Mentiras sobre Stalin: “Millones de muertos: De Hitler y Hearst a Conquest y Solzjenitsyn” -XI-
27-01-2011
Continuamos con la lectura de
los supuestos millones de muertos y presos durante la época de la Unión
Soviética con Stalin a la cabeza.
Nuestros alegatos en defensa de
la correcta actuación del régimen soviético durante la era de Stalin se
fundamentan en las estadísticas que al respecto brinda la Revista
Norteamericana de Historia y no las oficiales que ofrece el gobierno
stalinista.
Durante los tiempos muy
difíciles, de inicio, desarrollo y culminación de la guerra con la
invasión nazi-hitleriana alemana sobre Rusia había como máximo dos
millones y medio de personas recluidos en el sistema correccional, o sea,
apenas el 2.4% de la población adulta.
Aquí surge la pregunta: ¿Qué
evaluación cabe hacer de estas cifras? ¿Son cifras elevadas?
Indudablemente que es una
pregunta, o que son dos preguntas sumamente interesantes, para responder
las cuales vamos a recurrir a una comparación.
La comparación es nada menos y
nada más que con el país más desarrollado y técnicamente como
económicamente más poderoso del mundo, con los Estados Unidos, lo cual es
una comparación desventajosa para la Unión Soviética en la época de
Stalin, pero aún así, preferimos esta comparación antes que cualquier otra
que pueda dejar alguna duda respecto a los problemas que nos proponemos
esclarecer.
Por ejemplo, en los Estados
Unidos de Norteamérica, país con 252 millones de habitantes para el año
1996, el país más rico del planeta y que consume el 60% de los recursos
mundiales, ¿cuántas personas, preguntamos, hay, para esa fecha en el
sistema correccional? ¿Cuál es la situación de este país que no está
amenazado, en ese momento, como ahora mismo, por ninguna guerra mundial y
donde no existen cambios sociales que pudieran amenazar la estabilidad
económica interna de dicho país?
En una noticia muy pequeña en los periódicos (de agosto del año
1997), la agencia de noticias AP decía que en los Estados Unidos “nunca
anteriormente habían existido tantas personas presas o recluidas en su
sistema correccional, que para ese tiempo era, óigase bien, de 5.5
millones de presos. Esto representa un aumento, decían ellos, de 200,000
personas con respecto al año 1995 y hace que el número de delincuentes en
los Estados Unidos “sea de 2,8% de la población adulta”. Estos datos
vienen del Departamento de Justicia norteamericano, no del Departamento de
Justicia de un país opuesto a los Estados Unidos.
El número de personas
condenadas por delinquir en los Estados Unidos es hoy día, para esa fecha,
superior a los 3 millones, óigase bien, superior
a los tres millones, que fue el
¡máximo en la URSS durante aquellos tiempos de guerra y agresión sobre la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas!
Ahí hubo un máximo de 2,4% de la población adulta condenada por
crímenes. ¡En los Estados Unidos hay, óigase bien, un 2,8% y esa cantidad,
como todo el mundo sabe, sin necesidad de datos, continúa creciendo y
creciendo!
Según el comunicado del Departamento de Justicia de los Estados
Unidos aparecido en la prensa del 18 de enero del año 1998, aumentó en
96,100 personas el número de presos con respecto al año 1997. Es decir,
que en el año 1997 hubo un aumento de 96 mil 100 personas.
En lo que respecta a los campos de trabajo soviéticos, es verdad
que era un régimen duro y difícil para los presos, pero debemos ver cómo
es hoy la situación en las cárceles de los Estados Unidos donde existe
violencia, drogas, prostitución y esclavitud sexual. Sus mismas
estadísticas hablan de 290,000 violaciones al año entre los presos. Y la
conclusión es una y bien clara: ¡Nadie se siente seguro en las prisiones
de los Estados Unidos! ¡Esto ocurre en la actualidad en la sociedad más
rica jamás conocida!
Parte XI
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