siendo capitán el Ejército Nacional, como jefe de campaña del perrodé en esa zona en las pasadas elecciones, así como los informes de los aportes multimillonarias del Don del narcotráfico Quirino Paulino Castillo a la campaña reeleccionista y al gobierno del hampón Rafael Hipólito Mejía.

Se recordará que en uno de las atropellantes visitas reeleccionistas hecha por este hampón a Elías Piña, padres de alumnos de la escuela pública creyeron oportuna la ocasión para solicitar al Presidente hampón perrodé pepegato recursos para dotar la escuela pública de una valla protectora de los grupos de delincuentes y antisociales que acosaban sus hijos para enviciarlos con marihuana, crack, cocaína,  pastillas de éxtasis y demás. La respuesta del capo mayor Rafael Hipólito Mejía no se hizo esperar y dijo: Paulino, encárgate de eso; y acto seguido éste aporte de sus propios bolsillos y evidentemente del fondo común de la banda un millón de pesos para la valla que hoy rodea la escuela pública de Elías Piña en testimonio de los negocios de ambos funestos personajes.

Ahora Sergio Grullón sale diciendo que él, como inocentón y casi santo por “virtud” familiar, desconocía de a lo que se dedicaba el capitán Quirino Paulino Castillo; que de haberlo sabido no hubiese caído en ese gancho. En verdad todo eso es falso de los pies a la cabeza. Sergio Grullón, como todo hampón, sabía perfectamente todos los pormenores de lo concerniente a la persona y fortuna de Quirino Paulino Castillo; lo que sucedía era fruto de que no creía que la reelección sería derrotada y tampoco eran momentos de echarse para atrás.

Es realmente sorprendente la forma en que las gentes que están involucradas en actividades delictivas desde y fuera del Poder, en las que hay envueltas grandes cantidades de millones de dólares, pierden todo sentido de la sensatez, y aunque se dice que en ello opera el temor hacia el medio que es de alta peligrosidad criminal, aceptar tal argumento equivaldría a menospreciar el peso de la alienación y de la ambición que obnubila el discernimiento y hace perder todo sentido de la realidad.

De esto son quizás testimonio evidente y prueba irrefutable las palabras de este capo Sergio Grullón, quien consciente de no haber podido encontrar una coartada convincente ha llegado hasta el extremo de revelar cosas que confirman el embarre de lo podrido en que se desenvuelve la Iglesia Católica, particularmente su más encumbrada jerarquía, como es el conjunto de la Iglesia Católica, S. A. en el país y su Episcopado sin excepción.

Así ha dicho Sergio Grullón, como se puede constatar en la prensa amarilla del miércoles 22 de diciembre del 2004, que la Iglesia Católica también recibió de Quirino Paulino Castillo millones provenientes del narcotráfico y que lo mismo hicieron otros partidos políticos, refiriéndose principalmente al corrup-Pálido y al corrup-PRSC y sus distintas fracciones canibalizadas en los actuales momentos. Y culpa de muchos, excusa de pocos. Más claro no canta un gallo.

Pero no paran ahí las cosas, y diseminadas en distintas informaciones y datos difundidos al parecer deliberadamente en esa forma con la apariencia, sólo la apariencia, de ser fruto del azar, se pueden reunir tanto muchos datos completos, como otros que por incompletos arrojan una mejor y más clara información, como sucede por ejemplo con el dato puesto a circular por la DNCD de que además de Quirino Paulino y su mujer de apellido Ubrí hubieron otros participantes en lo que casi se hace una caravana del transporte así como la captura del alijo de 1,300 y tantos kilos de cocaína pura que era trasladada a la Zona Franca de Santiago, donde sería procesada para desplazarla y meterla a la meca del consumo de droga que es el paraíso norteamericano y sus distintos Estados y ciudades.

Aparece el dato de una camioneta Mitsubishi L-200 blanca que no fuera capturada y que indiscutiblemente sus ocupantes fueran reconocidos y probablemente sean altos mandos policiales y militares, puesto que en la rueda de prensa encabezada por el general Peña Castillo de la DNCD y el Fiscal del Distrito Nacional surgió una divergencia abierta cuando el primero hablaba de un ex-oficial militar, mientras que el Fiscal insistía en subrayar que eran varios oficiales policiales y militares los implicados comprobadamente en la red de narcotraficantes puesta en evidencia y capturada.

¿Quiénes eran los altos oficiales policiales y militares de la camioneta Mitsubishi blanca? ¿Cuál era la placa de dicha camioneta?

Dentro de este tenor, de lo que parece ser un plan destinado a sembrar confusión para poder más adelante obtener grandes millones en compensación, los mismos oficiales de la persecución, en la información que aparece, por ejemplo, en el periódico-letrina vespertina “El Nacional” que dirige el perrodé pepegato para-policial Radhamés Gómez Pepín (Jack el Destripador) del martes 21 hay un listado de las propiedades de Quirino Paulino Castillo con las que se hace un monto de 700 y pico millones de pesos los de este sujeto, y si el lector se fija con detenimiento, entre las propiedades no aparece la bomba de gasolina, que efectivamente fue ocupada desde el lunes mismo por la DNCD. ¿Qué pasa ahí?

Conforme a nuestra investigación e indagatoria  hecha independiente de las fuentes de la prensa amarilla y comercial, además de mercenaria, la bomba de gasolina de la avenida Independencia casi esquina Winston Churchil no es de Quirino Paulino Castillo, a menos que no la haya adquirido en una transacción íntima y anónima de compra-venta.

Según nuestros informes y datos precisos, dicha bomba es propiedad del general de brigada Rivera Jiménez, asistente del ex-Secretario y primo suyo José Miguel Soto (o Trujillo) Jiménez.

Este Rivera Jiménez no es una paja de coco ni un flay muerto al quecher ni al pitcher, hace unos años atrás estuvo involucrado en la Provincia de Baní en un fuerte alijo de estupefacientes capturado por las autoridades quedando libre a raíz del ascenso de su primo a la Secretaría de las Fuerzas Armadas de cuyo equipo forma parte, en el que se encuentran otros oficiales y personajes civiles como Percival, Leíto Reyes el peñagomista azuano que por alcohol ha terminado vendiendo lo que le restaba de alma al diablo que lo llevó a erigirse hasta en apologista de Milo Jiménez; ahí también está el negrito reaccionario y rastrero carente de originalidad y dado a la usurpación mediante la falsificación llamado Manuel Núñez, así como la recua de mercenarios del renegado revisionista y traidor de siete suelas Narciso Isa Conde, lo mismo que el rufián terrorista y mercenario aventurero Fernando Peña, cuyo hermano era de los espalderos de Rafael Hipólito Mejía, y quien diera alevosamente muerte a dos del Pálido en Moca durante la campaña electoral del 2000 que llevó al hampa de Rafael Hipólito Mejía al Poder para desgracia y ejemplo de que no se repita nunca más lo del 2000.

Cada vez que se descubren monstruosidades como las que son motivo de este comentario del día de hoy, sale a resaltar que todas giran alrededor de uno de los tres corrup-partidos y de la Iglesia Católica, S. A., como dueña del Estado dominicano, y en particular del que ocupa eventualmente el Poder Ejecutivo en un momento determinado. Así, se cimbrea en el estiércol y el excremento que ahora se bate la figura pestilente de ese bufón y hampón Rafael Hipólito Mejía y su cohorte.

Pero si las actuales autoridades que ocupan hoy el puesto que en el Palacio Nacional hasta el 16 de agosto pasado ocupara Rafael Hipólito Mejía, se empeñaran no en repetir lo que este hampón hizo ni en brindarle a toda costa la impunidad buscando reciprocidad, según dicen los entendidos en la investigación de la secular corrupción de los gobiernos títeres y lacayos de este país, es indudable que con un pequeño esfuerzo y con voluntad política, que por desgracia es lo que más escasea en el actual gobierno de Leonel Fernández y su Pálido, quedarían esclarecidos muchos crímenes que han estremecido la sociedad dominicana, sobre todo y en particular las que atañen, por haber ocurrido durante aquel período, a la gestión del hampa politiquera de Rafael Hipólito Mejía. Ahí están: el asesinato del narcotraficante que operaba desde la oficina de la Consultoría Jurídica de Guido Gómez Mazara, Martín Abreu Pimentel, ayudante civil del hampón Rafael Hipólito Mejía, el asesinato por lío de drogas y narcotráfico del otro ayudante civil ocurrida en Santiago por lo que fue acusado y recluido en prisión hasta hace poco que salió bajo fianza el nombrado Turbí, cuya bomba de gasolina fue escenario de tantas cosas de ese bajo mundo, la muerte y quema del otro ayudante de Rafael Hipólito Mejía y sus primos acompañantes en la Provincia de Nagua (María Trinidad Sánchez), la misma muerte a tiros del sicario Evertz Fournier, quien laboraba en la Zona Franca de Puerto Plata sin que hasta hoy se haya dicho en qué empresa de ahí lo hacía, así como de los miembros del escuadrón de la muerte policial Cabrerita y su compinche, etc. No cabe duda que la dinámica de los hechos luce indetenible y que poco a poco la verdad y la podredumbre están saliendo a flote.

 

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